Apiem solicita al Ayuntamiento de Madrid tarjetas SER para empresas domiciliadas en el área metropolitana
A través de una carta la Asociación Profesional de Empresarios de Instalaciones Eléctricas y de Telecomunicaciones de Madrid (Apiem) ha pedido a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, la concesión de tarjetas del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) a aquellas empresas domiciliadas y empadronadas en la capital ‘con las mismas condiciones de pago anuales y disfrute de las concedidas a los residentes empadronados’.
Esta iniciativa, que cuenta con el apoyo de la Asociación de Empresarios de Comercio e Industria del Metal de Madrid (Aecim), se ha presentado ante el problema al que deben enfrentarse empresas cuyas sedes se encuentran en la denominada ‘almendra central’ de Madrid, que ‘se ven obligadas por la noche a desplazar su flota de vehículos hacia otras zonas de la periferia de la Comunidad de Madrid’, puesto que en horario nocturno las tarjetas SER de vehículos comerciales no tienen validez.
Desireé Fraile, directora general de Apiem, explica que esta práctica genera “gasto en combustible y problemas de logística. Incluso algunas empresas se están viendo obligadas a trasladar su sede social a polígonos industriales de la Comunidad de Madrid, contribuyendo a la ‘desertización’ y deslocalización de Madrid capital”.
En la misiva, la asociación de los instaladores solicita la creación de autorizaciones de estacionamientos regulados para empresas domiciliadas en el área metropolitana, que permitan una flexibilidad horaria para aparcar y una movilidad más eficaz y más eficiente por Madrid.
“Esta tarjeta, que sería diferente a las autorizaciones comerciales actuales, permitiría a dichas empresas hacer uso del estacionamiento dentro del área sin límite de tiempo en las plazas verdes, así como en la vía delimitadora de un barrio con otro, donde se podría estaciones en ambas aceras”, agregó Fraile.
Desde Apiem se añade que ‘con la creación de una tarjeta SER para vehículos comerciales en las mismas condiciones que las residentes se estaría aportando un grano de arena más contra esa ‘fuga’ industrial y económica que sufre la capital’.