Sistemas de limpieza C.I.P.: no hace falta desmontar el sistema de producción
El sistema de limpieza C.I.P. (clearing in place) se basa en la limpieza del equipo de producción sin el desmontaje, lo cual supone una ventaja notable respecto a los sistemas tradicionales de limpieza.
El sistema consiste en hacer circular a través del sistema de depósitos y líneas de proceso una serie de soluciones de limpieza y desinfección en un circuito cerrado desde unos depósitos de preparación de estas disoluciones, de acuerdo con unas secuencias y unos tiempos establecidos a priori. Estos sistemas admiten un alto grado de automatización, pero también se pueden configurar para que funcionen de forma manual.
El propósito del sistema de limpieza C.I.P. es eliminar los compuestos orgánicos propios del proceso ya que son la base para el crecimiento de bacterias y precursores de fenómenos de biocorrosión. La limpieza de depósitos y tuberías es una limpieza química basada en los parámetros; concentración y tipos de agentes de limpieza, temperatura y tiempo. La suciedad se disuelve químicamente y la velocidad del fluido deber ser la adecuada para la descarga de las partículas desprendidas de la suciedad. Los programas de lavado dependerán del producto y exigencias sanitarias.
La disolución C.I.P. se prepara añadiendo el reactivo al tanque de formulación y recirculando la disolución a través de la planta de proceso mediante la bomba centrífuga que se sitúa en paralelo a la bomba del producto. El reactivo se dosifica en un tanque mediante una bomba dosificadora y al mismo tiempo se va añadiendo agua para que se pueda conseguir la concentración deseada. Una vez que se haya conseguido la concentración necesaria del producto, el sistema de control lo detectará y dará aviso de que ha finalizado con el paso de preparación de la disolución.