Los precios de la biomasa se sitúan por debajo de los de la electricidad y los combustibles fósiles
En el mes de mayo de 2024, la Asociación Española de la Biomasa (Avebiom) ha realizado un análisis comparativo de los precios de distintos biocombustibles sólidos como el pellet certificado ENplus, la astilla de madera y el hueso de aceituna y de otras fuentes de energía disponibles en España, y su comportamiento lo largo de los últimos 10 años. Para ello, se han utilizado datos procedentes de Eurostat, Idae, Minetur y Mibgas, y los índices de precios de la biomasa (IPB) que elabora Avebiom de forma trimestral desde 2012 para pellet de madera, astilla y hueso de aceituna.
Pablo Rodero, presidente del Consejo Europeo del Pellet y responsable de certificación en Avebiom, recomienda al consumidor “considerar seriamente la biomasa como una fuente de energía para la calefacción en su vivienda porque, además de ser una opción económica y estable, contribuye significativamente a la sostenibilidad ambiental”.
Según el análisis realizado por Avebiom, el precio de la electricidad para un consumo medio (2.500 - 5.000 kWh) es significativamente más elevado que el del resto de fuentes de energía, con un incremento sostenido a lo largo del tiempo y un pico significativo de 30,71 cent€/kWh en junio de 2022. Incluso cuando se utiliza para alimentar una bomba de calor, y considerando un SCOP realista para el centro de la península de 2,5, se sitúa en la franja de los precios más elevados para calefacción doméstica.
El gas natural ofrece diversas tarifas para atender las distintas necesidades de los consumidores. Tanto la TUR2, para consumos superiores a 5.000 kWh/año, como la TUR1, para consumos inferiores, han mostrado una tendencia general al alza, con un precio máximo de 18,55 cent€/kWh para la TUR2 en diciembre de 2022. Las considerables fluctuaciones a lo largo del tiempo, con grandes picos y caídas, especialmente en los últimos dos años, pueden complicar la planificación de costes para los consumidores, indican desde la asociación.
En cuanto al gasóleo C, una opción comúnmente utilizada para calefacción en regiones frías, va perdiendo cuota de mercado en la última década. La notable variabilidad en los precios a lo largo del tiempo, reflejo de la incertidumbre en los mercados de combustibles fósiles, y la penetración de alternativas más sostenibles para calefacción pueden estar detrás de esta situación. El precio medio a finales de 2023 fue cercano a los 10 cent€/kWh, en la misma línea que la bomba de calor eléctrica y el gas natural.
Los precios de la energía para calefacción obtenida con biomasa, representada por pellets y astillas de madera y hueso de aceituna, se sitúan por debajo de los de electricidad y combustibles fósiles.
El pellet distribuido en cisterna, con un precio de 7,72 cent€/kWh a finales de 2023, mantiene una tendencia clara a la baja y, según la previsión del IPB en fábrica para junio de 2024, se acerca ya a los precios del primer trimestre de 2022, al inicio de la crisis energética global. Sin tener en cuenta esta circunstancia excepcional, los pellets han demostrado una gran estabilidad en precios desde que entraron en el mercado de la calefacción doméstica. Con un precio medio de 5,71 cent€/kWh y una desviación muy baja (0,14).
Lo mismo puede decirse para el hueso de aceituna distribuido en cisterna que, con un precio de 7,59 cent€/kWh en diciembre de 2023, va recuperando la normalidad poco a poco. Con 2,99 cent€/kWh a finales de 2023, la astilla de madera es el biocombustible sólido más estable que puede emplearse en calefacción doméstica, explican desde Avebiom.