La reforma retributiva del gas propuesta por la CNMC pone en riesgo la consecución de los objetivos del PNIEC
Ante la publicación de las Circulares de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre la retribución del mercado del gas, el sector gasista español manifiesta su decepción ya que considera que la metodología de retribución propuesta desincentiva al Sector en su objetivo de impulsar la transición ecológica a la que España se ha comprometido.
Las medidas propuestas están totalmente desalineadas con la regulación europea, que claramente está apostando por el acoplamiento de los mercados de gas y electricidad además de la flexibilización y el desarrollo de gas como vector para impulsar la descarbonización de la economía. Europa apoya el papel del gas para conseguir los objetivos marcados para la transición energética, y así lo ha reconocido en la estrategia publicada para el 2050.
Según estimaciones del gobierno, el PNIEC requerirá de 235.000 M€ para su desarrollo y, por tanto, de capital extranjero para llevarlo a cabo. Los grandes inversores seleccionan sus países objetivo en función de la estabilidad regulatoria y las señales económicas adecuadas, por lo que se debería evitar que estas circulares causen un impacto negativo directo en el mercado inversor, afectando no sólo al mercado energético sino al de las inversiones en general, así como a la imagen y la economía española.
El recorte en la retribución de las actividades reguladas no está justificado en este escenario, ni está alineado con las señales de política energética elaboradas por Gobierno
La reforma retributiva podrá frenar la consecución de los objetivos medioambientales, energéticos y de sostenibilidad con los que España se ha comprometido y no se ajusta a lo definido en la Orden TEC/406/2019, de 5 de abril, por la que se establecen orientaciones de política energética a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
Entre sus múltiples ventajas, la red gasista actúa como sumidero de CO2 y almacenamiento de energía, a la vez que aporta firmeza y respaldo al sector eléctrico ante el cierre de la industria del carbón, la reducción progresiva de la energía nuclear y la intermitencia de las energías renovables, asegurando el suministro de energía eléctrica.
El modelo retributivo actual, alineado totalmente con la actual política energética del Gobierno, entendido de forma integral, permite, además de contener el coste al consumidor, trasladar el riesgo de inversión al promotor.Gracias a las infraestructuras existentes, el gas podría llegar a 1,3 puntos de suministro adicionales y 14 TWh industriales en 2050, consiguiendo un ahorro de 900 M€ aproximadamente.
Con el nuevo modelo retributivo propuesto, el gas, siendo imprescindible para alcanzar la transición ecológica, ve imposibilitada su expansión y desarrollo, y sin poder garantizar una adecuada calidad de servicio.