Durmi aplica la arquitectura bioclimática frente a la ola de calor

Uno de los aspectos a destacar de la península Ibérica es el clima. Largas jornadas al sol, veranos cálidos, e inviernos no muy fríos la caracterizan. Es por ello, que, en el mediterráneo, los jardines y terrazas se convierten en estancias imprescindibles en los meses centrales del año, disfrutando de largas jornadas con amigos o familiares, sobre todo en las noches más calurosas de verano, con tal de combatirlas.

Pero existe una solución que aporta el confort térmico necesario también durante el día y, además, proporcionando protección frente a los rayos UV en sus horas más intensas.

Las pérgolas bioclimáticas, una joya arquitectónica que además de ofrecer un diseño vanguardista, se presentan como alternativa a resguardarse de estas altas temperaturas veraniegas en espacios interiores con aire acondicionado, garantizando un mayor ahorro energético y, protegiendo así del sol sin renunciar a una ventilación natural, independientemente de la posición de su sistema de lamas.

Tras el reciente aviso por parte de la Agencia Estatal de Meteorología, es importante tener en cuenta sistemas como una pérgola bioclimática, con el objetivo de afrontar los factores de este tipo de fenómenos atmosféricos

• Aumento de la presión
• El clima seco es predominante
• La baja humedad
• Las altas temperaturas
• Escasez de viento
• Gran riesgo de incendios y sequía

En estas casuísticas, la ventilación natural y los sistemas de protección frente a rayos solares UV juegan un papel esencial en el impacto directo de nuestra salud y la de nuestros huéspedes como se indicaba en el artículo sobre la protección solar como arma vital contra el cambio climático.

Con el sistema bioclimático de Durmi, se ofrece un beneficio integral, además de funcional. Sus arquitectos han implementado un diseño muy estético con el que ampliar el espacio habitable de cualquier vivienda, dejando que la comodidad se instale también, en el exterior de la misma.