Entrevista a Bernardo Lorente, presidente de Fedemco
El pasado 5 de octubre se clausuró el Congreso FEFPEB. ¿Cuál es el balance y su valoración personal?
El 63 Congreso de FEFPEB fue un éxito tanto a nivel organizativo como a nivel de participación. Es una muestra del apoyo de nuestra industria a FEFPEB en su labor de defensa y promoción del sector del envase y embalaje de madera.
¿Qué dio de sí?
El congreso ofreció visitas a dos fábricas, una de palés y otra de envases hortofrutícolas de madera, así como una jornada de conferencias y diversas actividades sociales. Más de 200 profesionales asistentes tuvimos la oportunidad de analizar la situación actual del sector y los retos futuros, además de establecer nuevos contactos comerciales.
Háblenos de las tendencias y las novedades que se presentaron en FEFPEB. ¿Hacia dónde se dirige el sector?
En el congreso debatimos sobre los principales temas que interesan al sector: el medio ambiente y la sostenibilidad, el mercado de suministro de madera, las normativas fitosanitarias en el comercio internacional, las necesidades en logística y distribución, y la madera en contacto con alimentos.
En general se destacó el dinamismo del sector dentro de un entorno cambiante, y la importancia de su desarrollo tecnológico. Debemos continuar en la línea de apuesta por la calidad y el medio ambiente.
¿Cuáles son las pautas a seguir en materia medioambiental, según las conclusiones de congreso?
En el tema medio ambiental y sostenibilidad se resaltó la consolidación de la gestión sostenible de los bosques en los países europeos. Además se destacó la creciente demanda de la certificación forestal por parte de la distribución.
¿Y en cuanto al mercado de suministro de la madera?
Se destacó la importancia del sector del envase, embalaje y palé, y como su disponibilidad puede verse limitada por el consumo creciente de biomasa de madera por parte del sector energético. Como ejemplo de requisitos en calidad y respeto al medio ambiental se apuntó al uso de maderas técnicas como el contrachapado fabricado a partir de especies de rápido crecimiento como el chopo.
Respecto al reto de la rigurosa normativa sanitaria que regula el comercio internacional de la madera, se resaltó la buena preparación de nuestras empresas.
¿Y en materia de distribución?
En la distribución se subrayó el posicionamiento, la buena imagen y calidad del envase hortofrutícola, preferido para envasar líneas premium de frutas y hortalizas, unidades de venta directa y en exportaciones a largas distancias. En palés se apuntó al dominio del palés de madera por su mayor versatilidad y resistencia. Finalmente en el tema de madera en contacto con alimentos se hizo referencia a numerosos estudios científicos que concluyen en el buen comportamiento de la madera.
¿Qué cree que le ha aportado al sector la celebración de FEFPEB?
Ha permitido la reunión no sólo de fabricantes y proveedores importantes del sector en Europa, sino también de buenos profesionales con ganas de estar al día. Se han podido realizar contactos comerciales con proveedores, colaboraciones con empresas de otros países, compartir informaciones y puntos de vista sobre el futuro del sector. Pero lo más importante desde mi punto de vista ha sido la unanimidad del sector en la importancia de continuar siendo un sector flexible que se adapte rápidamente a las exigencias del mercado y que apueste por la calidad y el medio ambiente.
¿Cuál es el estado de salud del sector de los palés y los embalajes de madera en nuestro país?
Es evidente que al sector del palé y el embalaje, como sector ligado estrechamente a la actividad económica del país, le está afectando la situación actual. La producción de palés nuevos se ha contraído considerablemente en los últimos años. El INE cifra la producción de 2011 en 38 millones de palés de madera. No obstante, en Fedemco hemos detectado un incremento del 7% en los movimientos de palés. Esto es debido a una mayor reutilización de los mismos por parte de los propios usuarios.
Por otro lado, la situación del envase hortofrutícola y para producto fresco, al estar muy ligado al sector de alimentación y la exportación, muestra un comportamiento diferente estos últimos años, presentando incluso incrementos interanuales considerables.
