La recuperación de calor, la medida activa más eficaz para aumentar la eficiencia energética de los edificios según un estudio de la Universidad de Granada
El equipo de investigación Sustainability, perteneciente a la Universidad de Granada ha realizado un estudio pionero en España en el que analiza el potencial de la industria de la construcción para adaptarse al cambio climático y pone cifra a los costes y beneficios asociados.
El informe ‘Análisis de costes y beneficios de la adaptación del cambio climático en el sector de la construcción’ ha estudiado las medidas técnicas más recomendables para construir viviendas que hagan frente al calentamiento global, así como los impactos económicos que conlleva. En este sentido, la investigación concluye que adoptar un modelo de construcción más sostenible supondría un 7% de incremento en la rentabilidad.
Los profesores Alberto Aragón y Nuria Hurtado, catedráticos de Organización de Empresas de la Universidad de Granada, han dirigido este proyecto en el que han participado 17 expertos en representación de destacadas compañías del sector de la edificación con presencia en Andalucía, entre ellas Siber.
El estudio destaca la necesidad de intervenir para mantener o mejorar la calidad de vida en las viviendas sin que suponga un mayor gasto de energía. Las recomendaciones incluyen la aplicación de medidas pasivas -relacionadas con el diseño y la estructura- en la construcción de edificios, tales como la orientación, la adición de aislamiento o la eliminación de puentes térmicos.
En cuanto a las actuaciones activas planteadas -enfocadas a la mejora del rendimiento de las instalaciones que consumen energía en el edificio- la instalación de equipos de ventilación con recuperación de calor obtiene el mayor consenso entre los expertos como instrumento más eficaz para aumentar la eficiencia energética en relación al coste.
Incorporar medidas de adaptación al cambio climático puede requerir una mayor inversión inicial, pero, como demuestra la investigación, es rentable tanto para el promotor como para el usuario final. Para el promotor porque el precio de las viviendas con una calificación energética alta puede ser significativamente mayor; mientras que el usuario, además del ahorro económico y energético, disfrutará de un mayor bienestar y confort.
Conviene recordar que la modificación del Código Técnico de Edificación (CTE), que actualmente se está tramitando en Las Cortes para adaptar la normativa española a la normativa europea de consumo de energía casi nulo en los edificios, está previsto que eleve las exigencias en cuanto a eficiencia energética en la construcción.
“La ventilación mecánica con recuperador de calor, tal y como coinciden los expertos, es una solución de eficiencia energética económicamente rentable, con el añadido de asegurar una calidad del aire óptima para la salud de los usuarios de un edificio. Un aspecto que está cobrando cada vez más relevancia ante la tendencia impulsada por la normativa hacia un modelo de construcción que se caracteriza por la hermeticidad de los edificios”, asegura Toni Nicolás Salame, director general de Siber.
Recuperación de calor
Un sistema de ventilación mecánica con recuperación de calor (o doble flujo) expulsa el aire contaminado del interior del edificio -de todas esas sustancias tóxicas- a la vez que filtra el aire que accede desde el exterior. De esta manera, evita que se introduzcan en la vivienda partículas perjudiciales para la salud, proporcionando un ambiente limpio y confortable en todo momento. Además, consigue recuperar hasta el 90% de la energía del aire extraído para calentar o enfriar el que accede al edificio, por lo que disminuye el gasto de energía en climatización para alcanzar la temperatura deseada.