Parece ser que los orígenes de la salsa brava se remontan a los años 60, en las tascas de Madrid, donde se servían patatas con esta salsa picante. Actualmente esta salsa, de sabor intenso, es un complemento indispensable para una cena de "tapas". Servir con patatas fritas o carne a la parrilla. Ingredientes: tomate, agua, aceite vegetal, azúcar, vinagre, almendras, ajo, especias, sal y estabilizante (goma xantana). Formatos: 120 g. Alérgenos: sulfitos y frutos secos de cáscara.