Prysmian presenta su nueva generación de cables eSenS para la era Net Zero
En línea con su compromiso con la sostenibilidad y la reducción de emisiones de CO2, Prysmian Group presentó su nueva generación de cables e-SenS. Diseñados para apoyar los objetivos globales de la era Net Cero, estos cables incorporan materias primas recicladas y de origen biológico, reduciendo su impacto medioambiental a lo largo de toda la cadena de valor.
“La nueva era Net Cero representa un cambio fundamental en cómo entendemos y abordamos un crecimiento sostenible. Una transición global de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero hasta dejarlas lo más cerca posible a las emisiones nulas. Este objetivo es esencial para limitar el calentamiento global y mitigar los efectos del cambio climático”, apuntaron fuentes de la compañía a través de su página web.
“El compromiso con la sostenibilidad es el compromiso con el Net Cero, para lograrlo Prysmian pone la innovación al servicio de la Sostenibilidad, creando cables con huella de carbono reducida, es nuestra generación e-SenS, que incorporan materiales reciclados y de origen Bio-Atribuido, reduciendo su impacto en toda la cadena de valor”, expresó Carmen Nebot, especialista en Medio Ambiente de Prysmian para España.
Nuevos compuestos con polietileno reciclado
El uso de polietileno reciclado en las cubiertas de cables e-SenS reduce la generación de residuos, fomenta una gestión más responsable de los recursos naturales, utiliza un menor consumo de energía en comparación con la producción de polietileno virgen, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y la huella de carbono, según explicaron desde la compañía.
Sergi Gutierrez, gerente de Ingeniería de Materiales y Compuestos de I+D en Prysmian para España, indicó que “el polietileno es uno de los materiales más comunies en nuestra industria, el polietileno termoplástico ofrece una alta resistencia mecánica y una excelente protección a los agentes químicos. El uso para cables en cuanto a resistencia química ofrece protección contra aceites contra el agua y a nivel mecánico frente a abrasiones y golpes. Cabe señalar que el uso de polietileno en cables se puede utilizar en baja tensión media tensión y alta tensión debido a su alta capacidad dieléctrica”
“El polietileno reciclado se obtiene a partir de productos descartados o previamente utilizados. El proceso de reciclaje incluye varias etapas: primero, una selección selectiva, seguida de la trituración, el lavado, la extrusión y, finalmente, la granulación. Es importante señalar que la calidad del material reciclado influye en la cantidad que se puede utilizar. En Prysmian, realizamos un seguimiento exhaustivo de las fuentes de suministro, evaluando criterios como la capacidad, la calidad, la proximidad y la estabilidad en el producto”, añadió el gerente de Ingeniería de Materiales y Compuestos de I+D de Prysmian.
Por su parte, Erwin Opazo, ingeniero de Desarrollo de Productos Especiales e I+D de BW&LV para el Sur de Europa en Prysmian, añadió “una vez que tenemos tanto la fuente de suministro como el compuesto estabilizado, desde el departamento de Desarrollo de Productos iniciamos la homologación del material. Para ello, realizamos una fase de prototipado en la que verificamos tres puntos principales: primero, el cumplimiento de todos los requisitos normativos y de ensayo exigidos por nuestro producto; segundo, garantizamos que se cumplen todos los requisitos de calidad y vida útil que Prysmian demanda; y, en tercer lugar, nos aseguramos de que el aspecto del producto sea óptimo. Una vez validados estos tres puntos a nivel de prototipo, buscamos escalar el proceso a nivel industrial, es decir, reproducir lo conseguido en pequeña escala en los miles de kilómetros de cables que Prysmian fabrica cada mes. Para lograrlo, contamos con la tecnología necesaria tanto en los centros de producción como en los laboratorios, además de la experiencia del personal. El resultado final es un cable más sostenible que ha consumido menos recursos naturales y energía durante todo su ciclo de fabricación”.
Nuevos compuestos con PE bio-atribuido
En los nuevos aislamientos de los cables e-SenS Prysmian utiliza polietilenos bio-atribuidos a partir de materias primas de origen biológico, certificados de origen ISCC Plus, utilizando un enfoque de Mass Balance, reduciendo la dependencia de materias primas fósiles y contribuyendo a la reducción de gases de efecto invernadero.
