Rolls-Royce y TSK entregarán cinco centrales eléctricas, 475 MW de potencia de respaldo para la red eléctrica nacional chilena
El consorcio integrado por el contratista EPC TSK y Rolls-Royce ha firmado un contrato de ingeniería, adquisición y construcción con Prime Energía Quickstart Spa, filial de Prime Energia SpA, para la construcción de cinco centrales eléctricas en Chile, equipadas con 265 grupos electrógenos MTU Onsite Energy 16V 4000. Prime Energía es una subsidiaria de Glenfarne Group, LLC, con sede en Nueva York, promotor, propietario-operador y gestor industrial de activos de energía e infraestructura. Las cinco centrales eléctricas de Prime Energía ofrecerán una potencia total combinada de 475 MW, que se conectará a la red eléctrica de Chile para proporcionar capacidad de respaldo al sistema de suministro energético del país.
Estas centrales son una parte integral de la estrategia de Glenfarne para desarrollar infraestructura energética que respalde la proliferación de energías renovables y la estabilidad de la red en regiones de América con un gran potencial de crecimiento.
El pedido para entregar las centrales a las tres primeras ubicaciones se ha colocado oficialmente con el consorcio, con el pedido de las dos plantas adicionales programado para poco después. Los grupos electrógenos se conectarán digitalmente a través de pasarelas que envían datos a la plataforma MTU GoManage para monitorizar y analizar los datos del sistema. Las centrales eléctricas serán monitorizadas y controladas a distancia en tiempo real por el Centro de Operaciones de Red de última generación de Prime Energía en Santiago.
Chile es una de las potencias económicas de más rápido crecimiento en Latinoamérica. Se espera que la demanda de energía crezca a una tasa anual del 4% en los próximos 5 años, y el país espera beneficiarse de la gran disponibilidad de fuentes de energía renovables. El porcentaje de energía renovable en el mix energético chileno crece a un ritmo constante: su participación, en términos de potencia instalada, se ha más que triplicado desde 2012, y en 2017, con una potencia de alrededor de 4.300 MW, fue aproximadamente del 18%. Para 2035, se espera que no menos del 60% de la electricidad del país se produzca a partir de energía renovable, aumentando al 70% para 2050. A medida que Chile aumenta su dependencia de fuentes de energía renovables variables, habrá un mayor requerimiento de energía de respaldo de respuesta y costes competitivos, tales como las centrales eléctricas de la cartera de Prime Energía para estabilizar la red eléctrica.