Haus Technologies, alta tecnología desde el corazón de Turquía
Tras más de 40 años trabajando para el sector productor de aceite de oliva en Turquía, HAUS decidió mirar más allá y exportar su tecnología a todo el mundo. Su decisión no pudo ser más acertada. Veinte años después se ha convertido en un actor imprescindible para el sector oleícola, con una gran penetración en los mercados del norte de África, y es una de los fabricantes líderes de centrífugas para el sector de aguas residuales. Hakki Gözlüklü, tercera generación de la familia, acogió a la revista Almazaras en las oficinas centrales de Aydin y repasó los que serán los siguientes pasos de la compañía, con el mercado español en el punto de mira.
En primer lugar, y para hacernos un mapa de la situación, explíquenos cómo nació Hakki Usta hace 65 años y en qué momento comenzó a fabricar los primeros decánters para el sector industrial...
La compañía la fundó mi abuelo en 1954 como taller de reparación para prensas de aceite tradicionales, fabricando la primera en 1962. Fueron mi padre y tío, Ömer y Ahmet Gözlüklü, los que tomaron el relevo y fabricaron los primeros decánters para la producción de aceite de oliva en Turquía a finales de los años 80. Desde entonces a hoy hemos continuado creciendo en el sector de la centrifugación, y aunque nuestro origen estuviese en el aceite de oliva, fuimos alcanzado importantes logros en otros sectores. Otro importante hito fue cuando exportamos en 1998 nuestro primer equipo a Túnez y más recientemente el cambio de nombre, de Hakki Usta a Haus Centrifuge Technologies, confirmando a la compañía como un actor global de la centrifugación.
¿Cuántas almazaras cuentan actualmente con la tecnología HAUS para la producción de sus aceites?
Hemos equipado alrededor de 1.500 almazaras, con una fuerte presencia en el norte de África, poniendo el foco principalmente en tres países. Marruecos es un mercado fundamental para Haus Technologies, con rasgos parecidos al español en términos de negocio. Actualmente somos uno de los dos actores principales en el país y por ello acabamos de abrir nuestra propia filial, para poder atender y dar servicio al gran número de clientes que tenemos.
Túnez, por otro lado, está sufriendo una gran transformación tras la revolución política y ello lo están sufriendo algunas compañías. Es uno de los cinco grandes países productores y también está padeciendo el problema de los precios con grandes stocks acumulados. En Argelia también somos uno de los dos actores principales, aunque es un mercado que se encuentra en pleno desarrollo.
Tras dos décadas con la mirada puesta fuera de Turquía, ¿qué representa la exportación actualmente para HAUS Technologies?
Exportamos a 40 países y disponemos de filiales en el sudeste asiático, con sede Kuala Lumpur, en la India, Italia, Países Bajos, Marruecos, y una delegación en España. Nuestra política es estar cada vez más cerca de nuestros clientes para ofrecerles la información y el servicio que necesitan en cada momento. Esto nos ayuda a su vez el estar en contacto directo con nuestros agentes y que puedan transmitirnos la información necesaria para renovar y poner al día nuestros equipos. Unos 40 empleados de HAUS están dedicados a cubrir todos estos mercados, la mitad de ellos a nivel comercial y el resto ofreciendo soporte técnico.
¿Y cómo ha sido la evolución de HAUS en el mercado español?
En España llevamos exponiendo en Expoliva y Montoro en sus últimas tres ediciones y desde hace dos años estamos de forma permanente sobre el terreno. Para el sector productor español hemos desarrollado equipos específicos, con mayores capacidades y rendimientos. Por ello uno de nuestros directores de I+D está probando los equipos en Córdoba para lanzarlos a lo largo de este 2020. El español es un mercado clave para HAUS en los próximos años y por ello personal de la compañía se ha traslado a España para trabajar directamente sobre el terreno con las almazaras. A pesar de que existe una gran competencia, considero que en un futuro HAUS va encontrar su nicho. Somos ambiciosos y queremos demostrarlo en un mercado tan exigente como el español.
En 2010 se produjo uno de los últimos grandes acontecimientos de la compañía con la creación de HAUS Centrifuge Technologies. ¿Fue en ese instante, del que ahora hará diez años, cuando HAUS se empezó a ver como un actor global más de la centrifugación?
Hasta hace una década la compañía estuvo totalmente centrada en el aceite de oliva, un sector fuerte, pero cuya inestabilidad podía afectar a la eficiencia en la producción de la planta. Fue ese el motivo por el cual decidimos invertir en I+D y enfocar nuestros equipos en nuevas aplicaciones. El primer campo fue el de las aguas residuales, le siguieron el sector lácteo, la industria de bebidas, las grasas animales, aceites de pescado, etc. Una gran cantidad de aplicaciones que nos han permitido convertirnos en uno de los cinco mayores fabricantes de equipos de centrifugación a nivel mundial. Y seguimos con el ánimo de crecer. Para ello contamos con un equipo joven y motivado con ganas de aprender y aplicar esos conocimientos en el desarrollo de nuevos productos.
