Fresas: muy dulces y ricas en vitamina C y antioxidantes
La mayoría de los esfuerzos de la cooperativa se centran en controlar y cuidar minuciosamente el proceso al que se somete al fruto, para asegurar que llegue a su destino con todo el color, sabor y propiedades que lo convierten en un auténtico manjar.
Cuna de Platero comercializa el producto en fresco, y no lo somete a ningún proceso de lavado ni transformación.
El cuidado y manipulado en sus instalaciones es minucioso y exhaustivo. La fresa llega en los camiones apropiados, y una vez en la empresa se acondiciona mediante un tratamiento de frío, tras el cual pasa a las zonas de manipulación, envasado, paletizado en cajas y flejado en palés confeccionados.
Posteriormente, se traslada hasta las cámaras de mantenimiento, donde se la trata a la temperatura adecuada, preparándola para que, en unas horas, se expida hasta su destino, ya sea nacional o internacional. La flota de transporte especializada se encarga de que la fruta llegue a su lugar en el mejor estado, conservando todo su aspecto, frescura y calidad.