Baterías de litio para el almacenamiento de energía: una tecnología segura y fiable
Todos hemos oído historias de baterías de teléfonos o de patinetes eléctricos que se incendian, pero no todas las baterías de litio son iguales y se fabrican igual. Las baterías que se utilizan en aparatos recargables modernos suelen estar compuestos de litio o de iones de litio. Los tres tipos de baterías a base de litio que se utilizan tienen cualidades distintas. Por ejemplo, los fabricantes de coches o los fabricantes de baterías de almacenamiento, como sonnen, tienen en mente diferentes aplicaciones cuando diseñan las baterías.
Diferencias clave en la tecnología de baterías
Existe el polímero de iones de litio (Li-ion), el níquel manganeso cobalto (NMC) y litio-ferrofosfato (conocido como LFP). Además de incluir diferentes elementos químicos junto con el litio, veamos las principales diferencias que comparten:
Cuando se trabaja con dos de los químicos de almacenamiento más comunes, hay principales diferencias a tener en cuenta sobre la energía disponible.
El NMC viene con una ligera densidad de energía superior, lo que viene a suponer que hay mucha energía en un espacio pequeño. El LFP viene con una ligera densidad de energía inferior, lo que significa que las células son un poco más grandes y pesadas, conteniendo la misma cantidad que el NMC.
¿Qué composición es más segura?
El NMC contiene oxígeno dentro de la molécula que lleva la energía cargada dentro de las células de las baterías. Este se libera cuando una célula NMC experimenta la llamada liberación térmica y, por consiguiente, se quema y libera el oxígeno como una fuga de gas.
Las células LFP no tienen muchos requisitos sobre oxígeno. Si las células LFP tuvieran un fallo, se rompieran, aplastaran o perforasen, la reacción térmica es siete veces menor que un producto NMC. Por lo tanto, LFP está considerado seguro y fiable para el entorno residencial y, sobre todo, para el almacenamiento de energía solar.
La iniciativa sonnen sin cobalto
sonnen ha lanzado una iniciativa e invitado a otros fabricantes de sistemas de almacenamiento de energía a cambiar sus células por las LFP para beneficiar al medio ambiente.
En sonnen se utiliza el químico LFP desde el inicio de la compañía en 2010. Desde la primera versión de la sonnenBatterie hasta hoy, ya hay nueve generaciones de baterías de almacenamiento inteligente de energía y cientos de pruebas en laboratorio con más de 100.000 instalaciones.
La elección correcta depende del propósito de la batería
La decisión sobre qué célula de energía es la apropiada depende del propósito que vaya a tener la aplicación de la batería.
¿Tu elección de escoger un coche eléctrico se decanta por si pesa o es ligero? ¿Quieres que acelere rápido o lento? La respuesta es que, como quieres que tu coche pese poco y vaya rápido, entonces son más viables las células NMC.
¿Tu hogar necesita un sistema de almacenamiento de energía que pese poco o que sea seguro? ¿Esperas que tu batería se descargue rápidamente o prefieres usarla más allá del periodo de garantía? La respuesta es que, como quieres un sistema seguro y fiable que te permita muchos ciclos de descarga antes de que se reduzca su capacidad de carga, son mucho mejor y más seguras las LFP.
Hay que destacar que las baterías sonnen cuentan con 10.000 ciclos garantizados para tener un equipo “de por vida”, con tecnología innovadora, sostenible y libre de elementos contaminantes como el cobalto.
Los sistemas de almacenamiento energético de sonnen están pensados para que sean seguros y duren mucho. Por lo tanto, el litio-ferrofosfato es la mejor opción.