Más calefacción con biomasa y reducir las emisiones de partículas es posible en Europa
Tanto la agencia francesa del medio ambiente, ADEME, como el centro de investigación austriaco BEST, llegan a la misma conclusión: para reducir las emisiones de CO2 y partículas a la atmósfera es necesario sustituir equipos que utilizan combustibles fósiles y también estufas y calderas obsoletas de leña.
Hacerlo con equipos modernos de biomasa aceleraría el proceso de forma significativa, aunque también es fundamental utilizar biocombustibles de calidad y llevar a cabo una operación y mantenimiento correctos de las instalaciones.
¿Cómo se miden las emisiones?
• Las emisiones de partículas PM10 debidas a los sistemas de calefacción por biomasa se han sobreestimado por un reparto erróneo entre las tecnologías obsoletas y modernas.
• Las calderas y estufas de biomasa modernas generan muchas menos emisiones que las que se asignan de forma global a la calefacción con biocombustibles de origen leñoso.
A partir de estos hallazgos, propusieron un cambio en el factor de emisión utilizado para los equipos modernos de biomasa y una distribución más acertada del número de equipos modernos vs obsoletos para realizar un cálculo de emisiones más realista.
En Francia, el proyecto CARVE ha evaluado durante 4 años (entre 2015 y 2019) las emisiones de equipos obsoletos, comparándolas con sistemas modernos, tanto de leña como de pellets, en condiciones reales de operación.
Los resultados confirman una mejora en todos los parámetros estudiados al reemplazar un equipo antiguo por otro de tecnología avanzada: mejora del rendimiento entre un 16 y un 34%; reducción de emisiones de CO entre el 41 y el 87%; y reducciones en la emisión de partículas entre el 44 y el 57%.
El estudio de ADEME señala los tres factores decisivos en la generación de emisiones por combustión de biomasa: humedad del biocombustible, potencia de trabajo del equipo y mantenimiento de la instalación.
Más biomasa, menos emisiones
Los investigadores de BEST concluyen que en 2050 el país alpino podría reducir las emisiones de partículas en un 90% en un escenario de climatización 100% renovable en el que se incrementara la participación de la biomasa moderna utilizando la tecnología actual (aunque en realidad todos los fabricantes centran gran parte de sus esfuerzos tecnológicos en seguir reduciendo emisiones).
En su estudio, recogieron datos de consumos y emisiones de 50 casos de reemplazo de equipos antiguos por calderas de biomasa, antes y después de la sustitución, observando una reducción superior al 70% de CO2 -incluyendo las emisiones en la cadena logística de los biocombustibles- y del 50% en partículas.
Así, estiman que, en la actualidad, por cada equipo de leña reemplazado se podrían cambiar entre 8 y 10 calderas de gasóleo por un sistema moderno de pellet sin que aumentaran las emisiones PM10.
Pero también destacan que, aunque importante, el reemplazo de equipos domésticos de calefacción no es la única solución para acabar con las emisiones de partículas. Sería muy recomendable, por un lado, diseñar un plan que obligara a los grandes generadores de emisiones a sustituir sus tecnologías obsoletas y, por otro, crear conciencia sobre la importancia de utilizar combustibles adecuados.
Objetivo 2050
La biomasa en España
Según Javier Díaz, presidente de Avebiom, “la imagen de la biomasa térmica se ve perjudicada en algunos casos por una adjudicación errónea de las emisiones de partículas. La metodología que se utiliza para estimar las emisiones a nivel nacional debe distinguir con claridad los equipos obsoletos e ineficientes de los sistemas tecnificados de biomasa, que cumplen sobradamente con la normativa Ecodiseño.”
Avebiom ha presentado recientemente al Gobierno de España dos ambiciosos proyectos para favorecer la implantación de la biomasa en municipios de menos de 5.000 habitantes, a través de 100 nuevas redes de calor y del recambio de 255.000 calefactores obsoletos o con combustibles fósiles por sistemas modernos de biomasa. “Acciones totalmente alineadas con los objetivos del Plan de Recuperación y Resiliencia y la reducción de emisiones”, afirma Díaz.
En 2020 llegamos a las 433 redes de calor con biomasa en España
El último informe del Observatorio de la Biomasa, correspondiente a 2020, elaborado por la Asociación Española de la Biomasa (Avebiom) ha inventariado 433 redes de calor con biomasa, que suponen cerca de 383 MW de potencia térmica instalada. Estos son los datos más significativos:
- Las tres cuartas partes de todas las redes de calor existentes en España funcionan con biomasa en lugar de utilizar combustibles fósiles, lo que es un buen apoyo a la transición energética en marcha.
- Cataluña y Castilla y León se sitúan a la cabeza, tanto en número de redes como en potencia instalada, aunque en la primera se observa una mayor vocación pública y en la segunda más instalaciones en el ámbito residencial privado.
- Fijando el valor de 1 GWh/año como referencia, en España existen 55 redes y 378 microrredes.
- El 64,3% de las redes se ubican en poblaciones de menos de 5.000 habitantes.
- El 13% de las instalaciones están en grandes poblaciones, pero acumulan el 44% de la potencia total.
- La mayor parte de las redes consume astilla forestal, aunque las redes más pequeñas, con potencia inferior a 1 MW, pueden utilizar también pellet. El uso de otros biocombustibles, como el hueso o el biogás, es testimonial.
- El 75% de las redes inventariadas suministran energía a algún edificio de uso público.
- El 22% de las redes inventariadas suministra energía a edificios privados, fundamentalmente viviendas, y también a instalaciones de la hostelería o centros deportivos privados.
- Tan solo se han localizado 4 redes en polígonos industriales para abastecer a más de un usuario.