El modelo ESE, uno de los principales drivers para lograr los objetivos de eficiencia energética y una palanca clave en la descarbonización
Sergio Vicéns, responsable técnico de Anese
13/11/2019Las Empresas de Servicios Energéticos son expertas en la implementación de Medidas de Ahorro y Eficiencia Energética (MAEs), a través de proyectos en los que las instalaciones y equipos son renovados y optimizados, y condicionan el cobro de su servicio a la consecución de ahorros garantizados. Las ESEs se comprometen con el consumidor en una relación contractual que ronda los 8 años durante la cual gestionan, operan y mantienen sus instalaciones.
Este modelo de negocio cuenta con madurez y recorrido en países como Estados Unidos, Alemania, Francia e Inglaterra. No obstante, aún es joven en España donde su desarrollo se ve afectado por distintas barreras las cuales han sido y son estudiadas por Anese a través de su Observatorio del Mercado de Eficiencia Energética cuya primera edición se publicó en el año 2017 y el día 4 de diciembre de este año se publica la segunda.
En la primera edición de nuestro informe se detectó el desconocimiento del propio modelo ESE como uno de los principales impedimentos para su desarrollo. Si bien los clientes finales entendían que los servicios de eficiencia energética son en sí mismos una fuente de ahorro y una garantía para la operación de sus instalaciones, la falta de popularidad y la propia novedad del modelo les frenaba a la hora de decantarse por él. Sin embargo, en la actualidad, el éxito acumulado por las Empresas de Servicios Energéticos y el trabajo de difusión de nuestra asociación han conseguido superar en parte la barrera del desconocimiento.
Por otra parte, desde Anese tenemos bien claro además que, por ejemplo, la duración de los contratos de servicios energéticos, en época de incertidumbre económica, previene muchas veces a los consumidores de atreverse a realizar actuaciones de eficiencia energética bajo el modelo ESE ya que directamente no pueden afrontar un horizonte temporal de siete u ocho años.
La duración de los contratos viene principalmente determinada por el periodo de retorno de la inversión relativa a las Medidas de Ahorro y Eficiencia Energéticas, siendo dicha inversión amortizada mediante los ahorros económicos propios de una mayor eficiencia energética.
En la primera edición del Observatorio de Anese, el acceso a la financiación destacaba como uno de los más importantes obstáculos asociados a la expansión del modelo ESE. No obstante, las ESEs han avanzado, ofreciendo a los consumidores modelos de Ahorros Compartidos en los que ellas mismas realizan la inversión o facilitan el mecanismo de financiación que mejor se ajuste al proyecto, a través de su conocimiento y colaboración con fondos de inversión, banca tradicional, plataformas de crowdfunding, etc.
En Anese llevamos años trabajando también en este aspecto, a través de iniciativas originadas en el Grupo de Trabajo de Financiación del cual han surgidos proyectos del Horizonte 2020 cómo EnerInvest y F-PI, que acercan y estrechan las relaciones entre las entidades de financiación y las Empresas de Servicios Energéticos.
Sin ninguna duda, la burocracia, los trámites administrativos y la complejidad contractual representan también una destacable oposición a los proyectos de servicios energéticos. Los periodos de maduración de los contratos son largos y oscilan entre los nueve y doce meses. Esto se debe a una falta de estandarización de los contratos de servicios energéticos que poco a poco se ha ido corrigiendo y se espera mejore gracias a distintas acciones como, por ejemplo, la publicación de los nuevos pliegos de servicios energéticos para alumbrado y edificios del Instituto de Diversificación y Ahorro Energético (Idae).
Estos obstáculos deben seguir afrontándose para asegurar la penetración de un modelo que tantas ventajas y oportunidades ofrece. Para ello, resulta necesario insistir en su divulgación, promoviendo su notoriedad en medios de comunicación y diferenciándolo de las actuaciones tradicionales sin garantía de ahorros. Además, con el objetivo de acercar los horizontes temporales, resulta interesante impulsar políticas fiscales que reduzcan los periodos de amortización. Por supuesto, es imprescindible continuar en el camino de la innovando y desarrollo de mecanismos de financiación beneficios para los consumidores, las ESEs y las propias entidades de financiación. Finalmente, es esencial trabajar juntos por la estandarización de los procesos burocráticos de manera que resulte sencillo llevar a cabo cualquier servicio energético.
Sin duda, todo ello contribuirá a que los consumidores se animen a embarcarse en la aventura de la eficiencia energética.