Artículo técnico: repowering
Rendimiento a largo plazo mediante inversiones inteligentes
Redacción Interempresas13/01/2016
¿Vale la pena pagar más por productos europeos para los sistemas FV? ¿Ofrecen el mismo rendimiento los inversores y módulos solares asiáticos con un precio más bajo? ¿Es el precio el factor decisivo a la hora de elegir un sistema FV?
El fabricante ofrece apoyo técnico al instalador en el idioma local.
Coste de los componentes de sistemas FV
En 2014, el precio neto medio de un sistema completamente instalado sobre tejado, con una producción de hasta 10kWp, ascendió alrededor de 1.700€ por kWp, llegando a costar un sistema FV de 4kWp de un hogar formado por cuatro miembros aproximadamente 6.800€ netos. Los precios oscilan entre 5.000 y 8.000 € y esta diferencia de precio juega un papel muy importante a la hora de tomar la decisión de invertir en una instalación FV. Los costes muestran que los módulos FV son los principales determinantes del precio, representando alrededor del 50% del precio total. El inversor, por su parte, constituye alrededor del 10-15%. ¿Deberían confiar los clientes en modelos más baratos y pretender obtener el rendimiento deseado para el mismo período de tiempo que con productos más caros? ¿Son mejores los productos más caros? ¿Cuál es la razón de esta diferencia de precio?
Fabricados para alcanzar el mayor rendimiento
La compatibilidad electromagnética de los inversores se comprueba con las pruebas EMC.
Los inversores modernos son sometidos a numerosas pruebas y controles de calidad. Pruebas de resistencia, como los ensayos EMC, se llevan a cabo para determinar el funcionamiento de los equipos en condiciones reales. Durante estas pruebas se analiza la compatibilidad electromagnética (EMC) de los dispositivos. Esta característica determina si los equipos funcionarían correctamente en cualquier entorno sin interferencias o sin ser afectados por otros dispositivos. Además, se realizan pruebas con agua, hielo, vibración o el test burn-in1. Todas estas pruebas requieren un alto nivel de conocimiento técnico y son útiles solamente si se realizan por expertos en el entorno apropiado. A primera vista parece que estas medidas de calidad sólo aumentan el precio del producto. Sin embargo, a largo plazo, es evidente que estas pruebas garantizan el máximo rendimiento de los inversores durante toda su vida útil. El objetivo de un fabricante de calidad como Fronius en referencia a la vida de los productos es superar las 80.000 horas de trabajo. En comparación, conocidos fabricantes alemanes de lavadoras de alta calidad sólo consiguen un total de 10.000 horas de funcionamiento.
El éxito radica en los detalles
Un inversor tiene entre 2.000 y 3.000 componentes. Como parte de todo el sistema, cada una de estas piezas, como por ejemplo los transistores integrados, deben funcionar a la perfección para conseguir el rendimiento esperado. Por esta razón, los fabricantes de alta calidad utilizan componentes de proveedores reconocidos en el desarrollo de sus dispositivos. La producción y los controles de calidad de los componentes se reflejan en el precio. Así, inversores de alta calidad aumentarán el coste de una inversión FV a corto plazo en comparación con otras opciones más baratas. En cambio, a largo plazo se traducirá en una mayor rentabilidad derivada de un mayor rendimiento, una larga vida útil y un mejor servicio.
El servicio marca la diferencia
En caso de incidencia en el dispositivo, es responsabilidad del instalador solucionar el problema de forma rápida y profesional, siendo la única forma de garantizar el rendimiento FV deseado. Sin embargo, en ocasiones el especialista no puede resolver el problema y requiere la ayuda del fabricante. En estas situaciones, es importante hablar el mismo idioma y obtener una respuesta inmediata. Si el inversor está fuera de garantía y necesita ser reemplazado, ya sea por razones económicas o técnicas, el equipo de expertos del fabricante estudian y proponen las mejores opciones posibles de renovación del equipo/s, teniendo en cuenta las características de cada instalación.
Incorporando hoy la tecnología de mañana
Ningún otro mercado está tan afectado por las decisiones políticas como el mercado fotovoltaico. Los habituales cambios de leyes hacen que el sistema tenga que adaptarse durante su funcionamiento. Además, los progresos técnicos requieren siempre nuevas exigencias del sistema. Es importante que los inversores se puedan adaptar a diferentes condiciones ambientales. Deben estar preparados para el futuro y garantizar un funcionamiento a pleno rendimiento incluso después de años de actividad. El fabricante debe tener estos factores en cuenta al desarrollar el equipo. El mejor ejemplo es la norma italiana CEI: todos los inversores, incluso los que están instalados en sistemas existentes, deben cumplir con esta norma de manera retroactiva. Del mismo modo, la regulación 50.2 Hz de Alemania, que consiste en una reforma de la legislación que afecta a los sistemas existentes. Sólo cuando las condiciones técnicas del inversor cumplen con los requisitos normativos, los sistemas FV pueden generar rendimiento.
El coste total es mayor que la suma de los componentes por separado
Teniendo en cuenta los factores mencionados anteriormente, es evidente que el valor del inversor no sólo depende de los costes de los materiales. Los años de experiencia en desarrollo y producción, las perpectivas de futuro y un constante control de calidad constituyen la base de un producto de máxima calidad y fiabilidad. También entran en juego muchos otros aspectos como la flexibilidad en el diseño y herramientas de apoyo como aplicaciones para la monitorización del sistema. La base de una empresa sólida no consiste en la maximización de beneficios a corto plazo, sino en la fiabilidad de su trayectoria y su compromiso con el futuro, lo cual debe ser considerado como un aspecto decisivo para los clientes a la hora de elegir un equipo de reemplazo.
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