Con la integración de un sistema de gestión energética, se estima que el ahorro global de energía podría ser del 10%

La digitalización energética y la sostenibilidad son desafíos clave para muchos sectores en la actualidad, y el sector turístico no es una excepción. En el caso específico de un camping en la Comunidad Valenciana, la empresa se enfrentaba a problemas relacionados con un elevado consumo de energía y agua, lo que generaba altos costos operativos y una gestión ineficiente de los recursos. Ante estos retos, el proyecto INNDIH (European Digital Innovation Hub) surgió como una plataforma clave para ayudar a la empresa a optimizar sus procesos y mejorar su eficiencia energética mediante el uso de tecnologías digitales avanzadas.

La empresa del sector de alojamiento turístico identificó varios desafíos energéticos importantes antes de involucrarse en el proyecto INNDIH. El principal de estos desafíos era el elevado consumo de energía y agua por la falta de tecnologías avanzadas de monitorización y control energético. Esto dificultaba la gestión eficiente de los recursos, resultando en altos costos operativos. Además, la empresa reconoció la necesidad de involucrar a los usuarios en la mejora energética y en la sostenibilidad de los recursos utilizados, un aspecto clave para mejorar la eficiencia en su operativa.

La primera fase del proceso consistió en una evaluación de la madurez digital y un análisis exhaustivo de la situación energética del camping. Durante este proceso, se identificaron diversas áreas críticas de mejora en cuanto a eficiencia energética y gestión hídrica. A partir de esta información, se alinearon las soluciones tecnológicas disponibles en el mercado para abordar estos problemas. Esta iniciativa permitió la identificación de tecnologías avanzadas capaces de optimizar tanto el consumo energético como la gestión del agua en las instalaciones del camping, con el objetivo de mejorar la sostenibilidad y reducir los costos operativos.

En términos de energía térmica, el uso de sistemas solares térmicos, aerotermia y almacenamiento de calor podría reducir hasta un 70% la energía consumida por los sistemas tradicionales de generación, como las calderas.

El proyecto INNDIH facilitó el análisis y la integración de diversas tecnologías innovadoras que podían abordar los desafíos específicos del camping. En cuanto a la gestión energética, se evaluaron sistemas de monitorización y control de consumos, que permitirían un seguimiento en tiempo real de la utilización de la energía. Además, se exploró la posibilidad de integrar fuentes de energía renovables, como paneles fotovoltaicos para autoconsumo, y sistemas de almacenamiento híbridos tanto eléctricos como térmicos. Estas tecnologías permitirían al camping reducir su dependencia de la energía de la red, optimizando sus costos operativos.

El Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) jugó un papel crucial en el proceso de digitalización energética del camping. A través de la colaboración con el ITE, la empresa recibió un análisis detallado de su madurez en cuanto a digitalización energética, lo que permitió desarrollar una hoja de ruta de mejora tecnológica. El ITE también conceptualizó la solución más viable en este momento y trabajó junto con el camping en el diseño detallado del sistema, así como en la localización de proveedores tecnológicos y energéticos. Además, el Instituto facilitó la búsqueda de financiación para implementar las soluciones propuestas.

En cuanto a la gestión hídrica, se consideraron soluciones como la instalación de caudalímetros y contadores de agua en los puntos clave de consumo del camping, lo que permitiría monitorizar el uso del agua y optimizarlo. También se propusieron tecnologías de bajo consumo, como limitadores de caudal y válvulas electrónicas, que ayudarían a reducir el desperdicio de agua. Un aspecto importante fue la propuesta de reutilizar aguas grises procedentes de duchas y lavabos, lo que contribuiría a reducir el impacto ambiental del camping.

Aunque las soluciones propuestas aún no se han implementado por completo, los resultados estimados son prometedores, según indican fuentes del proyecto. Se prevé que la integración de tecnologías renovables, como los sistemas fotovoltaicos para autoconsumo, pueda reducir hasta un 30% el consumo de energía eléctrica de la red. Con la incorporación de sistemas de almacenamiento, este ratio podría incrementarse hasta un 80%. En términos de energía térmica, el uso de sistemas solares térmicos, aerotermia y almacenamiento de calor podría reducir hasta un 70% la energía consumida por los sistemas tradicionales de generación, como las calderas.

Por otro lado, la implementación de un sistema de gestión energética permitiría visualizar y gestionar de manera eficiente las soluciones de balance entre consumo y generación de energía, optimizando tanto la operativa como los costos. Esto contribuiría a mejorar la rentabilidad del camping, al tiempo que reduciría su huella de carbono.

Un componente clave del proceso de digitalización energética del camping es la implementación de un sistema de gestión de recursos en tiempo real. Este sistema tiene un impacto directo sobre la eficiencia energética del camping, ya que permite monitorizar y controlar el consumo de energía y agua de manera continua. En este caso específico, la empresa ya contaba con un grado elevado de eficiencia tanto en las tecnologías de demanda como en la generación de energía renovable. Con la integración de un sistema de gestión energética, se estima que el ahorro global de energía podría ser del 10%, lo cual sería un impacto considerable en comparación con el consumo energético previo.

A medida que se avanzó en el proceso de digitalización, se identificaron varias lecciones clave que podrían ser útiles para otros alojamientos turísticos que deseen optimizar su consumo energético. En primer lugar, es fundamental contar con equipos de medición de energía y agua en los diferentes procesos de demanda. El uso de plataformas de gestión energética que permitan monitorizar estos consumos en tiempo real es esencial para identificar el uso ineficiente de los recursos y tomar decisiones informadas.

La incorporación de fuentes de energía renovable, como instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo o sistemas de aerotermia, también resulta ser una estrategia clave para reducir la demanda de energía de la red eléctrica. Además, al combinar estas soluciones con tecnologías de almacenamiento, se puede maximizar el ahorro energético y mejorar la competitividad a largo plazo.

Con la integración de sistemas fotovoltaicos para autoconsumo, se prevé la reducción de hasta un 30% el consumo de energía eléctrica de la red.

Aunque las soluciones tecnológicas aún están en fase de diseño, se espera que, a largo plazo, la implementación de las mismas impulse la autosuficiencia energética e hídrica del camping, según señalan fuentes del ITE. A través de la integración de sistemas avanzados de generación renovable, captación y reutilización de aguas, y gestión energética digital, el camping podrá alcanzar sus objetivos de sostenibilidad y mejorar su competitividad en el mercado. Además, se prevé que estas soluciones permitan obtener certificaciones reconocidas en materia de sostenibilidad, lo que fortalecerá la imagen del camping como un referente en prácticas responsables con el medio ambiente.

Así, el uso de tecnologías digitales avanzadas también tiene un impacto positivo en la experiencia del cliente. La implementación de un sistema de gestión energética y la utilización de un gemelo digital permitirá al camping ofrecer un servicio más personalizado y eficiente, adaptándose mejor a las necesidades de los huéspedes. Esto se traduce en una mejora en el confort y la satisfacción de los clientes durante su estancia.

Cada vez más, los consumidores valoran las iniciativas sostenibles de las empresas en las que eligen realizar sus actividades. Por ello, al adoptar tecnologías digitales y comprometerse con la sostenibilidad, el camping no solo optimiza sus costos operativos, sino que también mejora su reputación y fideliza a los clientes. Este enfoque refleja la necesidad de combinar la satisfacción del cliente con mejoras operativas y de rendimiento, en este caso, mediante una gestión más eficiente de los recursos y una reducción de los costos energéticos.