Avebiom presenta el sello ‘Instalador de Biomasa Certificado’
La Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom) ha puesto en marcha el primer sello de ‘Instalador de Biomasa Certificado’ (IBC), que presentó el 9 de mayo en la sede del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (Idae). El objetivo: ofrecer al cliente garantías de calidad y control de las instalaciones y poder diferenciar en el mercado las empresas que ejecutan de forma profesional su trabajo.
Juan Jesús Ramos, responsable de la creación de este sello en el seno de Avebiom, fue el encargado de presentar esta nueva iniciativa de la asociación, que estuvo acompañado por Felipe Romero, director técnico y responsable de proyectos europeos del ICCL, entidad responsable de realizar las auditorias y controles necesarios para otorgar el sello.
Según comentó Ramos al inicio de su intervención, con este sello se cierra el círculo a la hora de contar con instalaciones de calidad. En un primer momento, con la directiva de ecodiseño, se aseguró unas calderas de calidad; el conflicto equipo-combustible se subsanó con la certificación de los combustibles EnPlus y ahora, con este sello se garantizará una instalación de calidad. "Con este sello queremos dar visibilidad a las empresas que quieren hacer las cosas bien".
Como es complicado estandarizar cómo debe de ser una instalación, pues puede tener diferentes soluciones, todas ellas válidas, desde Avebiom han optado por certificar a la empresa instaladora, comprobando que cumple con todos los requisitos para realizar una instalación correcta en diseño, montaje, operación, mantenimiento y reparación. Ponen el foco de atención en dos aspectos fundamentales: formación de personal y experiencia demostrada de la empresa.
Requisitos para la certificación
El sello se ha puesto en marcha en colaboración con el Instituto de la Construcción de Castilla y León (ICCL), que actúa como entidad de certificación en todo el territorio nacional.
Para obtener el sello, los instaladores tienen que cumplir una serie de requisitos definidos en la ‘Carta de Calidad’ en cuanto a su organización, el grado de especialización, la experiencia demostrada, las condiciones de prestación del servicio, la respuesta ante el cliente, la disponibilidad de personal técnico cualificado y los recursos materiales disponibles.
Esta ‘Carta de Calidad’ recoge, entre otras exigencias, el compromiso de informar al cliente de las condiciones idóneas en las que debe realizarse la instalación y el mantenimiento, así como el de asesorar para elegir la solución técnica más eficiente; y la obligación de entregar una factura detallada conforme al presupuesto aprobado.
Para acceder a la certificación, la empresa tiene que contar en plantilla con personal técnico de experiencia contrastada y estar inscrita en el registro autonómico de empresas instaladoras.
El técnico, por su parte, tiene que cumplir los requisitos de formación, experiencia y especialización establecidos en el Perfil Profesional aplicable a su especialidad. La organización certificada dispondrá de un procedimiento de atención de quejas y reclamaciones de sus clientes.
El director técnico y responsable de proyectos europeos del ICCL, Felipe Romero, ha subrayado que el objetivo de la certificación es doble. Por una parte “aumenta la profesionalidad de las empresas del sector y, por otra parte, amplía las garantías que ofrecen a sus usuarios mediante el compromiso recogido en una exigente carta de calidad”.
ICCL, como entidad de certificación externa, aporta al modelo desarrollado por Avebiom la garantía de imparcialidad, competencia técnica, transparencia y confidencialidad necesarias a lo largo de todo el proceso de certificación.
“El alcance de la certificación se extiende a toda la cadena de valor, incluyendo el diseño, montaje, operación, mantenimiento y reparación de instalaciones”, ha precisado Romero.
Cinco empresas en proceso de certificación
En la presentación también participaron representantes de tres de las cinco empresas que ya están en proceso de certificación: Juan Cabello, de la firma Calordom; Antonio Benavides, de Gebio y David Modroño, de Biomaser.
Todos coincidieron en que es necesario crear este sello de calidad. “Esta iniciativa es vital, casi de supervivencia para las empresas”, calificó el responsable de Calordom. De forma similar se manifestaba Antonio Benavides, para el que el cerficado de instalador de biomasa “es necesario y nos puede ayudar a posicionarnos bien ante terceros tras nuestros años de experiencia adquirida”. Finalmente para David Modroño, este sello les va a diferenciar de la competencia -intrusismo y grandes centros comerciales-; optar a licitaciones a las que solo accedian los 'grandes' y realizar una mejora continua en la propia empresa gracias a las exigencias de la certificación".