Los transportistas piden modificar la Ordenanza de Movilidad de Madrid por inasumible
Desde que el actual Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid aprobara el pasado mes de septiembre la nueva Ordenanza de Movilidad, en sustitución de la establecida por la anterior Corporación municipal, la nueva regulación contenida, en lo que se refiere a la actividad del transporte tanto de mercancías como de viajeros, ha sido objeto de fuerte crítica y rechazo por parte de las asociaciones madrileñas de transportistas, ya que su promesa de aprobar una norma adaptada a la realidad del sector fue incumplida totalmente, ignorando la problemática de la actividad de dichos sector.
Prueba de ello ha sido que, pese al compromiso de los actuales gobernantes municipales de suprimir la estricta regulación de Madrid Central cuando llegaran al Gobierno municipal, lejos de cumplirlo, la nueva Ordenanza no sólo no lo elimina, sino que o mantiene bajo la denominación Zona de Bajas Emisiones de Especial Protección Distrito Centro y, además, amplía de forma considerable su ámbito de actuación a casi toda la ciudad.
Fruto de este rechazo, las asociaciones de transportistas AETRAM y Fenadismer, que representan más del 70% del sector del transporte de viajeros discrecional y turístico de Madrid, así como la Federación Madrileña de Agencia de Viajes FEMAV, que engloba a la práctica totalidad de las agencias de viajes de la Comunidad Autónoma, han impulsado la Proposición que se va a debatir este martes 25 en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid en la que se insta a la urgente modificación de la Ordenanza municipal, solicitando que se trate de igual forma a todo el transporte público de viajeros. El objetivo que propugna es que los taxis, vehículos de VTC, autobuses de la EMT y los de transporte colectivo discrecional y turístico tengan idéntico tratamiento para poder circular por la Zona de Bajas Emisiones de Madrid Central, evitando cualquier discriminación entre ellos, ya que todos realizan servicios públicos de transporte de viajeros, sin que se haya aportado razón alguna en la Ordenanza para justificar dejar al transporte colectivo discrecional y turístico excluido de la Zona de Bajas Emisiones.
La proposición, que pone de manifiesto el desconocimiento por parte del equipo de gobierno del Consistorio del sector del transporte y la nula participación de éste en la elaboración de la ordenanza, solicita asimismo la modificación del absurdo calendario de restricción de acceso a la ZBE en función de su categoría de clasificación ambiental, ya que, a día de hoy no existe una tecnología eléctrica para los autobuses de mayor tamaño, dedicados en su mayoría al servicio discrecional y turístico, ya que de seguir ese calendario en vigor más del 50 % de la flota de autobuses de los transportistas que trabajan hoy en día en la Comunidad de Madrid no podrán acceder a estas áreas básicas para el turismo de la ciudad lo que, indirectamente, provocará un mayor número de viajes en vehículos de menos capacidad y, en consecuencia, un mayor volumen de emisiones, justo lo contrario de lo que el Equipo de Gobierno municipal declara tener como objetivo para la ZBE, y ello además perjudicando notablemente la actividad turística general y el turismo de calidad en concreto en el centro de la ciudad en momentos en que dicha actividad precisa del mayor apoyo posible para poder recuperar su actividad y nivel de empleo.