El IMSA destaca la importancia de los pequeños productores en la lucha contra la inseguridad alimentaria
19 de septiembre de 2012
Por su parte, los precios bajos también tienen consecuencias, ya que al mermar los ingresos de los pequeños productores, disminuye su capacidad para comprar comida y desalienta la producción, provocando que muchos productores tengan que abandonar su actividad agrícola por falta de rentabilidad, algo que puede resultar en cosechas más bajas en años posteriores. La oscilación de precio no puede ser anticipada por los pequeños productores que no tienen posibilidades de adaptar la producción a tiempo. Cambios bruscos en el precio pueden llevar a los pequeños productores a vender parte de su producción a un precio muy bajo para asegurarse su propia subsistencia a corto plazo, algo que a la larga perpetúa la pobreza de las familias y pueden impedir que los países en vías de desarrollo obtengan beneficios de su productividad agrícola.
Igualmente, el sistema Fairtrade ofrece otras ventajas como: relaciones comerciales a largo plazo, protección de los derechos de los trabajadores, y la obtención de una Prima de Desarrollo, que es un ingreso extra que reciben las cooperativas y que destinan a proyectos de formación, sanidad y para la transición del cultivo de convencional a biológico, así como a la mejora de las técnica de cultivo, rendimiento y calidad, y que deciden de manera autónoma y democrática.