Papayas: es una fruta muy jugosa, blanda y con una consistencia mantecosa
Según algunos autores la papaya procede del sur de Méjico y América Central, aunque este dato no es del todo seguro. Actualmente se cultiva en África Oriental, Sudáfrica, India, Ecuador, Malasia y Brasil.
Es una fruta muy jugosa, blanda y con una consistencia mantecosa. Su forma es ovoide-oblonga, casi cilíndrica. Su piel es fina y de un color amarillento. Su pulpa es de un color naranja muy vivo y de sabor muy dulce y suave. En su interior contiene un gran número de semillas de color negro, con un sabor picante y propiedades laxantes. Su longitud varía de los 10 a los 25 centímetros. Su peso ronda los 500-1.000 gramos, aunque existe algún ejemplar que puede alcanzar los 50 kg de peso.
Existen numerosas variedades. En Europa las variedades que más se comercializan son la Sunrise, la Golden y la Mamao Formosa, esta última es la también llamada Papayón, de mayor tamaño y sabor más dulce y fino.
Tras el agua, su principal componente son los hidratos de carbono, la mayoría simples, aunque en pequeñas cantidades, por lo que su valor calórico es bajo. Es rica en vitaminas A, C (más que el kiwi y la naranja), B y B2 y tiene un alto contenido en potasio, mineral muy necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal. Así, 100 gramos de papaya, cubren las necesidades diarias de vitamina C de un adulto y el 20% de las de vitamina A. Contiene una proteína llamada papaína que disgrega las proteínas y ayuda a su mejor absorción, además de tener cualidades cicatrizantes, es por ello que esta fruta es recomendada para las personas con problemas de estómago. Es una fruta dulce, refrescante y de fácil consumo, muy rica en sustancias con acción antioxidante. También tiene un efecto depurativo. La papaya también contiene Carpaína que es un activador de la circulación sanguínea.