Cada año, durante la recolección, se visitan todas las parcelas de los productores inscritos para poder evaluar la cantidad de faba a producir

La Faba Asturiana, uno de los productos más emblemáticos, exclusivos, enorgullecedores y con futuro indiscutible es la protagonista del plato magistral de la gastronomía asturiana, ‘La Fabada’. Sin embargo, para la exitosa preparación de cualquiera de los platos que reciben este nombre o sus variantes no es suficiente con el uso de alubias blancas o judías secas, se hace necesaria la utilización de la auténtica Faba Asturiana. Tras años de récords, como la campaña 2007/2008, los kilos amparados y las contraetiquetas certificadas en 2011 volvieron a la cifra de finales de los 90, debido principalmente a factores meteorológicos y a un aumento de productores con marca propia.

Para diferenciarlas del resto de las judías secas de desconocida calidad y procedencia, existe la I.G.P. Faba Asturiana que certifica las judías grano tipo ‘Granja’, cosechadas y envasadas o elaboradas dentro de los límites geográficos del Principado de Asturias. El Consejo Regulador de la Denominación Específica ‘Faba Asturiana’ o ‘Fabes de Asturias’ es el órgano encargado de la defensa del producto amparado por la I.G.P., la aplicación de su reglamento, la vigilancia del cumplimento del mismo, así como su fomento y control de las judías secas amparadas.

La zona de producción de la Faba Asturiana está constituida por los terrenos ubicados en el territorio del Principado de Asturias, situados en las riberas de los ríos o zonas llanas donde es posible la utilización de maquinaria de cultivo, situándose la mayor producción de Faba Asturiana en la zona centro-occidente de la región.

Se trata de alubias blancas, de tamaño relativamente grande y de forma arriñonada, muy suaves de piel y mantecosas al paladar cuando están bien cocidas, y que al remojo previo, aumentan considerablemente su volumen.

Flor y formación de la vaina de la Faba Asturiana.

El Consejo Regulador I.G.P. Faba Asturiana ejerce las labores de control sobre parcelas y almacenes de los productores y empresas inscritas. Cada año, durante la recolección, se visitan todas las parcelas de los productores inscritos para poder evaluar la cantidad de faba a producir. Tras la selección del grano, se realizan muestreos para evaluar las características físico-químicas y sensoriales de las judías grano, asegurándose de que la faba que va a ser vendida a las empresas cumple los requisitos para poder ser identificada con la contraetiqueta de la I.G.P. Faba Asturiana. Durante todo el año se inspeccionan las empresas inscritas, controlando la trazabilidad del producto y realizando muestreos de la Faba Asturiana adquirida a los productores, Faba que va a ser envasada y/o elaborada e identificada con la contraetiqueta numerada de la I.G.P. Faba Asturiana.

La autentica Faba Asturiana se comercializa, siempre envasada, en saquitos (nunca a granel), al vacío, con embutido o ya cocinada en latas o bandejas. Los envases son como máximo de 1 kg, y llevan la marca de la empresa y la contraetiqueta numerada del Consejo Regulador, certificando su calidad y origen.

La pasada campaña fue particularmente mala para la Faba Asturiana. Según el informe publicado recientemente por el consejo regulador, tal y como confirman los datos del pasado 31 de marzo, fecha en que se dió por cerrada la certificación de la cosecha 2010-2011. Se aprecia un descenso del 40% de producto amparado respecto el año anterior, traduciéndose en menos del 60% que en la cosecha 2009-2010 (donde se alcanzó la cifra record de certificación). Este descenso del 40% se debe, según al consejo regulador, a dos factores: por un lado a las lluvias que anegaron las parcelas en el mes de junio del año 2010, complicando la nascencia del cultivo e impidiendo volver a sembrar, y por otro lado la mala situación económica que atraviesa el mercado, las empresas no dan vendida toda la producción.

Evolución de kilos amparados y contraetiquetas expedidas por año. Previsión. Fuente: Consejor Regulador I.G.P. Faba Asturiana.

Se sigue notando también un aumento en el producto amparado debido al aumento de productores con marca propia que al no poder llegar a un acuerdo con las empresas envasadoras para vender su producción, venden sus fabas por su cuenta, envasándolas a través de una empresa envasadora inscrita en el consejo regulador y creando su propia marca y etiqueta.