Después de varios años produciendo moras, es el cultivo de variedades propias lo que lleva a conseguir las características de apariencia y sabor que cada vez más pide el mercado.
La calidad de las moras se ve reflejada en frutos uniformes y firmes, de color morado oscuro y piel brillante. Limpias, sanas y sabrosas, las moras no deben tener daños ni abolladuras. Dependiendo del grado de maduración, muchas veces las moras presentan dos tonos de color, lo cual es perfectamente natural.
Para obtener los mejores resultados, se recomienda refrigerar sus moras y mantenerlas secas. Las moras, al igual que las frambuesas, son especialmente frágiles. Es importante enjuagarlas con cuidado con agua fría justo antes de servirlas. Disfrútelas tan pronto como sea posible.
Si usted planea congelar sus moras para hacer mermeladas y jaleas, lávelos cuidadosamente con agua fría y empacar en contenedores congelables.
Uno de los puntos fuertes de las moras es su gran cantidad de aporte de pigmentos naturales como los carotinoides y los antocianos que servirán como antioxidantes para nuestro organismo.
Son utilizadas para el mejoramiento del tránsito intestinal debido a sus cantidades de fibra.
Las cantidades de potasio que contiene ayudan a la generación y transmisión del impulso nervioso así como también a personas con grandes actividades musculares.