Según explicó Neus Generó, gerente senior de Desarrollo de Productos BW&LV de I+D para el Sur de Europa en Prysmian, “los materiales de origen biológico provienen de fuentes naturales como animales, plantas y microorganismos, y tienen la capacidad de degradarse de forma sostenible. A diferencia de los materiales tradicionales, que provienen de origen fósil, estos ofrecen una alternativa más ecológica. El balance de masas, una herramienta fundamental en la ingeniería de procesos, nos permite cuantificar la materia prima de origen biológico introducida en el producto y verificar que coincida con la cantidad final de producto obtenido. A este material lo llamamos material bio-atribuido”.
“La aplicación de polietilenos bio-atribuidos tiene en cuenta la absorción de CO2 de la materia prima vegetal durante su crecimiento. Como resultado, estos polietilenos nos permiten producir las cubiertas y aislamientos de nuestros cables con una huella de carbono significativamente reducida, manteniendo las mismas prestaciones y garantías de calidad que sus equivalentes de materiales fósiles”, añadió Neus Generó.
Conductores de cobre y aluminio reciclado
Los nuevos cables e-SenS emplean cobre y aluminio reciclado, lo que fomenta la economía circular. “La capacidad de estos metales de ser reciclados indefinidamente sin perder sus prestaciones los convierten en un beneficio de sostenibilidad esencial, preservando los recursos naturales y disminuyendo su impacto ambiental durante su producción, en comparación con el coste de extracción, el cobre reciclado requiere hasta un 85 % menos de energía y un 95 % en el caso del aluminio, reduciendo extraordinariamente la huella de carbono”, apuntaron desde la compañía.
“El cobre y el aluminio son los materiales principales que utilizamos en la fabricación de nuestros cables. Su función principal es transportar la energía eléctrica, y según el tipo de aplicación o las necesidades del cliente, se elige uno u otro material”, indicó Clara Mezquita, Gerente de Ingeniería de Procesos en Vilanova. “En Prysmian, estamos apostando fuertemente por el uso de aluminio y cobre reciclado. Para ello, es fundamental la colaboración de todos nuestros trabajadores, ya que en diferentes fases productivas se generan restos de fabricación que contienen estos materiales. Estos restos se recuperan, se segregan correctamente y se tratan en otros procesos productivos. El cobre y el aluminio son infinitamente reciclables y no pierden sus propiedades. No obstante, cuando introducimos cobre y aluminio reciclado, en cada fase productiva se realizan controles internos para asegurar su calidad. Al final del proceso productivo, llevamos a cabo todos los ensayos necesarios para garantizar que los materiales cumplen con los estándares requeridos”, añadió.
La nueva etiqueta E Path
La nueva generación de cables e-SenS cuentan con la calificación E Path, la nueva etiqueta verde global que identifica los productos que cumplen con los baremos de sostenibilidad establecidos en seis criterios de evaluación medibles, internacionalmente reconocidos y verificados por terceros:
- Cálculo de la huella de carbono y emisiones de gases de efecto invernadero en su fabricación
- Ausencia de componentes peligrosos para las personas y el medioambiente
- Reciclabilidad y circularidad de los componentes del cable
- Uso de materiales reciclados como materia prima
- Beneficios medioambientales
- Eficiencia en la transmisión de energía.
La nueva generación de cables e-SenS cuentan con la calificación E Path, la nueva etiqueta verde global que identifica los productos que cumplen con los baremos de sostenibilidad establecidos en seis criterios de evaluación medibles.
Desde Prysmian concluyeron: “En esta nueva era, la reducción de emisiones de CO2 se convierte en una prioridad absoluta para las administraciones, las empresas y la sociedad en general, en todo el mundo. El CO2, como uno de los principales responsables del efecto invernadero, tiene un impacto directo en el aumento de la temperatura global, lo que desencadena fenómenos climáticos extremos, eleva el nivel del mar y afecta la biodiversidad. Por lo tanto, cada tonelada de CO2 que se evita emitir contribuye directamente a proteger el planeta y garantizar un entorno habitable para las generaciones futuras”.