Los fabricantes de componentes electrónicos para automoción se reorientan hacia el vehículo eléctrico y autónomo

El nuevo escenario que se produce con la irrupción de vehículos eléctricos, conectados y autónomos, está reorientando la industria española de los componentes electrónicos —proveedor estratégico a empresas de todo el mundo— a las nuevas demandas de los fabricantes incorporando más sensores y componente eléctricos y electrónicos a los vehículos.

Si ha habido una industria que ha sabido reponerse a los tiempos de crisis y adaptarse a los nuevos tiempos es el de la automoción, en buena parte basado en la fortalez de la industria española de equipos y componentes para este sector.

No hay duda de que estamos asistiendo a una verdadera revolución digital, que va mucho más lejos de la evolución tecnológica en el automóvil, que discurre en paralelo con importantes cambios sociales y demográficos. En el caso del automóvil ha supuesto la irrupción de conceptos tales como el vehículo conectado, la electrificación, la conducción automatizada, o la introducción de nuevos materiales, nuevas tecnologías y los cambios en el concepto de movilidad.

Como explica Jesús Portilla, director general de Sernauto, Asociación Española de Fabricantes de Equipos y Componentes para Automoción, “este pujante escenario está provocando la creación de nuevos modelos de negocio, así como el impulso hacia una economía colaborativa, a través de la interacción y trabajo conjunto con otros sectores, tanto del entorno del vehículo (sector eléctrico, infraestructura viaria, señalización...), como de tecnologías de producción (automatización y robótica, digitalización, control de plantas y procesos)”.

Ante este nuevo escenario, se hace más preciso que nunca el trabajo conjunto de diferentes actores, desde las administraciones públicas, empresas y agentes económicos y sociales, para implementar una serie de medidas que, desde una visión integral del sector de la automoción, permitan sustentar el nivel competitivo y superar con éxito los importantes retos que ya está encarando esta industria.

Para Jesús Portilla, el sector de equipos y componentes para automoción española está respondiendo a uno de los mayores retos a los que se ha enfrentado en sus ya seis décadas de historia de manera satisfactoria. “Con orgullo, podemos decir que la industria española de componentes es proveedor estratégico de los fabricantes de automóviles de todo el mundo, como consecuencia de la aplicación de tres elementos clave: la innovación tecnológica, la experiencia y la pasión por la excelencia”. Punteros en materiales y tecnologías de producción, los fabricantes españoles de equipos y componentes invierten un 3,8% de su facturación en I+D+i –el triple que la media de la industria española–, lo que implica una cifra de 1.200 millones de euros en 2015.

Los suministradores de componentes han visto en el mercado de los coches eléctricos e híbridos un segmento de mercado que les permitirá crecer de forma importante.

Las empresas de componentes aportan el 75% del valor del vehículo, porcentaje que se incrementará en un futuro cercano por el aumento de sistemas y componentes electrónicos con un mayor valor añadido.

En este sentido, el nuevo escenario que se produce ante la irrupción de vehículos eléctricos, conectados y autónomos, está reorientando los componentes que demandan los fabricantes de vehículos y el sector de componentes español está ya adaptándose con prontitud a dicha demanda.

Un sector el del coche eléctrico que no hace más que crecer, y además acelera su paso según lo hace su tecnología.

Así, anticipando las nuevas tendencias y exigencias del mercado, el número de ingenieros electrónicos y de software que trabajan en el sector se ha incrementado significativamente en los últimos años, y en la medida que se han ido incorporando de forma acelerada más sensores y componente eléctricos y electrónicos a los vehículos.

Tal y como afirma el responsable de la asociación, “desde el sector español de componentes se están impulsando asimismo sistemas de propulsión con combustibles alternativos, con un enfoque orientado a las prestaciones y al desarrollo de alternativas integrales para todas las categorías de vehículos, así como un trabajo continuado en la reducción del peso de los vehículos”. A este éxito, contribuyen significativamente las más de 1.000 empresas ubicadas en España, tanto grandes grupos nacionales e internacionales, como pymes, que también tienen una importante cuota del mercado de recambios.

En España, las empresas del sector de componentes de automoción trabajan en colaboración con centros tecnológicos y universidades en el desarrollo de tecnologías y nuevos componentes para dotar de inteligencia al vehículo y facilitar la comunicación con su entorno, en proyectos conjuntos con los fabricantes de vehículos y con los nuevos actores del mundo digital y las comunicaciones, que pueden incluir ensayos en condiciones reales gracias a la instrucción que publicó hace unos meses la Dirección General de Tráfico.

