El clima entre continental y mediterráneo-seco de Jumilla, de precipitaciones escasas, dominio de los vientos del noroeste, la incidencia de la luz solar así como el contraste de temperaturas diurnas y nocturnas, tienen mucho que ver con la calidad de esta pera con D.O.P. Además, las diferencias entre la época invernal, muy fría, y la estival, muy calurosa y soleada dotan a este fruto de una epidermis sonrosada.
Asimismo, en el caso de la Pera de Jumilla, el suelo calizo así como el terreno franco - arenoso con un pH alto, constituyen factores importantes y diferenciadores en el cultivo del peral.
En estas condiciones concretas de la zona, se utilizan técnicas de cultivo tradicionales y se incorporan nuevas tecnologías, respetuosas con el medio ambiente y la salud del consumidor, junto con un rigurosos control del agua.
El resultado de este proceso y condiciones, concretamente en la variedad Ercolini, es un producto fresco de altísima calidad, originando frutos con singulares características organolépticas, inigualables en color con una típica y diferenciada chapa sonrosada sobre fondo verde amarillento. En boca, se aprecia su sabor azucarado. Una pera que se distingue por su tamaño, textura y alta capacidad de conservación para una adecuada y satisfactoria comercialización.