Sakma tiñe de rojo el Convento de las Verónicas (Murcia)
El antiguo Convento de las Verónicas, en Murcia, con sus más de 800 m2 entre salas y pasillos y con una altura de hasta 18 metros, hacen que parezca imposible teñirla todo en color rojo. Sin embargo, el diseñador de iluminación, Francisco Cascales (FCLD), con la colaboración de Sakma lo han hecho posible y el resultado no puede ser más espectacular.
La Sala Verónicas presenta la retrospectiva de Tomy Ceballos, figura esencial de los nuevos comportamientos fotográficos en España. Es reconocido como gran renovador del fotograma, gracias al uso poético y onírico que hace del mismo, ofreciendo, desde finales de los ochenta, una amplia gama de propuestas formales, que van evolucionando en diálogo con otras técnicas y siguiendo aspiraciones como la búsqueda de volumen de la escena fotografiada. Por ello, su obra manifiesta una constante inquietud, que se traduce en la incesante investigación acerca de las posibilidades artísticas de la fotografía.
La iluminación roja que tiñe Las Verónicas acompaña la exposición del fotógrafo Tomy Ceballos y recuerdan a una sala roja característica de los laboratorios fotográficos.
La exposición cuenta con varias de las piezas que otorgaron a Ceballos reconocimiento internacional, destacando sus fotogramas corporales como una apología de la intimidad y de esa distancia cero entre objeto y huella. En efecto, la visión de estas obras provoca una fascinación que aumenta si se observa su proceso de creación.
Pero no solo se acude a fotogramas como medio de expresión, sino que aparecen en escena otros elementos que tienen que ver con su historia y su presente. De este modo, la alquimia del laboratorio fotográfico es representada por la luz roja que impregna por toda la sala, diseño de Francisco Cascales (FCLD), con la colaboración de Sakma.
La huella es el molde de la ausencia se presenta, así, como un proyecto que propone varios niveles de experiencia para pensar el mundo de la imagen y para acercarse a la trayectoria artística de Tomy Ceballos, una obra que permanece en el corazón de la fotografía, manteniéndose indefinidamente en su límite.