Con la producción de la mayoría de sus competidores concentrados principalmente entre Alemania e Italia, ¿cómo ven ustedes la centrifugación en el sector del aceite de oliva desde Turquía?
Partiendo de que la centrifugación es totalmente necesaria, el aceite de oliva se ha posicionado como uno de los productos alimenticios de referencia a nivel mundial. Los productores históricos están ampliando y modernizando sus explotaciones y están apareciendo nuevos países productores, todo ello ante las perspectiva de un crecimiento sostenido del consumo a lo largo de los próximos años. Y en esa senda se encuentra HAUS, con un crecimiento de su facturación en los últimos seis años a diferencia de algunos de nuestros competidores. Por ello consideramos que es un buen momento para abordar el mercado español y tomar posiciones. Necesitaremos ampliar nuestro equipo técnico y comercial y por ello vamos inaugurar en los próximos meses nuestra propia academia de formación. Desconozco los errores que hayan podido cometer nuestros competidores, pero lo que sabemos es que resulta imprescindible cuidar al cliente. Resulta motivador que haya competidores que estén siguiendo nuestra filosofía y esperamos mantenerla para poder seguir creciendo de una forma sostenible en los próximos años.
¿Tuvieron que luchar de una forma especial contra la desconfianza inicial que en algunos países existe de la maquinaria que proviene de fuera de países de la UE?
Naturalmente. Cuando desembarcamos en Túnez éramos la única compañía de origen turco y había siete italianas, hoy somos dos turcas, dos italianas y dos empresas alemanas. En muchos de los mercados empezábamos de cero y con una imagen discutible de la industria turca. Costaba convencer a los clientes y en algunas ocasiones incluso tuvimos que dejar la máquina a coste cero para hacer marca propia y de país. Hoy la situación ha mejorado sustancialmente, especialmente en lo que respecta a la maquinaria, e incluso en países como Brasil, donde no estamos presentes, preguntan por nuestros equipos. Es una buena señal para HAUS, pero no ha sido nada fácil.
¿Qué aspectos hacen los equipos HAUS especialmente competitivos?
Nuestros productos incluyen los últimos avances del mundo de la centrifugación en términos de calidad y de rendimiento. A ello se le ha de sumar el esfuerzo que hacemos para que el cliente esté siempre bien atendido, estando en contacto en él continuamente. Una relación que nos permite conocer las últimas necesidades del mercado y desarrollar nuevos equipos o actualizar los ya existentes.
Tantos diferentes mercados significa también regulaciones y normativas muy diferentes dependiendo del país de destino del equipo. ¿Cómo trabajan este aspecto?
Para HAUS la certificación es fundamental, por ello fuimos la primera compañía del sector de la centrifugación certificados con la ISO 22000. Turquía lleva muchos años comercializando sus equipos en la Unión Europea e incluso se permite a nuestras compañías acceder a los certificados CE o el resto de certificados internacionales. Nuestros departamentos de calidad y de I+D se encargan de que todo equipo que salga de nuestra planta siga los estándares fijados.
¿Toda la fabricación de HAUS se realiza actualmente en Turquía?
Toda la producción se realiza aquí en nuestra planta en Aydin, pero dividida en cinco localizaciones, provocando actualmente ciertos desajustes logísticos. Desde HAUS ya hemos aprobado la construcción de una nueva planta, muy cerca de la actual, que unificará toda la producción y las oficinas. La construcción comenzará en este 2020 con una inversión de 8 M€ y esperamos poder realizar la inauguración y el traslado de las operaciones en 2022.
Hemos hablado del sector del aceite de oliva, pero uno de los grandes campos en los que HAUS ha destacado es el del tratamiento de aguas residuales. ¿Se trata de un sector especialmente rentable?
Es nuestro segundo gran segmento de negocio, liderando claramente el sector en Turquía, con equipamientos en las principales depuradoras del país. Esta experiencia ya hemos conseguido exportarla a Europa, donde hemos posicionado a HAUS entre los primeros cinco actores del mercado, con una gran presencia, por ejemplo, en los Países Bajos y Bélgica. Trabajamos con grandes compañías del sector como Veolia o Acciona y hemos desarrollado equipos específicos para este sector, que ha ganado también mucha importancia en países en desarrollo.
¿Qué retos se pone HAUS para la nueva década?
A nivel global pretendemos crecer geográficamente y estar presente en más países, penetrando en nuevos mercados. Por otro lado, para compensar esa rápida expansión, invertiremos en más en recursos humanos y tecnología, con un nuevo centro de formación, y ampliando el departamento de I+D.