Europa simplemente no puede permitirse seguir desperdiciando energía
Hans Korteweg, director gerente de Cogen Europa
11/04/2022La gran mayoría de las partes interesadas en la comunidad energética europea están de acuerdo con el objetivo final: emisiones netas cero para 2050. Las vías potenciales y los hitos hacia las emisiones netas cero se están debatiendo actualmente y estos también dependerán de las condiciones específicas de cada país. También deben tenerse en cuenta las preocupaciones en relación con la seguridad energética y la asequibilidad.
Aunque el objetivo de la descarbonización es ampliamente aceptado y respaldado, sigue existiendo la necesidad de que los formuladores de políticas adopten un enfoque equilibrado. Sí, es importante invertir en fuentes de energía renovables, pero todavía estamos muy lejos de que dichas fuentes puedan satisfacer el 100 % de las necesidades energéticas de todos los hogares y empresas de Europa. Por lo tanto, también debemos buscar formas de ahorrar energía y reducir las emisiones eligiendo las tecnologías más eficientes. Especialmente en las circunstancias actuales: ¡Europa simplemente no puede permitirse seguir desperdiciando energía!
A pesar de la aprobación de una legislación ambiciosa de eficiencia energética a nivel de la UE (la Directiva de Eficiencia Energética de 2012 y su revisión en 2018), Europa ha progresado lentamente y solo cumplió su objetivo para 2020 de reducir el consumo de energía debido a la pandemia de coronavirus. Actualmente, el Parlamento Europeo y los Estados miembros están analizando de cerca los detalles de una nueva Directiva de Eficiencia Energética (EED), basada en un texto que presentó la Comisión Europea el verano pasado, como parte del paquete 'Fit for 55'.
La propuesta de la Comisión para una nueva DEE tiene por objeto reconfirmar que “la eficiencia energética es lo primero” como principio general de la política energética de la UE. Incluye objetivos ambiciosos y vinculantes para reducir el consumo de energía en la década actual al obligar a cada Estado miembro a generar ahorros de energía anuales en todos los sectores, incluidos los edificios, la industria y el transporte.
El nuevo texto de la Comisión se hace eco de la DEE anterior al afirmar que “la cogeneración de alta eficiencia y la calefacción y refrigeración urbana eficientes tienen un potencial significativo para ahorrar energía primaria en la UE”. El sector de la cogeneración, representado por Cogen Europa, está listo para desempeñar su papel ayudando a la UE y sus Estados miembros a reducir su consumo de energía ofreciendo tecnologías eficientes que proporcionan a las comunidades y empresas la capacidad de electricidad, calor y refrigeración que necesitan, precisamente donde y cuando estos son necesarios.
La cogeneración, también conocida como calor y energía combinados o CHP, es la producción simultánea de calor y energía. La tecnología optimiza el uso de cualquier fuente térmica, incluidos los gases, la bioenergía, el hidrógeno, el calor residual, la geotermia o la energía solar térmica, al minimizar la cantidad de energía que se desperdicia. CHP reduce las emisiones al desplazar las centrales eléctricas y las calderas que son menos eficientes y más contaminantes. Al producir electricidad gestionable, CHP puede complementar soluciones de energía limpia como bombas de calor, energía solar (PV) y eólica.
Hoy en día, la cogeneración proporciona el 12% de toda la electricidad utilizada en Europa y el 16% de todo el calor. CHP es la mejor tecnología disponible de amplia gama para industrias que necesitan un suministro continuo de calor de proceso, incluidos productos químicos, pulpa y papel, alimentos y bebidas, cerámica y alúmina. CHP también juega un papel importante en el sector de la construcción, ya sea a través de redes de calefacción urbana o soluciones de micro-CHP. El sector público también está cosechando los beneficios de la cogeneración, incluidas las principales instituciones de la UE, todas las cuales confían en CHP para calentar y alimentar su sede en Bruselas.
De manera crucial, en el contexto del Green Deal de la UE y Fit for 55, la cogeneración es una tecnología preparada para el futuro que maximizará la eficiencia de cualquier fuente de energía térmica. Ya hoy en día, alrededor de un tercio de la cogeneración de Europa está impulsada por fuentes de energía renovables y bajas en carbono. Las unidades CHP modernas tienen la capacidad de cambiar de gas natural a gases renovables e hidrógeno, a medida que estén disponibles. Independientemente del combustible que se elija utilizar, la cogeneración descentralizada es la solución más eficiente para suministrar electricidad y calor (o refrigeración) a hogares y empresas.
A medida que Europa avanza por el camino hacia el cero neto, la cogeneración puede desempeñar un papel central para ayudar a lograr un sistema energético descarbonizado, eficiente y resistente. Será especialmente importante para la descarbonización del calor en la industria, los edificios y la calefacción urbana, donde la electrificación basada en energías renovables no sea factible. CHP también representa la fuente más eficiente de electricidad flexible, que complementa las energías renovables intermitentes, como la eólica y la solar (PV), y reduce o incluso elimina la necesidad de nuevas plantas de energía nuclear o de gas.
La cogeneración es esencial para garantizar que los combustibles renovables como el biogás, el biometano y el hidrógeno verde se utilicen de la manera más eficiente, proporcionando la máxima cantidad de energía útil a los hogares y las empresas. Según un estudio encargado por Cogen Europa en 2020, promover la adopción de la cogeneración en toda Europa podría generar un ahorro de costes de hasta 8.200 millones de euros al año como parte de una Europa con cero emisiones netas para 2050.
Para que Europa cumpla sus objetivos de emisiones y alcance el cero neto, los esfuerzos para reducir la demanda de energía y aumentar la adopción de energías renovables deben ir acompañados de medidas para garantizar que la energía se produzca y gestione de la manera más eficiente posible. La nueva Directiva de Eficiencia Energética (EED) tiene un papel crucial que desempeñar en el impulso de las ganancias de eficiencia en todo el sistema energético, incluida la conversión, transmisión, distribución y uso final. En este contexto, la UE debería priorizar la cogeneración para garantizar el uso más eficiente de todas las fuentes de energía térmica.