Casi la mitad de los retardantes de llama se utilizan en el sector de la electrónica y los cables
El mercado global de retardantes de llama supera los 2,3 millones de toneladas anuales, impulsado por la demanda en la industria eléctrica y construcción
El último informe publicado por Ceresana muestra que el mercado global de retardantes de llama ha alcanzado un volumen de 2,3 millones de toneladas anuales. Estos compuestos, esenciales para prevenir incendios o retardar su propagación, son especialmente demandados en sectores como la electrónica, la construcción y la industria del transporte, en los que el riesgo de incendio es elevado debido a la presencia de materiales inflamables.
Principales aplicaciones: electrónica y cables
Casi la mitad de los retardantes de llama se utilizan en el sector de la electrónica y los cables. La electricidad es una de las principales causas de incendios en el mundo, por lo que estos aditivos son fundamentales para reducir el riesgo de ignición en componentes eléctricos y electrónicos, como cables, carcasas y dispositivos. Según Ceresana, el uso de estos productos en estos sectores es vital para cumplir con normativas de seguridad cada vez más estrictas, especialmente en regiones como Europa y América del Norte.
El papel de la construcción: crecimiento del 3,2% anual
Aunque el sector de la construcción atraviesa un periodo de desaceleración en varias economías, se espera que el uso de retardantes de llama crezca a una tasa del 3,2% anual hasta 2033 en este sector. La demanda proviene principalmente de la necesidad de retardantes en materiales de construcción como paneles de espuma de poliestireno (EPS, XPS), que se utilizan para el aislamiento térmico y acústico. Además, los retardantes son esenciales en recubrimientos de vigas de acero, ventanas de PVC y adhesivos, ayudando a evitar la rápida propagación del fuego en edificios y otras estructuras.
Retardantes de llama más vendidos y su impacto ambiental
El trihidrato de aluminio (ATH) sigue siendo el retardante más vendido, con una participación de mercado del 38%. Este compuesto es valorado por su capacidad de inhibir la propagación de llamas sin el uso de halógenos, lo que lo convierte en una opción relativamente respetuosa con el medio ambiente. Sin embargo, otras clases de retardantes, como los bromados y organofosforados, están siendo cuestionados por su potencial impacto negativo en el medio ambiente. Estos retardantes pueden liberar toxinas durante su descomposición, acumularse en organismos vivos y dificultar el reciclaje de plásticos.
La Unión Europea, a través de la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA), está evaluando la posibilidad de prohibir varios de estos productos, especialmente los retardantes bromados, que representan una pequeña parte del mercado en Europa (4.1%) y América del Norte (11.4%), pero siguen siendo más utilizados en Asia (28.1%).
Crecimiento y desafíos en Asia-Pacífico
Hacia un futuro más sostenible
A medida que las regulaciones ambientales se endurecen, la industria de retardantes de llama está desarrollando soluciones más sostenibles. Los investigadores están trabajando en retardantes derivados de fuentes biológicas como nanocelulosa, lignina y proteínas de soja, que podrían reemplazar gradualmente a los compuestos más tóxicos. Aunque estas alternativas aún no tienen una gran cuota de mercado, su adopción podría crecer en los próximos años si demuestran ser viables tanto en términos de costo como de rendimiento.
Además, Ceresana destaca que cada kilogramo de retardante ecológico que reemplaza a los retardantes tradicionales puede reducir significativamente la emisión de gases de efecto invernadero, lo que los convierte en una opción clave para industrias que buscan reducir su huella de carbono.
Análisis regional y por producto
El informe de Ceresana también proporciona un análisis detallado del uso de retardantes de llama por región, tipo de producto y sector. Se espera que los sectores de la construcción y la electrónica continúen siendo los mayores consumidores, con un crecimiento sostenido en regiones como Asia-Pacífico, mientras que Europa y América del Norte adoptarán normativas más estrictas que podrían limitar el uso de retardantes más dañinos.
El estudio también perfila a los principales fabricantes de retardantes de llama, como Albemarle Corporation, BASF SE, Israel Chemicals Ltd. (ICL) y Lanxess AG, entre otros. Estos actores clave están invirtiendo en investigación y desarrollo para crear retardantes más efectivos y ecológicos, que puedan satisfacer la creciente demanda mundial sin comprometer la seguridad ni el medio ambiente.
En resumen, el mercado global de retardantes de llama sigue creciendo, impulsado por la necesidad de mayor seguridad contra incendios en una amplia gama de industrias. Sin embargo, este crecimiento viene acompañado de desafíos relacionados con la sostenibilidad y el cumplimiento de normativas ambientales, lo que impulsará la innovación en la creación de retardantes más verdes en los próximos años.