Su forma es redonda, parecida a una granada, de ahí su nombre. Tiene un largo péndulo. Su piel es dura y leñosa, de color amarillo o naranja. Su pulpa contiene jugosas vesículas grises.
Se cuenta únicamente con variedades introducidas hace años, que actualmente son consideradas criollas.
La granadilla contiene vitamina A, C y K, además de fósforo, hierro y calcio. Tiene propiedades diuréticas y digestivas. Estimula la formación de leche materna. Fortalece el sistema inmunológico contra enfermedades respiratorias. La cáscara de la fruta, hervida durante unos minutos es un gran antitusivo.