La energía fotovoltaica supondrá el 10% de la generación en todo el mundo en 2030
ANPIER, Asociación Nacional de Productores Fotovoltaicos, reunió el 11 de noviembre en Madrid a expertos internacionales en energías renovables para analizar el modelo energético europeo del futuro, conocer la implantación y la proyección de las tecnologías renovables en Europa, en especial la fotovoltaica, y comparar los marcos regulatorios europeos frente al modelo español, marcado por la retroactividad.
En este encuentro, presentó Miguel Ángel Martínez-Aroca Pérez, presidente de ANPIER, se dieron cita ponentes como Javier García Breva, ex director general IDAE; José Francisco Alenza, profesor y decano de la Facultad de CC.Jurídica de la Universidad Política de Navarra; Pere Guerra, responsable de Relaciones Internacionales de ANPIER; Jörg Maye, director general de BSW Solar; Antonio Sa Da Costa, presidente de APREN (Asociación Portuguesa de Energías Renovables); Nina Skorupska, CEO de REA (UK Renewable Energy Association); Stelios Loumakis, presidente de SPEF (Asociación de Productores Fotovoltaicos Helenos); y Rafael Cruz, Chief Legal Officer de Plenium Partners.
En 2020, el 20% del consumo será renovable
La jornada giró en torno a la importancia de las energías renovables en el sistema energético que se implantará en Europa en los próximos años, en línea con los objetivos marcados por la Unión Europea.
“Porque es la respuesta al cambio climático, porque mejora la eficiencia energética, porque genera nuevos puestos de trabajo, por la mejora tecnológica, la energía fotovoltaica es el futuro”, aseguró Jörg Maye. “China y Japón han aumentado un 10% su inversión anual en fotovoltaica, lo que demuestra que están entendiendo esta tecnología como una necesidad y están siendo conscientes de los beneficios medioambientales y económicos que conlleva”, explicó Maye.
Renovables para bajar la factura eléctrica
Y es que las fuentes de energía limpia son las únicas que permitirían sentar las bases de un nuevo modelo energético eficiente, tanto en lo económico como en lo medioambiental. España gasta más de 158 M€ al día para importar una energía que se podría generar con sol y viento. En total, la factura anual de España en importar combustibles fósiles asciende a 45.000 M€. Cada familia podría ahorrar una media de 406 €/año en 2030 con un sistema basado en renovables, según un informe de Greenpeace.
Seguridad jurídica para las 62.000 familias fotovoltaicas españolas
La Jornada de ANPIER también ha servido para abordar la seguridad jurídica de los productores fotovoltaicos en los distintos países europeos. En el caso de España, más de 62.000 familias se han visto afectadas por recortes retroactivos en las primas de hasta el 50% que, según Miguel Ángel Martínez-Aroca Pérez, “podrían llegar a un 20% adicional si se mantiene el bono español”. «Un escenario que contrasta con la certidumbre jurídica que se ha defendido en otros países europeos”, añadió el presidente de ANPIER.
Estos recortes retroactivos dificultan el posicionamiento de nuestro país como referente en energías renovables y retrasan la solución de problemas como la pobreza energética, que afecta a más de 7 millones de personas en España (el 9,1% de los hogares), según un estudio de la Asociación de Ciencias Ambientales.
Algo por lo que las empresas y familias europeas sí están apostando y que les ha permitido disponer ya de energía limpia a precios reducidos. Esta realidad ha sido, en parte, posible porque los cambios regulatorios en todos los países europeos no han tenido carácter retroactivo, incluso en Grecia a pesar de la situación de crisis que está atravesando, según han reconocido los representantes de otros países que han asistido a esta jornada.
En ese sentido, Teresa Rivera, directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI) de París, aseguró que “es necesario que se produzca una transición energética en España gobierne quien gobierne y ocurra lo que ocurra en este país. Y para ello, hay que gestionar la inercia y el cortoplacismo”.
En este cambio de modelo energético la energía fotovoltaica juega un papel fundamental. Según Javier García Breva, “la banca estima que la generación fotovoltaica se va a multiplicar por 10 y va a suponer el 10% de la generación total de energía en el mundo en 2030, con 100 millones de pequeños productores, y el 50% en 2050 gracias al autoconsumo con almacenamiento”.
Reducir la elevada dependencia energética, conservar la seguridad jurídica y mejorar la eficiencia energética en términos de costes son algunas de las razones que han apuntado los expertos por las que la energía fotovoltaica va a ir ganando peso en el mix energético en los próximos años en todo el mundo.
José Francisco Alenza, profesor y decano de la Facultad de CC.Jurídica de la Universidad Política de Navarra, explicó que países como Alemania, que ha reactivado la apuesta por la energía nuclear y las energías renovables, Italia o Japón han aplicado políticas de estímulo a las energías renovables.
Sin embargo, en España la situación es diferente. “A pesar de que es uno de los países donde es más barato hacer una instalación fotovoltaica, la reticencia de las grandes compañías y la incertidumbre jurídica está retrasando el desarrollo de esta tecnología en nuestro país”, comentó Javier García Breva.
El autoconsumo en otros países
En la ciudad de Nueva York ya hay 150.000 instalaciones de autoconsumo y en Australia en los próximos 10 años el 50% de los hogares tendrán autoconsumo con almacenamiento, según García Breva.
Una tendencia imparable en muchos países que está encontrando muchas reticencias en España porque el autoconsumo obliga a cambiar el modelo de negocio eléctrico.
“Más de 9.000 millones de personas de todo el mundo no pueden seguir viviendo en un modelo que no es viable. Apostar por el cambio es una necesidad. La temperatura del planeta no debería aumentar más de 2 grados y con el escenario de contaminación actual el escenario que se baraja es de 2,7 grados”, aseguró Teresa Rivera.
Dos profesoras universitarias, premiadas por su investigación científica
Las jornadas se han clausurado con la entrega del Premio al “I Concurso sobre el riesgo regulatorio en las energías renovables”. El premio ha sido concedido a las profesoras de la Universidad de Loyola de Andalucía, Pilar Navarro Rodríguez y Ana Mercedes López, por su investigación sobre la necesidad de que el Derecho Administrativo controle la regulación de los Estados en las renovables.