¿En qué medida ha afectado a la industria del palé de madera la irrupción en el mercado de otros materiales como el plástico?
La oferta de palés de otros materiales es algo que ya se produce desde hace tiempo. No obstante estos palés tienen un uso muy limitado a ciertos nichos de mercados y algunas soluciones no acaban de consolidarse al no plantear ventajas competitivas suficientes.
Defienda el uso de palés de madera. ¿Qué ventajas tiene sobre el de plástico?
Creo que la grandes ventajas del palé de madera son su versatilidad y su respeto al medio ambiente. Hay palés estandarizados utilizados en todo el mundo como el tipo europeo o los palés ‘cp’ para la industria farmacéutica, pero también nos pueden hacer un palé a medida de nuestras necesidades en cuanto a dimensiones, capacidad de carga, resistencia, etc.
Además, el palé de madera puede repararse fácilmente, tiene un precio más reducido que los palés de plástico y son más respetuosos con el medio ambiente, pues proceden de bosques cultivados y necesitan menos energía, agua y recursos para su fabricación y reciclaje.
¿Cuántas vidas tiene un palé de madera?
El palé de madera es reutilizable y se puede reparar indefinidamente. No obstante las veces que se puede reutilizar dependen del sector donde se utilicen y de las empresas que gestionan su recuperación, reparación y nueva puesta en el mercado. Exceptuando el caso de los palés de alquiler, de los más de 185 millones de movimientos de palés de madera que Fedemco estima que se manipulan al año en España, el 65% corresponde a palés reutilizados.
¿Cuál cree que es el nivel de compromiso del sector con el medio ambiente?
El compromiso del sector del envase, embalaje y palés de madera con el medio ambiente es total. El sector necesita del aprovisionamiento de madera a corto, medio y largo plazo y esto sólo se consigue promoviendo el cultivo en las vegas de árboles de crecimiento rápido como el chopo y una gestión forestal sostenible, que garantice el mantenimiento de las masas forestales.
Además, contamos con la ventaja de que los ciclos de vida de nuestros productos son neutros en cuanto a emisiones de CO2. Los árboles crecen y absorben CO2 que queda almacenado en la madera. Cuando finaliza el ciclo de vida del producto (palé, envase o embalaje), la madera es fácilmente reciclable y en última instancia es valorizable proporcionando una fuente de energía renovable que simplemente devuelve a la atmósfera el CO2 que había tomado originalmente.
Los detractores del envase de madera en contacto con alimentos sostienen que no es del todo higiénico ni apropiado para la salud humana. ¿Con qué argumentos trataría de convencerlos de lo contrario?
Precisamente en el pasado congreso FEFPEB un destacado representante del comercio hortofrutícola subrayó la higiene como una de las ventajas de la madera frente a otros materiales, por lo que entiendo que los perjuicios vienen del desconocimiento de nuestra competencia.
A estos últimos les diría que la madera en contacto con alimentos se utiliza tradicionalmente no sólo en envase de un solo uso o embalajes reutilizables, si no en tablas de cortar y encimeras, utensilios y menaje de cocina, pinchos de brocheta, palillos, paletas de helado, barricas de vino, estuches para quesos, etc. Si confían en todos estos productos, ¿por qué no hacerlo en los envases de un solo uso?
Además hay numerosos estudios científicos que han demostrado el buen comportamiento de la madera en contacto con alimentos que demuestran un efecto antibacteriano natural.
¿En qué medida se reaprovecha o recicla el envase de madera?
El envase de madera de uso alimentario es de un solo uso y no es posible su reutilización. Así, cuando termina su vida útil, la madera se recicla en otros productos como por ejemplo el tablero aglomerado, o se valoriza energéticamente como pellets, briquetas o combustibles en calderas industriales. De acuerdo con el estudio que realiza Fedemco desde hace más de diez años, la tasa de reciclaje del envase y embalaje de madera en España en 2011 se situó en el 53% (casi 40 puntos por encima del objetivo mínimo europeo) y se valorizó energéticamente el 10%.
