Böllhoff, S.A. - Clinchadoras

El clinchado permite unir chapas y perfiles por deformación del material en frío. El clinchado realiza la unión de dos chapas o más, según la aplicación, tengan o no tratamientos de superficie. Los tratamientos de superficie pueden ser lacados, pintados, plastificados o metalizados. El punto de clinchado se produce por la interacción de un punzón y una matriz: el resultado es un punto de una gran resistencia.

Los equipos de clinchado Rivclinch unen el acero, el inox y las aleaciones a base de cobre, aluminio, cinc de forma racional y respetando el medio ambiente. Según la elección del equipo Rivclinch, los puntos pueden ser redondos o rectangulares: punto redondo para uniones estancas sin cortes en las chapas a unir y punto rectangular con corte en la primera chapa para metales duros e inoxidables.

Las ventajas de las máquinas de clinchado Rivclinch son numerosas, entre las que destacan el control no destructivo de la calidad de la unión, el consumo reducido de energía, que no son necesarios elementos de unión adicionales y que no hay adulteración térmica de la zona de unión ni deterioro en el tratamiento de la superficie.

Asimismo, permiten una muy buena productividad en serie, hacen posible intercalar plásticos o adhesivos entre las dos piezas a unir, no son necesarios trabajos previos ni posteriores, los costes de mantenimiento son reducidos y permiten condiciones de trabajo agradables, ya que no generan gases ni chispas. Durante el proceso de clinchado Rivclinch, los materiales a unir se sitúan entre un punzón y una matriz. Cuando el punzón desciende, un pisador mantiene unidas las piezas. El punzón penetra en el material hasta un tope mecánico. Una vez que las chapas están en contacto con la matriz, el punzón ejerce presión sobre el material, que fluye lateralmente por la apertura de las paredes móviles de la matriz. La deformación local así realizada crea un anclaje mecánico entre las piezas. La gama de máquinas manuales de clinchado Rivclinch ha sido creada para adaptarse a las distintas aplicaciones sin efectuar una inversión importante. Su concepción modular permite encontrar una solución adaptada a las particularidades de cada aplicación.

Además, como los mismos juegos de útiles sirven para casi todas las máquinas manuales, se pueden intercambiar, reduciéndose así los costes y la cantidad de piezas de desgaste en stock.