Malos tiempos para la eólica, primera fuente de electricidad de España
Cuando en 1997 nuestros políticos regularon por primera vez la energía eólica en la Ley del Sector Eléctrico, había instalados en España poco más de 200 MW eólicos. Poco podía imaginarse
nadie entonces que en 2013 la eólica, con cerca de 23.000 MW instalados, sería la primera
fuente de electricidad de los españoles. O que España sería el primer país del mundo en que la energía del viento es la que cubre un mayor porcentaje de la demanda eléctrica en un año completo.
Si se ha llegado hasta aquí ha sido porque la eólica ha hecho las cosas bien y ha ido sustituyendo paulatinamente y sin sobresaltos a tecnologías más caras en el mercado eléctrico para que el país pueda alcanzar la mayoría de edad energética e independizarse de las importaciones de países geopolíticamente inestables o de fuentes de energía que ponen en peligro el Planeta.
Con el apoyo de gobiernos de distinto signo, la decidida apuesta de las empresas y la simpatía de la sociedad, la eólica se ha desarrollado
de un modo ejemplar, creando una potente y modélica industria a su alrededor, y creciendo siempre de acuerdo a los objetivos del regulador: hicimos lo que nos pidieron, al ritmo que nos dijeron y al precio que nos marcaron.
Artículo publicado en: FuturENERGY Enero-Febrero 2014