Balance 2024 del sector solar térmico en España: retos y avances hacia la sostenibilidad
Pascual Polo. Director general de Asit y coordinador de Solplat
22/01/2025El año 2024 ha sido decisivo para el sector solar térmico en España. Como representantes de una industria clave en la transición energética, desde la Asociación de la Industria Solar Térmica (Asit) y la Plataforma Tecnológica Española de Energía Solar Térmica de baja temperatura (Solplat) hemos visto avances importantes, pero también desafíos que nos impulsan a seguir innovando y defendiendo nuestra posición en el mix energético nacional. En este artículo, hacemos un balance de los hitos alcanzados, los obstáculos enfrentados y las perspectivas futuras.
Avances en instalaciones y proyectos
Además, hemos visto un crecimiento significativo en proyectos de redes de calor, especialmente en redes urbanas de calefacción y refrigeración que incorporan tecnologías solares térmicas de baja y media temperatura. Estos proyectos son fundamentales para demostrar el potencial de la tecnología a gran escala y como parte de una estrategia de descarbonización integral.
Otro avance importante ha sido la aplicación de la solar térmica en procesos industriales. Sectores como el alimentario, químico y textil han comenzado a adoptar esta tecnología para satisfacer sus necesidades de calor de baja y media temperatura, reduciendo significativamente sus emisiones de carbono. Esto demuestra que la solar térmica no solo es una solución viable para edificios, sino también una herramienta clave en la descarbonización industrial.
Regulaciones y políticas públicas
El marco regulatorio ha sido crucial en las expectativas del sector con la actualización del PNIEC. Respecto a la Solar Térmica, en línea con las propuestas que ASIT trasladó al Ministerio, cabe destacar la medida 1.11. marco para el desarrollo de las energías renovables térmicas, que establece:
“No obstante, será necesario revisar y elevar las exigencias en eficiencia energética y energías renovables del CTE y del RITE en una fase II, para todos los edificios nuevos y rehabilitaciones, incluyendo modificaciones de carácter más técnico y también objetivos de digitalización, además de los referentes a energías renovables y eficiencia energética.” En particular, se crearán líneas específicas para hibridación de tecnologías renovables para alcanzar el “edificio de energía casi nulo”.
Para lograr tal objetivo indicativo en el porcentaje de energías renovables en la edificación, España pondrá en marcha una serie de políticas y medidas indicadas en la Medida 1.11. Marco para el desarrollo de las energías renovables térmicas del presente Plan, concretamente a través del despliegue y la integración a gran escala de las tecnologías renovables térmicas en todos los sectores de la economía (bombas de calor de energía ambiente y geotérmicas, energía solar térmica con y sin concentración, geotermia uso directo o biomasa), la renovación del parque solar térmico instalado, la sustitución de equipos de energía ambiente obsoletos por otros de alta eficiencia, la renovación de equipos de biomasa por otros de altas prestaciones o la hibridación de tecnologías renovables para alcanzar el “edificio de energía casi nulo”.
El PNIEC actualizado eleva al 48% el porcentaje de renovables sobre energía final, con el 81% de renovables en la generación eléctrica, y dicho objetivo necesita un consumo de renovables para el consumo final en términos térmicos por encima del 50% de renovables térmicas: la energía solar térmica está preparada para conseguirlo y respaldará la consecución de los objetivos del PNIEC, pues solamente con la electricidad renovable no se podrán conseguir.
Por otra parte, la Directiva relativa a la Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD) exige que los Estados miembros deben implementar las medidas administrativas, técnicas y financieras necesarias para apoyar el despliegue solar en los edificios, incluso en combinación con sistemas técnicos de edificios o calefacción urbana eficiente. Además, exige que los Estados garanticen una igualdad de condiciones entre las tecnologías solares, de acuerdo con el principio de neutralidad tecnológica entre tecnologías que no producen emisiones in situ.
Los Estados miembros tendrán que garantizar el despliegue de cualquier tecnología de energía solar (solar térmica, fotovoltaica o la combinación de ambas, PVT) en edificios públicos y no residenciales nuevos y existentes, así como en nuevos edificios residenciales y estacionamientos con techo con diferentes plazos a partir de diciembre de 2026 hasta diciembre de 2030.
El mandato solar se complementa con las normas de permisos simplificadas y más rápidas para los equipos de energía solar introducidas por la Directiva revisada de Energías Renovables, que se adoptó en 2023. Con un rendimiento tres veces más efectivo que el fotovoltaico para la misma superficie, y con tecnologías híbridas como el PVT, que combina la generación de electricidad y calor, el potencial para el calor solar es grande.
En los edificios de consumo casi nulo, la demanda de climatización (frío y calor) se reduce gracias a mejores aislamientos en fachadas y ventanas, pero la necesidad de agua caliente sanitaria se mantiene y se convierte en la principal demanda del edificio. La energía solar térmica es la más eficiente para calentar agua debido a su alta densidad energética. Esto permite cubrir las necesidades de agua caliente utilizando mucho menos espacio en la azotea, en comparación con la energía fotovoltaica, que es ideal para generar electricidad, pero no eficiente para calentar agua.
Desafíos pendientes
- Competencia con otras tecnologías renovables: La creciente popularidad de la fotovoltaica ha relegado, en ocasiones, el reconocimiento de los beneficios específicos de la solar térmica, especialmente en aplicaciones industriales.
- Falta de conocimiento técnico: Muchos instaladores, arquitectos y responsables de proyectos desconocen las ventajas y el potencial de esta tecnología. Este déficit de información limita su adopción.
- Costes del mercado: La inflación y el aumento de los precios de los materiales han incrementado los costes de instalación, lo que dificulta su competitividad frente a otras alternativas renovables.
- Mantenimiento del parque existente: Muchas instalaciones solares térmicas requieren renovación o mantenimiento avanzado para garantizar su eficiencia y competitividad a largo plazo.
- Falta de incentivos constantes: La intermitencia en las ayudas económicas genera incertidumbre y dificulta la planificación a largo plazo tanto para empresas como para consumidores.
- Escalabilidad en proyectos industriales: Aunque hay avances, aún es necesario demostrar el impacto a gran escala de la solar térmica en procesos industriales complejos para fomentar su adopción masiva.
Perspectivas para 2025 y más allá
De cara a 2025 y más allá, el sector se enfocará en:
- Digitalización del sector: El desarrollo de herramientas digitales permitirá a los usuarios monitorizar sus ahorros energéticos y económicos, además de su contribución a la sostenibilidad.
- Educación y divulgación: Incrementar la sensibilización sobre los beneficios de la solar térmica, tanto a nivel económico como ambiental, entre consumidores, empresas y profesionales del sector.
- Innovación tecnológica: Potenciar el desarrollo de sistemas más eficientes y soluciones híbridas que combinen múltiples tecnologías renovables.
- Desarrollo de mercados específicos: Identificar y fomentar el uso de la solar térmica en sectores donde su aplicabilidad sea particularmente ventajosa, como procesos industriales de baja temperatura y climatización en sectores terciarios.