La importancia de la eficiencia energética en los centros sanitarios
José Luis Borrallo. Director de la división HVAC de Johnson Controls en España
08/03/2019Desde hace décadas Johnson Controls ha trabajado en acuerdos con hospitales para proporcionar soluciones costumizadas que mitiguen los riesgos de disrupciones en el funcionamiento diario de estos centros de salud.
La necesidad de una buena climatización y eficiencia energética en un edificio es elemental, pero cuando hablamos de hospitales y centros sanitarios estas exigencias se multiplican exponencialmente. En los hospitales, la iluminación, el aire caliente y frío, los sistemas de seguridad y la monitorización de los diversos subsistemas que lo componen, funcionan 24 horas al día, los 365 días al año.
En un hospital se suceden circunstancias específicas que lo diferencian de otros edificios, como la necesidad de una higiene y limpieza ambiental por parte de dos actores principales como son el personal del centro, y muy especialmente, la climatización. El tratamiento del aire debe contribuir a la efectiva y rápida curación del paciente. La concentración de enfermos y la gran cantidad de personas con defensas bajas requieren de espacios donde el aire esté tratado con una gran precisión. Una mala climatización puede facilitar la transmisión de organismos patógenos entre las personas (personal sanitario, enfermos, acompañantes o visitas) que coinciden en el hospital. De hecho, las infecciones sucedidas dentro de los propios centros médicos llegan a afectar a una media del 7% de los pacientes ingresados (denominadas HAI –hospitals acquired infections) y requieren de un control y monitorización exhaustiva de la calidad de aire. En Europa, se registran cada año 4,1 millones de personas afectadas y 37.500 muertes al año por esta causa.
Dar solución a todos estos requerimientos supone un mayor consumo de energía y, con ello, un aumento significativo de los costes. Así, la eficiencia energética se convierte en una de las principales preocupaciones para los gestores hospitalarios, que deben afrontar el reto de contener sus costes operativos, sin que esto afecte a la calidad de sus servicios ni al confort de los usuarios. Sistemas de gestión como los BMS (Building Management Systems) se han convertido en indispensables en el sector sanitario. Este tipo de soluciones pueden lograr ahorros constatados de hasta un 20% en la factura eléctrica real, según la Asociación de Empresas de Servicios Energéticos (Anese).
Eficiencia sanitaria a un nuevo nivel
Las soluciones integradas proporcionan a los hospitales, a las clínicas de rehabilitación, residencias de ancianos o centros de día para personas dependientes una gran ventaja dotándoles de:
- Comunicaciones optimizadas para los cuidados.
- Un trabajo más eficiente.
- Un mayor foco en el cuidado del paciente.
- Una reducción de los costes operacionales.
- Una mejora del funcionamiento global del edificio.
- Cumplimento con la normas locales y europeas.
- Un mejora de la satisfacción del paciente.
La tendencia actual en las infraestructuras sanitarias está centrada en la capacidad de desarrollar una atención centrada en el paciente a través de una integración tecnológica estratégica. El resultado, ofrecer una mejor experiencia y seguridad del paciente, un mejor flujo de trabajo y una mayor satisfacción del personal, mientras se reducen costes. Sin lugar a dudas, para lograr este objetivo, la eficiencia energética puede convertirse en una gran palanca y en el mejor aliado.