Nueva tendencia de los gimnasios

Si bien el mundo del fitness ha presentado un gran crecimiento en los últimos años, existe un problema sobre el cual no se suele hablar y guarda relación con el impacto medioambiental que pueden tener los gimnasios. El alto consumo de agua, la producción indiscriminada de plástico y el gasto de energía eléctrica, son solo algunas de las preocupaciones que actualmente se generan en este tema. Es por este motivo que surge el sustainable fitness.

El sustainable fitness es un modelo de gimnasios sostenibles que busca ser una alternativa a los espacios tradicionales y que sintoniza con los desafíos que enfrenta la humanidad.

El principal problema que enfrenta el modelo de gimnasios que hemos conocido hasta ahora, se encuentra en el alto consumo de recursos y en la alta producción de desechos.

En cualquier centro de fitness se puede encontrar, por ejemplo, una máquina expendedora con bebidas. Estas máquinas gastan entre 2500 y 4400 kWh al año, una cantidad 10 veces mayor a la media de un frigorífico regular. Este es solo uno de los tantos problemas que se podrían mencionar. Basta con mirar el creciente número de gimnasios que funcionan 24/7 y todo el gasto energético que eso supone.

Resulta evidente entonces que el problema no pase desapercibido y que muchos intenten encontrar alternativas que combatan este consumo indiscriminado de recursos.

Ahora que ya he planteado la magnitud del problema, es momento de que explicar cómo funciona un gimnasio sostenible en su interior y las novedades que ofrece con respecto a los espacios tradicionales.

Si bien cada establecimiento que se ajuste a los estándares del 'sustainable fitness' tendrá sus propias normas, en general estos comparten algunos valores básicos.

En este sentido, uno de los puntos prioritarios se encuentra en la reducción de los gastos innecesarios y que pueden resultar nocivos para el medio ambiente.

La ausencia de máquinas expendedoras, la reducción en el uso de plásticos y el diseño de duchas que optimicen el consumo de agua, son algunos de los puntos clave en este nuevo modelo de gimnasios.

Uno de los aspectos que más llama la atención, es que en estos espacios se busca acercar a las personas a un entorno natural.

La presencia de vegetación y el uso de productos reciclados contribuyen a constituir un entorno donde, una de las principales prioridades, es la creación de conciencia en los usuarios.

Un elemento que no se puede pasar por alto en los gimnasios sostenibles es el uso de energías renovables y la manera en que éstas se obtienen.

Estos sitios cuentan con cintas de correr, elípticas, multiestaciones de musculación y bicicletas estáticas que, gracias al esfuerzo del usuario, generan la electricidad que ayuda a alimentar al establecimiento.

En el estudio 'Human Power Generation in Fitness Facilities' presentado en el 4th International Conference on Energy Sustainablility, se da una estimación de la energía que podrían generar un grupo de 28 elípticas, situando la cifra en 10,000 kWh al año.

Si bien no resulta una cantidad muy elevada, sabemos que al menos podría cubrir el consumo de entre dos y cuatro máquinas expendedoras al año.

Actualmente ya se han planteado los beneficios que tendría utilizar el esfuerzo físico del ser humano como una fuente de energía renovable y no resulta descabellado pensar en que este tipo de producción se convierta en realidad.

Así lo ha demostrado otro estudio, 'Gym Power Station: Turning Workout into Electricity' publicado en el International Research Journal of Engineering and Technology (IRJET) en marzo de 2017, donde se plantean algunas de las aplicaciones que dichas prácticas podrían tener en las ciudades del futuro. De hecho, también existen ejemplos de cómo se podría aprovechar el esfuerzo invertido en todas las máquinas del gimnasio.

Un ejemplo claro de esto se encuentra en otro trabajo 'Energy Generating Gymnasiums Machines for Renewable, Sustainable and Green Energy' , donde se exponen las maneras en las que podrían ser instalados generadores en gran parte de las herramientas. El estudio explica que incluso se podría llegar a conseguir que todas las máquinas del gimnasio suministren la energía suficiente como para hacer funcionar todos los aparatos eléctricos y, además, la energía sobrante se pueda vender a las compañías de energía.

Si bien el punto anterior demuestra los esfuerzos que se realizan para reducir el consumo energético, es necesario mencionar que la gran fuente de alimentación de estos establecimientos se encuentra en las energías renovables más populares.

La instalación de paneles solares resulta indispensable para el funcionamiento de estos gimnasios, disminuyendo enormemente el gasto de energía eléctrica.

En la oferta actual de la industria de la energía solar, 120 metros cuadrados de paneles solares podrían producir hasta 850 kWh al mes.

Siguiendo con el problema de los recursos, otro aspecto que preocupa bastante al interior de los gimnasios es el elevado consumo del agua por las duchas que estos se dan después de sus entrenamientos.

Según los datos ofrecidos por el Instituto de Agricultura y de Recursos Naturales de la Universidad de Nebraska, se estima que en una ducha se gastan alrededor de 26 litros de agua por minuto. En este mismo informe se plantea que una ducha promedio dura unos 8 minutos, lo que nos lleva a un consumo total de 208 litros por persona.

Es por esta razón que en los gimnasios sostenibles no puede faltar la instalación de grifos que permitan duchas eficientes. La grifería moderna busca reducir la cantidad de agua invertida en cada uso, reduciendo alrededor de un 20% el gasto señalado anteriormente.

Si bien los gimnasios sostenibles son una alternativa muy interesante para contribuir a disminuir el impacto del ser humano sobre la naturaleza, es evidente que todavía queda mucho por mejorar.

Basta con mencionar que esta tendencia es incipiente y que todavía no cuenta con los niveles de relevancia que merece.

A pesar de que en otros países ya comienzan a posicionarse como una opción fuerte, en España no son más de un par los gimnasios que forman parte del 'sustainable fitness'.

La buena noticia es que la preocupación por el medio ambiente crece día tras día y que, por lo menos, ya existen iniciativas para aportar con esta causa.