Las fabricantes de componentes aportan el 75% del valor del vehículo, porcentaje que se incrementará en un futuro cercano por el aumento de sistemas electrónicos con un mayor valor añadido.

En marzo de este año tuvo lugar el XX Forum de la Automoción Española. De la mano de Asepa -Asociación Española de Profesionales de la Automoción-, se trataron temas de gran importancia en lo que a proyectos a corto, medio y largo plazo se refiere. El evento marcó sus líneas de desarrollo en el vehículo autónomo y vehículo conectado que, si bien no se puede entender un concepto sin el otro, cada uno por separado juegan un papel fundamental en el futuro de la automoción.

La apertura de la jornada contó con la asistencia de Ana Blanco Bergareche, subdirectora adjunta de la DGT, Francisco Aparicio Izquierdo, presidente de ASEPA y Felipe Jiménez de ITS de Asepa. Analizando el vehículo autónomo y conectado desde una perspectiva global, se llega a la conclusión de que los cambios de paradigma en la seguridad están a la orden del día.

Una de la as principales tendencias en el vehículo autónomo es el cambio en el diseño de sistemas de detección -360º tanto interior como exterior al vehículo-.

Con el paso de los años, cada vez se hace más claro que existen numerosas situaciones complejas a gestionar, siendo este el principal inconveniente en la implantación de vehículos autónomos en el parque móvil. El vehículo autónomo no está sólo en la carretera, deberá no solo detectar, si no también interactuar con el entorno realizando un intercambio de información.

El enfoque holístico sobre las tecnologías existentes para realizar un correcto desarrollo del vehículo autónomo, será fundamental. Según una encuesta realizada por KPMG en el año 2014, el 30% de los encuestados, creían que nunca llegaría la implantación del vehículo autónomo mientras que un 40% se decantaban por que la llegada de éste, se demoraría al menos 20 años. Actualmente, estos porcentajes varían sustancialmente de manera continua debido al desarrollo del sector en los últimos meses y la amplia información que recibimos día a día, Tesla, Google o Bosch, entre otros, y sus diferentes soluciones a los niveles de automatización.

Existen numerosas vías de implantación de la automatización. Por un lado, tenemos ‘paquetes de actualización’ que hacen de un vehículo convencional, un vehículo autónomo con diferentes funcionalidades. Esta tecnología posee una mayor aceptación en el ámbito militar, asegurando así la integridad y seguridad de los cuerpos militares en territorios hostiles. Por otro lado las principales tendencias en el ámbito del vehículo autónomo son: el cambio en el diseño de sistemas de detección (360º tanto interior como exterior al vehículo), funcionalidades fusionadas, y toma de decisiones de manera global.

En el sector de los seguros, además de tener en cuenta los costes de la implementación del vehículo autónomo, existe una gran base de datos con las que las empresas, mediante herramientas como ADAS, estén en contacto unas con otras, y tengan información del sector a ‘tiempo real’.

Desde las administraciones públicas, como la DGT, se ve en el vehículo autónomo, la baza con mayor potencial para alcanzar su principal objetivo, ‘Visión 0’. Actualmente en España, poseemos un marco regulatorio estable y a la orden del día en lo que a vehículo autónomo se refiere, por lo que para poder implementar los nuevos vehículos autónomos, será necesario el desarrollo de nuevas infraestructuras y conectividad, que garanticen una circulación mixta segura entre vehículos autónomos y convencionales.

Los fabricantes españoles de equipos y componentes invierten un 3,8% de su facturación en I+D+i –el triple que la media de la industria española.

Para hablar del vehículo conectado es necesario hacer referencia a la infraestructura necesaria para su correcto funcionamiento. Un desarrollo de la infraestructura, facilitará el desarrollo y disminuirá el número de sensores necesarios en los vehículos autónomos. Uno de los principales problemas a solucionar en España en relación a los sistemas de comunicación, es la cobertura que unido a un desarrollo de la infraestructura, harían capaz al vehículo comunicarse con ésta, mejorando el posicionamiento y el intercambio de información.

Las tecnologías que facilitan el desarrollo del vehículo conectado, a la vez que mejoran la conectividad entre ellos, son innumerables, sin embargo, las más importantes y con mayor necesidad de ser desarrolladas son: sistemas cooperativos, ciberseguridad, sistemas cloud para almacenaje de información y tecnologías big data, para el procesamiento de información.

