De la tradición quesera en la región del Duero dan cuenta los numerosos restos arqueológicos, los más antiguos de los cuales nos remiten a al Edad del Cobre, hace más de 4.000 años. Se trata de los recipientes denominados queseras o encellas, donde se dejaba escurrir el queso.
Los romanos también conocían la elaboración del queso en especial el de oveja y cabra. Fuentes escritas hablan de la importancia del ganado lanar durante la Edad Media. Mención especial merece la rica tradición oral que se conserva en muchos pueblos zamoranos y que nos hablan de distintas maneras de elaborar el queso.
Las ovejas de las razas Churra y Castellana se alimentan naturalmente mediante el pastoreo elaborándose los quesos a partir de leche controlada sanitariamente según normativa de la CE.