Stadler mejora las operaciones de Vaersa con su nueva planta de envases ligeros en Alzira, Valencia
Stadler Anlagenbau GmbH, especializada en la planificación, producción y montaje de plantas de reciclaje y clasificación llave en mano, ha diseñado y construido una planta de clasificación de envases ligeros de última generación para la empresa pública Vaersa situada en Alzira (Valencia).
La inauguración de la renovada planta de envases ligeros de Vaersa, diseñada y construida por Stadler en Alzira, es “un referente en el sector español de la gestión de residuos”. El acto tuvo lugar el 3 de julio, señalan en una nota de prensa fuentes de Stadler.
El acto contó con la presencia de los representantes del gobierno local con competencias medioambientales: la consejera de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio de la Comunidad Valenciana, Salomé Pradas; el secretario autonómico de Medio Ambiente y Territorio, y el director general de Calidad y Educación Ambiental, Jorge Blanco. También asistieron representantes de Vaersa, como el director general de la compañía, José Alberto Comos, y el subdirector de la misma, Raúl Esteban. Por parte de Stadler, acudió el director de Operaciones en España de la multinacional alemana, Ismael Avilés Ortega; el presidente del Consorcio V4 Ribera-Valdigna, Vicent Estruch, y el alcalde de Alzira, y Alfons Domínguez.
La jefa del Departamento de Residuos de Vaersa, Noelia Almiñana Lledó —quien recordó los inicios en el año 2000 de las instalaciones alcireñas, cuando la clasificación de los residuos se hacía de forma manual— destacó los avances logrados gracias a la automatización del proceso por parte de Stadler y subrayó que la planta garantizará a partir de ahora la correcta recuperación de los envases ligeros.
Más capacidad y calidad gracias a la automatización
Vaersa —empresa pública dependiente de la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Transición Ecológica y Emergencia Climática de la Generalitat Valenciana— presta servicios relacionados con la gestión medioambiental, incluida la gestión de residuos orientada a lograr una economía circular. La compañía dependiente del Ejecutivo valenciano opera la instalación de Alzira desde el año 2000, cuando se hizo cargo de la planta de clasificación de envases ligeros, “coincidiendo con la implantación de la recogida selectiva de residuos”.
El pasado año Vaersa tomó la decisión de modernizar y ampliar la capacidad de la planta “para hacer frente a los crecientes volúmenes de residuos de envases ligeros y mejorar la calidad de la producción destinada al reciclado. Como empresa pública, convocó un concurso para adjudicar el proyecto con arreglo a la Ley de Contratos del Sector Público”, señalan desde Stadler.
La tecnología más moderna
Los criterios de licitación de la ampliación y modernización de la planta incluían “el diseño de la línea de clasificación para priorizar la optimización de la recuperación, favorecer el funcionamiento y la facilidad de movimiento dentro de la instalación, y mejorar la eficiencia operativa mediante la colocación de cada pieza del equipo y los criterios de implantación”.
La ergonomía y la seguridad del personal de la planta en todos los aspectos del funcionamiento, desde las tareas de clasificación y el control de calidad hasta la limpieza, el funcionamiento y el mantenimiento, fueron fundamentales para el proyecto, remarcan desde la multinacional germana.
Además, los criterios de licitación también exigían incluir un análisis del mantenimiento preventivo y correctivo, así como el establecimiento de medidas para garantizar la modularidad y flexibilidad de la línea de procesamiento. “Stadler presentó un anteproyecto muy detallado, que fue el mejor valorado por la mesa de contratación, y resultó adjudicatario del contrato”, añaden las mismas fuentes.
“La planta de clasificación de envases de Alzira era la más antigua de las plantas de Vaersa y, por tanto, la menos automatizada. Nuestro principal y mayor reto era implantar una línea de procesamiento automatizada que duplicara la capacidad de la planta existente en el mismo espacio. Stadler diseñó una línea de proceso compacta que se adapta al espacio disponible, incorporando la tecnología de clasificación más moderna sin comprometer su funcionamiento, rendimiento y eficiencia”, describió Noelia Almiñana Lledó.
Más del doble de capacidad y mayor calidad de producción
La nueva planta aumenta la capacidad de la instalación de 3 toneladas / hora a 8 t/h, lo que la convierte en una de las mayores plantas de clasificación de España en términos de capacidad.
“Uno de los principales retos era que estábamos sustituyendo una planta existente”, explicó Ismael Avilés Ortega, director de operaciones de Stadler en España. “Esto exigía un diseño estudiado al detalle que encajara en el edificio existente, por lo que el trabajo preparatorio de nuestros ingenieros fue crucial”. El director de Operaciones en España de Stadler añadió que “el proyecto supuso desmantelar toda la planta existente, lo que se hizo en un tiempo récord. Otras empresas realizaron las obras civiles, de ahí la gran importancia de una buena comunicación y coordinación”.
El diseño de Stadler para la nueva planta automatiza el proceso de clasificación con dos cabinas de clasificación, dos separadores balísticos Stadler STT2000 que separan los materiales flexibles 2D y 3D, separadores magnéticos y de Foucault que clasifican los metales en férricos y no férricos, y clasificadores ópticos que recuperan los materiales de reciclaje.
“La producción se clasifica en PET, PEAD, film, Tetra-Pak, mezcla de plásticos y metales férricos y no férricos”, se enumera en la nota de prensa. Al final del proceso, los materiales recuperados se embalan y se envían a reciclar. El nuevo diseño de la planta también aumenta la eficiencia del proceso de clasificación y mejora la calidad de las fracciones de salida para apoyar el compromiso de Vaersa de avanzar hacia una economía circular.
El diseño de Stadler destaca por la flexibilidad y modularidad de la línea de procesamiento. “Los sistemas de derivación se han diseñado para garantizar la continuidad del tratamiento en caso de paradas críticas de los equipos”, comenta José David Castillo Cáceres. “También se agradece la normalización de los equipos y componentes mecánicos y eléctricos, que ayuda a optimizar la gestión de las piezas de repuesto”.
La nueva planta, prosiguió Castillo Cáceres, cuenta “con una gran capacidad de adaptación a posibles cambios en las características y composición de los materiales de entrada”. Para ello, Stadler ha asignado reservas de espacio que permitirán la futura instalación de nuevos equipos para posibles adaptaciones del proceso.
La responsable del proyecto en del Departamento de Residuos de Vaersa, Diana Torres, subrayó “la buena planificación de las obras y el cumplimiento de todos los plazos de ejecución. Nos ha impresionado la profesionalidad del personal, altamente cualificado, de Stadler, así como la capacidad técnica de todo su equipo, desde el Departamento de Proyectos, que diseña la mejor solución posible en función de los requisitos, hasta el personal de montaje, siempre disponible para resolver cualquier imprevisto”.