La conectividad está cada vez más enfocada hacia el vehículo autónomo y los diferentes escenarios en los que se encuentre: autovía, rural, urbano y especiales, todas ellas con sus distintas complejidades. La capacidad de recopilación de información, aportará al vehículo 'la experiencia' para anticiparse. Gran parte de la información que reciba el coche, deberá provenir de las infraestructuras. Unas infraestructuras, que se hayan desarrollado y actualizado a la par que los vehículos, como las autopistas, nos acercaran al principal objetivo del sector automoción, cero emisiones y cero accidentes.

Industria de la automoción en España

I+D+i

Las plantas de producción española se encuentran entre las más automatizadas de Europa, con una media de 980 robots por cada 10.000 trabajadores y presenta uno de los mayores índices de inversión en modernización, automatización e I+D+i entre los Sectores Industriales. El avance tecnológico del sector se basa en una avanzada red de Universidades, Centros Tecnológicos y clústers industriales. 34 Centros Tecnológicos desarrollan actividades relacionadas con la fabricación de vehículos.

Sector Componentes

La potente Industria Española de Componentes es otro de los factores clave de competitividad del sector. 1.000 empresas fabricantes de Equipos y Componentes de Automoción pertenecientes a 720 grupos empresariales están instaladas en el país, garantizando el servicio y suministro de las Plantas de Fabricación. El sector de componentes factura cerca de 33,000 Millones de euros, de los que el 60% corresponden a exportaciones. La inversión anual del sector se estima en 2,000 millones de euros, con una altísima inversión en I+D+i a lo que dedica el 2.8% de la facturación.

Eco-electromovilidad

La ‘Plataforma Tecnológica Española de Automoción y Movilidad’ Move to Future www.move2future.es está integrada por 150 Empresas, Centros Tecnológicos y Organismos de Investigación.

Las capacidades Industriales y Tecnológicas de España en las nuevas formas de movilidad sostenible quedan reflejadas en la web de Green Car España www.fp7greencars.es.

Empresas y Centros Tecnológicos Españoles participan en dos de cada tres proyectos europeos de movilidad y electromovilidad liderando numerosos proyectos en todos los ámbitos.

Se consolida el crecimiento en exportaciones

En términos anuales, durante 2016 el sector de equipos y componentes de automoción españoles exportó 19.500 millones de euros, lo que supone un 3,3% más que en 2015. Esta cifra supone un nuevo record para el sector y consolida la trayectoria ascendente iniciada en 2014. La Unión Europea es el principal destino de los equipos y componentes de automoción vendidos por nuestro país, territorio al que se exportan más de 14.300 millones de euros y el 73% del valor total. Si bien las exportaciones a la UE se han incrementado en unos 300 millones de euros respecto a 2015, han existido diferencias notables en la evolución de los grandes mercados europeos.

Alemania, aunque retrocede un 2%, se mantiene como primer destino mundial con una cifra que supera los 4.000 millones. Una tendencia opuesta muestra Francia con un incremento de casi el 5% respecto al año anterior y supera los 3.200 millones. También crecen las ventas a otros mercados europeos tradicionales como Portugal e Italia, en un 5 y 9,8% respectivamente.

Reino Unido cierra 2016 con una tendencia decreciente ya anticipada por los datos inter-cuatrimestrales y cede un 7,3% hasta los 1.600 millones de euros. Respecto a los mercados internacionales no europeos, nuestros principales destinos crecen de forma destacada, con tasas de crecimiento de doble dígito. En 2016, Marruecos ya es el primer destino fuera de la Unión Europea y supera a Estados Unidos gracias a un crecimiento del 18% de las exportaciones, con una cifra cercana a los 860 millones de euros. Estados Unidos es el segundo país por relevancia fuera Unión Europea y aumenta un 11% hasta los 810 millones.

En tercera posición continúa China que registra la mayor tasa de crecimiento, un 41%, y un total de 477 millones de euros exportados que contrastan con el descenso del 17% experimentado en 2015. El mercado turco es otro de los más activos durante 2016 con una mejora del 19% hasta los 425 millones, al que le siguen por importancia México (+3,5%) y Japón (+8%).

El mercado ruso parece haber superado la crisis de los dos últimos años y experimentó en 2016 un notable incremento del 18% hasta superar los 150 millones de euros. Los 10 destinos más importantes para las exportaciones españolas de equipos y componentes durante 2016, si consideramos la Unión Europea como bloque, son: UE, Marruecos, Estados Unidos, China, Turquía, México, Japón, Sudáfrica, Brasil y Rusia.