La cereza del Jerte, delicada en el campo, sabrosa en la mesa
12 de marzo de 2012
He aquí el caso de un producto que ha dado fama a la zona donde se produce. El nombre de 'Jerte' o 'Valle del Jerte' tiene una estrecha relación con la cereza y viceversa. Buena parte de los consumidores del país lo ven así, algo que desde el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Cereza del Jerte achacan al esfuerzo de una generación tras otra de agricultores que han transformado en fértiles las abruptas laderas de la comarca. El tiempo y el trabajo de unos u otros han humanizado este paisaje inicial, moldeándolo a base de pequeños bancales en los que se sitúan propiedades familiares, de 1,6 hectáreas, como mucho.
La Cereza del Jerte, con D.O.P., limita su área de producción a las comarcas del norte de la provincia de Cáceres y enclavadas en la zona de agricultura de montaña Trasierra-Gredos Sur. Bajo el nombre genérico de ‘Picotas del Jerte’ se ampara a las variedades locales que más se cultivan y cuya característica principal es que no presentan pedúnculo, ya que éste se desprende de forma natural en la recolección manual. Son cuatro variedades locales destinadas a consumo en fresco: Ambrunés, Pico Limón Negro, Pico Negro y Pico Colorado, y la variedad de cereza Navalinda. La ‘Picota del Jerte’ se produce, con éxito, en su área de origen. Y es que hasta la fecha, los intentos de plantación de estas variedades en otras latitudes no han fructificado. La picota del Jerte no crece en lugares donde las condiciones del suelo, la altitud, la insolación, la humedad o el régimen de vientos no son los apropiados, aquellos a los que está acostumbrada.
Una producción minifundista que se basa en la organización familiar del trabajo
Como ya hemos mencionado, el cultivo tiene lugar en pequeñas fincas abancaladas, situadas en laderas, umbrías o en solana. El minifundismo es una de las características de esta producción, que se da en explotaciones familiares de 1,6 hectáreas, generalmente divididas en varios trozos o parcelas. Una panorámica de pequeños bancales, sostenidos por paredes de piedra que dificultan la mecanización. La mayoría de las explotaciones se sirven de mano de obra familiar para realizar las tareas principales, especialmente la recolección, una de las más arduas. Ésta última exige un elevado grado de adiestramiento: no solo se efectúa de forma manual, sino que además la delicadeza y fragilidad del fruto requieren un trato especial. La fase de recogida abarca de 12 a 15 semanas, en condiciones climatológicas normales y se extiende desde finales de abril a principios de agosto.
Una vez recolectado el fruto, se procede al laboreo que exige la atención parcial y discontinúa del agricultor. Debido al carácter accidentado de la zona y a las tortuosas pendientes, se invierte un gran número de horas en esta tarea. Las labores que mayor tiempo acaparan son las de abonado y arado.
La cereza del Jerte debe buena parte de sus características al uso de un material vegetal específico, adaptado y aclimatado a las condiciones ambientales dominantes en la cuenca jerteña y los valles colindantes, así como a las peculiaridades de su producción tradicional. Ésta, como ya se ha explicado, se apoya en el minifundio y en la organización familiar del trabajo.
Una producción de 8,5 millones de kilos en 6.571 hectáreas
Según los últimos datos del Registro de Productores y Explotaciones de la Denominación de Origen ‘Cereza del Jerte’, se produce una media de 8,5 millones de kilos de las variedades avaladas por el Consejo Regulador, en una superficie total de 6.571 hectáreas. En cuanto al número de parcelas inscritas, éste asciende a 23.360, manejadas por 3.534 agricultores. El número de árboles inscritos es significativo (188.872) ya que éstos están condicionados por la estrechez de los bancales que, en una alta proporción, no admiten más de una única línea de árboles.
La D.O.P. Cereza del Jerte nace a iniciativa del sector productor de la zona. El 11 de enero de 1995 se reconocía con carácter provisional la denominación de origen Cereza del Jerte. A finales del mismo mes se designaba el Consejo Regulador Provisional de la Cereza del Jerte. A través de la Orden de 21 de enero de 1997 se aprobaba el Reglamento de la Denominación de Origen Cereza del Jerte. El Ministerio de Agricultura ratificaba, a través de la Orden 7 de julio de 1997, el Reglamento de la Denominación de Origen Cereza del Jerte. Posteriormente, el 14 de diciembre del año 2007, se inscribía la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte, en el Registro de Denominaciones de Origen Protegidas y de Indicaciones Geográficas Protegidas. Por último, en marzo del año pasado, se acreditó el cumplimiento con los requisitos de la norma europea EN45011, por parte de ENAC.