Cinco reflexiones que permitan avanzar en el estudio de los riesgos emergentes y economía circular de la EFSA
En 2021, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) lanzó un proyecto destinado a identificar posibles riesgos emergentes para la seguridad alimentaria en la transición hacia una economía circular. Consciente de ello, ha planteado estrategias de prevención que hagan compatible la economía circular con la seguridad alimentaria. Para ello, impulsó el informe ‘Vulnerabilidades de la seguridad de los alimentos y los piensos en la economía circular’.
Para la elaboración de este informe externo para EFSA, la Universidad Harper Adams, desarrolladores del mismo, seleccionaron un panel de expertos y stakeholders entre los que destacan expertos en riesgos emergentes. El técnico de Ainia, Vicente Martínez, participó en el mismo como experto en riesgos emergentes
El Congreso Anual de Seguridad Alimentaria de AECOC trató este estudio, que cubre tres objetivos, según apunta Roberto Ortuño, experto en seguridad alimentaria de Ainia: identificar y categorizar las prácticas actuales y previstas de la economía circular, identificar los riesgos emergentes (RREE) para la salud vegetal, animal y humana y el medio ambiente relacionados con la economía circular, y caracterizar estos riesgos emergentes.
Identificación las prácticas de Economía Circular
Las diferentes prácticas de la economía circular identificadas en el informe, apunta Ortuño, se clasifican en cuatro grandes grupos: la producción primaria de alimentos y piensos, la reducción de residuos industriales, de fabricación y procesamiento, la reducción del desperdicio de alimentos y piensos en la venta al por mayor, la venta minorista, la restauración y los hogares, y la reducción de los residuos de envases.
Identificación de los riesgos emergentes
El informe identifica 30 riesgos emergentes para la salud vegetal, animal y humana y el medio ambiente relacionados con la economía circular. De ellos, el experto de Ainia pone como ejemplo los referidos a reducción de residuos industriales, de fabricación y procesamiento, o los referentes a la reducción de desperdicio en distribución, catering y hogares.
Caracterización de los riesgos emergentes
El objetivo de esta tercera fase del estudio ha facilitado la información disponible que justifique la definición de riesgo emergente. “Esta información será pertinente para las actividades de priorización y evaluación de riesgos de la EFSA”, señala Ortuño. La caracterización consiste en la colección de literatura relacionada para cada riesgo emergente, identificados en cada una de las prácticas de la economía circular recogidas.
Cinco reflexiones que permitan avanzar prevenir y mitigar los posibles Riesgos Emergentes relacionados con la Economía Circular.
Para Ortuño, la EFSA ha dado con este estudio un importante paso inicial para identificar las vulnerabilidades de la seguridad alimentaria en el espacio europeo, pero requiere de actuaciones concatenadas con el objetivo de prevenir crisis derivadas de los riesgos emergentes.
El experto en seguridad alimentaria detalló algunas de ellas: hacer una completa evaluación de estos riesgos, identificar medidas preventivas de mitigación del riesgo, divulgar a los diferentes agentes alimentarios las prácticas preventivas, identificar planes de acción para mitigar el riesgo, legislar con el fin de limitar la probabilidad de ocurrencia, y coordinar todas estas acciones entre los diferentes agentes públicos y privados.
En segundo lugar, para Roberto Ortuño “existe un importante gap de conocimiento en este campo, las referencias bibliográficas son escasas”. Se requiere así invertir en generación de conocimiento y hacerlo, además, a una velocidad que pueda dar respuesta a este reto, teniendo en cuenta la decidida apuesta europea para la adopción de la estrategia de la economía circular.
Por otro lado, para los centros de investigación supone también un reto la generación de conocimiento que permita avanzar en este campo.
Como cuarto punto, desde el punto de vista de la industria alimentaria es importante estar informados sobre la aparición de los riesgos emergentes en el horizonte, su prevención y como atajar posibles crisis alimentarias con ellos relacionadas. “Este escenario no es del todo nuevo, pero en un entorno cambiante pueden acelerarse las situaciones de riesgo. Prepararse es importante, especialmente adaptar las medidas preventivas y los planes de control a esta nueva realidad”, apunta el experto de Ainia.
Por último, y como quinta reflexión, también para los laboratorios constituye un reto la puesta a punto de nuevos métodos o la adaptación de estos a nuevas matrices que van a hacer falta para dar cobertura a los planes de control derivados de la aparición de los riesgos emergentes tratados.
Hacer compatibles la seguridad alimentaria y el desarrollo de la economía circular es un objetivo alcanzable, pero que requiere un importante esfuerzo por parte de todos los actores implicados, tanto públicos como privados, en torno al concepto de ONE HEALTH, es decir entender la salud humana, animal y del planeta como un único objetivo.