“Personal cualificado, clave de futuro para las empresas instaladoras de puntos de recarga”
El incremento de solicitudes de instalaciones ligadas a energías renovables y a eficiencia energética en la edificación ha hecho que se incremente mucho en el último lustro la demanda de los profesionales instaladores, que también han visto cómo la instalación de puntos de recarga se convierte, cada año, en una parcela más importante de su negocio, “incluso por delante de las instalaciones de autoconsumo fotovoltaico”, expone Manuel Cabrera, director técnico de Apiem (Asociación Profesional de Empresarios de Instalaciones Eléctricas y Telecomunicaciones de Madrid).
Esta demanda, que, en principio, es una muy buena noticia para el sector, se traduce en la escasez de personal cualificado en las empresas para poder cumplir con la ingente suma de proyectos en cartera y en “malas praxis ligadas al intrusismo” de una profesión que necesita incidir en la formación profesional de forma urgente. Así lo constata Manuel Cabrera, que incide en estos dos aspectos, falta de personal cualificado e intrusismo, como claves.
Incluso, esas carencias se perciben más a la hora de contar con profesionales jóvenes y es que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 45,7 % de los trabajadores en el sector de la construcción, donde se contemplan los instaladores electricistas, tiene más de 45 años.
La formación y la motivación de este colectivo son dos grandes caballos de batalla y, para ello, el Gobierno ya anunció en 2023 la creación de 4.000 nuevas plazas de Formación Profesional para programas relacionados con las energías renovables, cuyo potencial preveía que puede generar unos 45.
De hecho, son varias las empresas asociadas a Aedive, desde fabricantes de hardware hasta operadores de recarga, que están desarrollando módulos formativos para adaptar al conocimiento sobre a instalación de este tipo de infraestructuras a profesionales procedentes de sectores parejos, tales como instalaciones petrolíferas y puntos de suministro, o que trabajan con centros de formación para desarrollar programas de especialización en la implementación de este tipo de acometidas.
En 2023, el Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe) incorporó a los instaladores electricistas en el Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura que más están sufriendo la escasez de demanda de empleo cualificado, que es un reflejo de la realidad de las necesidades del mercado laboral español, y que reconoce ciertas exenciones para que se pueda buscar profesionales fuera de España, tal es el grado de dificultad para cubrir vacantes en un sector con una empleabilidad del 100 %.
La singularidad de las infraestructuras de puntos de recarga implica, además, que, junto con el proceso de instalación, se tenga que cubrir la gestión de activos a través del mantenimiento preventivo y correctivo, para lo que el ecosistema de la movilidad eléctrica cuenta ya con empresas que ofrecen soluciones integrales.
El instalador como prescriptor de soluciones
El instalador de puntos de recarga se enfrenta con dos tipologías de soluciones. Una relacionada con la infraestructura de recarga de acceso público, que incluye instalaciones de alta potencia en corriente continua alcanzando potencias considerables (50 kW, 150 kW, 350 kW, 500 kW...).
Si bien la mayor parte de la demanda de carga se satisface actualmente mediante la carga doméstica, los cargadores de acceso público son cada vez más necesarios para proporcionar el mismo nivel de comodidad y accesibilidad que para repostar vehículos convencionales. En las zonas urbanas densas, en particular, donde el acceso a la carga doméstica es más limitado, la infraestructura de carga pública es un facilitador clave para la adopción de vehículos eléctricos.
La otra tipología está sujeta más a clientes finales en carga vinculada en el hogar o lugar de trabajo y para lo que se requiere del profesional instalador un conocimiento que le permita actuar como prescriptor de la mejor solución. Jesús Román, secretario general de Fenie (Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones de España), resalta precisamente este papel esencial de prescripción de la empresa instaladora.
Esto está llevando a algunas empresas instaladoras a ofrecer una serie de servicios que van más allá de la propia instalación y que incluyen la visita de replanteo, la propuesta técnica y el presupuesto; la propia instalación, la financiación, la legalización de la instalación e incluso, la gestión de subvenciones y un servicio posventa.
Y es que no existe un enfoque de “talla única” cuando se trata de equipos de recarga de vehículos eléctricos. En función de las necesidades de los usuarios, los puntos de carga también ofrecen múltiples variantes (básico o premium; conectado a internet o no), y tampoco hay un estándar de ubicación del conector de recarga en los vehículos eléctricos, por lo que la ubicación del punto de carga vinculado deberá de estar pensada para facilitar al máximo la operación de recarga.
Evolución positiva de la actividad en el corto plazo
La demanda de las instalaciones de puntos de recarga llega al instalador a través de las peticiones de los propios clientes o bien de las compañías comercializadoras y operadores de puntos de recarga. En este segmento, es importante señalar que el canal de la distribución profesional (wholesaler) “juega un papel importante como proveedores de equipos y materiales y, en algunos casos, prestando asesoramiento técnico para definir la mejor solución al cliente”, precisa Jesús Román.
La edición de la feria Genera de 2023 y la más reciente, a principios de 2024, evidenciaron el protagonismo de la movilidad eléctrica en el sector de la eficiencia energética, donde junto a soluciones ligadas a la fotovoltaica, el vehículo eléctrico y las infraestructuras de recarga estuvieron presentes en buena parte de los stands.
Información extraída del Anuario de la Movilidad Eléctrica 2023-2024 de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive).