La lucha contra el cambio climático obliga a cambiar el organigrama de todas las administraciones públicas según Javier García Breva
La energía flexible es el resultado de ajustar la oferta y la demanda de energía en tiempo real en cada centro de consumo reduciendo la demanda de energía a la que realmente se necesite y desplazándola en función de la disponibilidad de renovables. Así define Javier García Breva la energía flexible en su último informe IPM, editado por IMEDIA, que presentó junto a Joan Herrera, Director General del IDAE.
Según el experto y líder de opinión Javier García Breva, la energía flexible es posible a través de las sinergias y la interacción entre el autoconsumo, baterías de almacenamiento, punto de recarga para el vehículo eléctrico, aplicaciones inteligentes y agregadores. “De esta manera se facilita al consumidor la gestión de la demanda, el acceso a la más alta eficiencia energética y su participación en el mercado eléctrico como consumidor activo”, explica.
En la presentación del Informe IPM “La energía flexible”, Joan Herrera, Director General del IDAE recalcó que las claves del nuevo modelo energético son la participación de los consumidores, la apertura de la competencia a nuevos actores, incentivar la generación en los centros de consumo y la fiscalidad verde.
Para Joan Herrera, “es necesaria la creación de conciencia de que nuestro país va a sufrir como ningún otro las consecuencias del cambio climático; sin embargo, España tiene un escenario de oportunidades como no ha tenido nunca y el PNIEC es solo el primer instrumento”. El Director General del IDAE señaló el modelo de subastas y de redes como objetivos a analizar para cambiar un modelo que se ha quedado antiguo; así como las comunidades locales de energía para que las ciudades dejen de ser un sumidero de energía.
La energía flexible es viable en el 80% de los edificios
La flexibilidad del sistema energético permite estabilizar la red eléctrica, reducir costes e inversiones y abaratar la factura de la electricidad. Es viable económicamente en el 80% de viviendas y edificios, sustituye a la energía de respaldo y permite la integración masiva de renovables y eficiencia energética.
Por ello, Javier García Breva ha citado como ejemplos de energía flexible a EE.UU., que contará en 2023 con 88 GW de flexibilidad de demanda residencial gracias al autoconsumo fotovoltaico con almacenamiento y carga de vehículos eléctricos en las viviendas, con incentivos al consumidor a través de contadores y tarifas inteligentes. Y al operador del Reino Unido que se prepara para prescindir en 2025 del carbón y el gas, a través del crecimiento de las renovables con almacenamiento y gestión inteligente de la demanda.
La energía flexible reducirá hasta un 70% la demanda energética y un 54% la capacidad de respaldo
Según Javier García Breva, en las nuevas directivas europeas, los objetivos de renovables, eficiencia y reducción de emisiones son interdependientes, con una jerarquía por la que la eficiencia energética es lo primero, porque permite alcanzar objetivos más elevados de renovables y emisiones. Esta diferencia con las directivas anteriores obliga a modificar el organigrama de las administraciones públicas en las que las competencias para combatir el cambio climático están separadas de las competencias sobre los sectores más contaminantes y consumidores.
Javier García Breva citó el último informe de la Fundación Europea para el Clima que estima que la combinación de la eficiencia energética y la electrificación inteligente en el urbanismo y el transporte permitiría a España en 2050 reducir un 70% de la demanda y un 54% de la capacidad de respaldo.
Los municipios han de participar en la energía flexible
Los instrumentos para desarrollar la capacidad de energía flexible coinciden en gran parte con competencias de las administraciones regionales y locales. “El autoconsumo con almacenamiento, microrredes, rehabilitación energética, el edificio de consumo de energía casi nulo, los contadores con funciones de eficiencia energética, calefacción y refrigeración con renovables o el vehículo eléctrico integrado en la gestión energética del edificio son conceptos que deberán incluirse en las normas de las comunidades autónomas y ayuntamientos«, concluye Javier García Breva.