El sistema CAE, motor de desarrollo del mercado de la eficiencia energética
Antonio López-Nava, director gerente de A3E
29/01/2025El sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE) en España, implementado en 2023 por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITERD), se ha ido consolidando a lo largo de los últimos meses como una herramienta clave para cumplir con los objetivos de descarbonización y eficiencia energética establecidos por la Unión Europea. A principios de 2025, y a la espera de los datos definitivos del balance del año, los resultados positivos de esta iniciativa destacan como un ejemplo de política climática eficaz y prometedora.
Los CAE, regulados por el Real Decreto 36/2023, permiten a las grandes empresas energéticas (comercializadoras de electricidad, gas, productos petrolíferos y gas licuado del petróleo), cumplir con sus obligaciones de ahorro energético mediante la adquisición de certificados que acreditan inversiones en proyectos de eficiencia energética. Esta iniciativa incentiva la transición hacia un modelo más sostenible, fomentando inversiones en tecnologías limpias y reduciendo el consumo de energía primaria.
Impacto del sistema
En 2024, el sistema CAE ha alcanzado cifras destacadas. Según datos preliminares del MITERD al cierre año se han tramitado más de 300 actuaciones que han supuesto un ahorro energético superior a los 1.800 GWh, lo cual supone un incremento muy significativo con respecto al año anterior. Este crecimiento ha sido impulsado por la ampliación de proyectos en sectores clave como la edificación, la industria y el transporte.
El impacto económico también ha sido significativo, gracias a las inversiones asociadas a los CAE que han fortalecido la competitividad de pequeñas y medianas empresas que desarrollan soluciones tecnológicas innovadoras.
El sistema también ha logrado fomentar una mayor colaboración entre el sector público y privado, lo que ha permitido la implementación de tecnologías avanzadas y la creación de sinergias para alcanzar los objetivos climáticos de España.
De este modo, los CAE han demostrado ser una herramienta eficaz para avanzar hacia un modelo energético más sostenible en España, como ocurrió en su día con los “certificados blancos” en Francia o Italia. Con resultados prometedores al cierre de 2024 y una proyección optimista para 2025, el sistema se consolida como un pilar fundamental de la estrategia de eficiencia energética nacional.
Proyecciones para 2025
Además, habrá avances en la digitalización del sistema, a través de una plataforma electrónica unificada, que facilitará la gestión y compraventa de certificados, aumentando la transparencia y eficiencia del mercado. Esta herramienta también permitirá a las empresas, especialmente a las pymes, acceder de manera más sencilla a las oportunidades que ofrece el sistema.
Por otro lado, se proyecta una mayor integración del sistema CAE con las estrategias de descarbonización a nivel europeo, lo que podría abrir nuevas vías de financiación y colaboración internacional.
El compromiso continuo de instituciones públicas y privadas, como A3E, junto con el apoyo a las pymes y la implementación de tecnologías innovadoras, será clave para garantizar que el sistema CAE siga contribuyendo de manera efectiva a la transición energética por la que España y Europa han apostado tan claramente.
Otras áreas de cara a 2025
Al margen del sistema CAE, podemos destacar también las expectativas en torno a la transposición de la Directiva de Eficiencia Energética a nuestro ordenamiento, un tema en el que ya trabajamos mano a mano con los expertos de nuestras empresas asociadas, la eficiencia energética en los edificios y los avances necesarios para impulsar la aplicación de la tecnología, incluida la IA, en el sector de la eficiencia.
En cuanto a la industria, es un sector clave para lograr los objetivos europeos de reducir el consumo de energía primaria y final a escala de la Unión en un 11,7% para 2030, en comparación con las previsiones de 2020. Podemos destacar que en 2025 seguiremos trabajando en la adecuación de nuestras empresas a las exigencias de la normativa europea. Actuaciones que tendrán seguro un impacto positivo en la competitividad de nuestras empresas, ya que las medidas de eficiencia energética persiguen conseguir un abastecimiento de energía sostenible, mejorar los procesos productivos, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar la seguridad y rebajar los gastos en suministro.
En cuanto a la edificación, como responsable del el 40% del consumo de energía final de la Unión Europea, así como el 36% de las emisiones de CO2, entendemos que seguirá siendo un foco importante de actividad para el sector de la eficiencia. Hay que recordar que la Unión Europea, a través de la reciente Directiva sobre Eeficiencia Energética de los Edificios (EPBD), ha marcado dos hitos principales: que todos los edificios nuevos sean de cero emisiones en 2030 (en el caso de edificios públicos, en 2028) y que los existentes puedan transformarse para serlo en 2050. Aquí la acción se centrará en cuatro vertientes principales: trabajar por la reducción de la demanda y del consumo, la implantación de fuentes de generación de energía renovable y avanzar en el campo de la gestión energética.
Por todo ello en 2025 el sector de la eficiencia energética continuará siendo un elemento clave para la sostenibilidad y competitividad de nuestra economía.