Siemens apuesta por el uso de farolas urbanas como puntos de recarga para vehículos eléctricos
A la vista de estas posibilidades, Siemens ha adquirido una participación en ‘Ubitricity’, puesto que la solución propuesta por esta empresa “forma parte de las principales áreas de negocio de la compañía, como son la electrificación, los sistemas digitales y las redes inteligentes”.
La tecnología de ‘Ubitricity’ abarca tres elementos: un medidor de electricidad inteligente que se incorpora al cable de carga y gestiona la facturación de la batería, un contrato de electricidad móvil que está vinculado al cable de carga y tomas de corriente que se pueden instalar en cualquier lugar, fundamentalmente creando estaciones de conexión a la red, describen desde Siemens.
Conocidos como ‘SimpleSockets’ (enchufes simples), estas tomas de corriente se pueden instalar de forma económica en parkings, en edificios residenciales y comerciales, así como en sistemas de infraestructuras existentes como las farolas.
En un proyecto piloto desarrollado por Siemens, los primeros ‘SimpleSockets’ se han instalado en docenas de farolas de diferentes distritos londinenses. Los conductores tienen que estacionar sus vehículos junto a las estructuras de iluminación urbana y activar el móvil para comprar la electricidad que se les factura directamente.
Previsiones muy optimistas
Desde Siemens se recuerda que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) propone que se pongan en circulación 100 millones de vehículos cero emisiones en todo el mundo antes de 2030 para cumplir con los objetivos marcados por el acuerdo climático de París. Además, el organismo dependiente de la OCDE indica que para esa fecha lo ideal es que una quinta parte de los vehículos en circulación, incluyendo motocicletas, autobuses y camiones, funcionaran con baterías eléctricas. Además, la Unión Europea prevé que en 2030 el 30% de todos los vehículos nuevos estén equipados con sistemas eléctricos u otros alternativos.
Sin embargo, advierten desde Siemens, “para hacer realidad la idea de un transporte libre de gases de efecto invernadero, no solo necesitamos suficiente electricidad generada de manera renovable, sino que también son precisos puntos de recarga instalados en los lugares correctos, especialmente donde los vehículos se estacionan durante largos períodos como el lugar de trabajo o nuestra casa”.
Transformar una farola en un punto de recarga
Para convertir las farolas en puntos de recarga, aseguran en Siemens, “solo se necesita media hora de trabajo y alrededor de 1.000 euros, lo que supone una mínima parte si comparamos estos costes con los de una instalación de carga independiente”.
Después de insertar un cable inteligente en la toma, el sistema identifica el punto de recarga y conecta la alimentación. Una vez completado el proceso de carga de la batería, los datos asociados se envían a ‘Ubitricity’ a través de un enlace seguro de comunicaciones móviles. Luego, la empresa reenvía los datos a los proveedores de energía móvil, que facturan cada mes a los usuarios la electricidad consumida. “Idealmente, el cable de carga inteligente hará que la recarga de los vehículos eléctricos sea tan fácil como usar un smartphone”, detalló Frank Pawlitschek, consejero delegado y cofundador de ‘Ubitricity’.
Debido a que las tomas de corriente se pueden instalar de forma económica en paredes y farolas y casi no producen gastos periódicos, son ideales para estructuras grandes como las del alumbrado urbano. “Al menos el uno o dos por ciento de los diez millones de farolas que existen en Alemania podrían convertirse de inmediato en puntos de recarga”, dice Pawlitschek.