Cinco razones por las que desterrar definitivamente las energías sucias
Estos días, el Plan Nacional de Energía y Clima está de plena actualidad ya que el 22 de febrero se presentó el borrador que sienta las bases de la transición energética y el cumplimiento de los objetivos europeos propuestos para el 2030 (una reducción del 30% en emisiones de CO2 en el año respecto a 1990).
La ministra para la Transición Ecológica ha confirmado el cierre de las nucleares entre 2025 y 2035 y la desaparición de las centrales de carbón se hará de forma progresiva desde el 2020. En las próximas décadas, el sector eléctrico está obligado a incorporar energías limpias para conseguir la descarbonización de la economía en 2050 y es imprescindible apostar fuertemente por la eficiencia energética.
Lucera, una de las nuevas compañías eléctricas que apuesta por la eficiencia real con energía 100% verde, apunta las razones por las que el sector necesita desterrar definitivamente las fuentes no renovables:
– Lucha contra el cambio climático: está en nuestras manos ser responsables con nuestro planeta y reducir los efectos negativos del cambio climático y una de las maneras de hacerlo es consumiendo solo energía verde. Aunque es un pequeño gesto, su repercusión es muy importante. Si los consumidores demandan energía limpia a sus compañías, conseguiremos frenar las emisiones de gases nocivos como el exceso de CO2 y la generación de residuos radiactivos procedentes de la producción de energías tradicionales. Solo así conseguiremos frenar la degradación de nuestro entorno.
– Los recursos naturales son inagotables: la energía generada a partir de combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo o el gas, dispone de unos recursos limitados y por tanto este tipo de energía tiene fecha de caducidad. Las energías renovables tienen la gran ventaja de contar con recursos energéticos gratuitos e inagotables. Siempre va a haber agua, viento o sol con los que producir energía limpia. Según Emilio Bravo, CEO de Lucera, “desde el principio, nosotros hemos apostado por suministrar exclusivamente energía 100% renovable porque ya es posible generar electricidad con cero emisiones. Sin embargo, tenemos mucho trabajo por delante en cuanto a la protección del medio ambiente”.
– Mejorar nuestra independencia energética: No tenemos combustibles fósiles, pero sí que contamos con recursos naturaEspaña no es un país productor de energía, de hecho, tenemos que importar la mayoría de la energía que consumimos, especialmente gas y petróleo. les de los que obtener energía limpia. Apostar por las energías renovables significa garantizar el suministro de energía y dejar de depender de las importaciones, que además provienen de países inestables con vaivenes políticos y económicos.
Además, los recursos económicos que se destinan cada año para traer la energía que nosotros no podemos producir podrían destinarse para la producción propia de energía limpia. Con ello se potenciaría la riqueza nacional frente al gasto en importación de energía. La energía eólica, la solar -que podríamos aprovechar mucho en España-, la geotérmica, la hidráulica y otras menos utilizadas como la biomasa y la mareomotriz son las fuentes de energía que moverán la economía del futuro.
– Una ventana abierta al autoconsumo: La proliferación de energías renovables, junto con un cambio regulatorio como el previsto, supondrá una ventana al autoconsumo eléctrico. Que cada edificio tenga, por ejemplo, sus propias placas solares permitirá una mayor eficiencia energética y un mayor control sobre el consumo de cada hogar o edificio. Un futuro en el que los usuarios tienen el control de su consumo energético y las empresas apuestan por energías limpias es un futuro más sostenible para las próximas generaciones.
– Llevar energía a lugares aislados: Las energías renovables permiten a las localidades más aisladas aprovechar los recursos naturales para generar su propia energía, especialmente aquellas donde no llega la red eléctrica tradicional. Sin duda, en una pequeña localidad aislada es más fácil instalar paneles solares que una central nuclear.
Según Emilio Bravo, “está en nuestras manos cambiar el modelo de energía actual por uno más sostenible y eficiente apostando por energía limpia y mejorando nuestros hábitos”.