Biomasas mejoradas y nuevos ingredientes para desarrollar nuevas fuentes de proteínas vegetales
Ainia está impulsando el desarrollo de nuevas fuentes de proteínas vegetales con el proyecto Supralem, los resultados del cual confirman el potencial de las biomasas vegetales como fuentes alternativas de proteínas sostenibles y abren nuevas líneas de investigación para avanzar hacia desarrollos más cercanos a productos finales.
El proyecto Supralem ha alcanzado importantes resultados en la investigación y desarrollo de nuevas fuentes de proteínas alternativas, a través del cultivo de biomasas como la lenteja de agua y las microalgas. Estas biomasas destacan por su alto contenido proteico y su potencial para ser producidas de manera más sostenible, alineándose con las demandas de un mercado global que apuesta por dietas saludables y respetuosas con el medio ambiente.
El proyecto, que ha contado con la participación de distintas líneas de investigación de Ainia, ha logrado avances en tres áreas clave: el cultivo de biomasas funcionales, su procesamiento sostenible y la creación de nuevos ingredientes con características mejoradas.
Cultivo y obtención de biomasas enriquecidas
Se han desarrollado tecnologías avanzadas para el cultivo de lenteja de agua y microalgas bajo condiciones ambientales no habituales, que incluyen la modificación de los nutrientes y el uso de iluminación dinámica. Estas técnicas han permitido enriquecer las biomasas en minerales como magnesio y hierro, hasta 10 veces más que en los cultivos control. Además, se ha potenciado la generación de compuestos bioactivos como antioxidantes, fitoesteroles y ácidos grasos omega-3 y omega-6.
Procesamiento sostenible de biomasas
Asimismo, se han implementado tecnologías como la alta presión y la molienda ultrafina para la disrupción celular, lo que ha facilitado la liberación de proteínas y otros compuestos de interés, como las micro y nanocelulosas. Estas tecnologías permiten un aprovechamiento total de la biomasa con aplicaciones específicas. Además, la proteína se ha aislado mediante técnicas escalables y sostenibles.
Nuevos ingredientes mejorados
Estos avances han permitido el desarrollo de ingredientes texturizados a partir de la extrusión de lenteja de agua combinada con otras proteínas vegetales. Asimismo, la fermentación ácido-láctica ha mejorado las propiedades organolépticas de las biomasas, reduciendo sus connotaciones aromáticas y su color verde característico, lo que amplía su aplicabilidad en productos alimentarios.
Los resultados del proyecto Supralem no sólo confirman el potencial de las biomasas vegetales como fuentes alternativas de proteínas sostenibles, sino que también abren nuevas líneas de investigación para profundizar en las tecnologías utilizadas y avanzar hacia desarrollos más cercanos a productos finales. Estos avances son clave para la transición hacia una alimentación más sostenible y con menor impacto medioambiental.