Para conseguir el sabor de los melones de Procomel, se estudian las variedades a base de ensayos que duran varias temporadas, antes de seleccionar las más apropiadas. Los parámetros de la elección son muy exigentes, y a tal efecto se valoran, sobre todo, el sabor y la textura de la fruta.
Todas sus variedades son producto de la polinización natural mediante abejas, y en ningún caso se manipulan genéticamente.