Cebollas de España, diferenciación por calidad
La cebolla es uno de los condimentos más empleados en la cultura gastronómica mediterránea, convirtiéndose en un alimento imprescindible en la cocina. Esta planta originaria de Asia es un alimento muy jugoso que permite cocinarse con poco aceite y agua.
El cultivo de la cebolla está muy extendido por todo el mundo. Hay un gran número de cultivares con climatologías muy diferentes, algo que influye en su resultado final, existiendo cebollas muy distintas entre ellas.
Muchas de las empresas comercializadoras de cebollas (muchas de ellas a su vez productoras) están agrupadas en la Asociación Española de Cosecheros-Exportadores de Cebolla. La Asociación forma parte de FEPEX (Federación Española de Asociaciones de Productores y Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas Vivas), y constituye junto con el resto de asociaciones pertenecientes al sector (como PROCECAM, CEBACAT y ACEPA) el Comité Nacional de Cebollas.
Las exportaciones de cebolla en España disminuyen lentamente año tras año. Según datos de la Asociación Española de Cosecheros - Exportadores de Cebolla, las exportaciones de enero a septiembre del año 2011 fueron de 179.857 toneladas. El país al que más exporta España es Alemania, con un total de 59.037 toneladas de cebollas; seguido por el Reino Unido, al que se exportan 51.954 toneladas. Mientras que en el año 2008 se alcanzaron las 266.137 toneladas de cebollas exportadas, éstas han disminuido a partir de ese momento, con 263.466 toneladas en el año 2009 y 224.022 toneladas de cebollas en el año 2010.
Las importaciones también han descendido poco a poco. De enero a septiembre del año 2011, España ha recibido 50.329 toneladas de cebollas (15.424 de Países Bajos y 9.856 toneladas de Francia).
Ante la difícil situación que se ha venido desarrollando en los últimos años en el sector cebollero español, donde se ha producido un importante aumento de los costes de producción y un notable descenso de los precios percibidos por los productores, la cebolla española se ha visto obligada a diferenciarse por su calidad.
Prueba de ello es que España cuenta con tres distinciones de calidad en relación a sus cebollas: I.G.P. Calçots de Valls, D.O.P. Cebolla Fuentes de Ebro y la Cebolla de la Mancha.
Proyecto Cebollas de la Mancha
Con este proyecto se pretende mejorar los procesos de cultivo de la cebolla para conseguir una producción óptima en términos de calidad, en lugar de una producción óptima en términos de cantidad.
Además, la obtención de una marca de calidad que ponga en valor las cualidades y las calidades de la cebolla producida bajo el amparo de este sello, mejorará la comercialización en los distintos mercados nacionales e internacionales donde está presente la cebolla manchega, mediante la diferenciación y la distinción de calidad.
Cebollas Fuentes de Ebro, ni pican ni repiten
Estas cebollas se caracterizan por su sabor suave, su escaso picor y la ausencia de un regusto desagradable en la boca. Además, tienen un alto contenido en agua, algo que hace que sean digestivas y con unas capas interiores tiernas y muy suculentas.
Para poder diferenciar estas cebollas de otras sin D.O.P. siempre irán con su logotipo correspondiente, marca que garantiza su procedencia y asegura que han pasado todos los controles y que, como consecuencia, no pican y tampoco repiten.
La cebolla de Fuentes de Ebro es un producto fresco y perecedero, que vincula la producción al territorio. La zona de elaboración, almacenamiento y envasado coincide con la zona de producción de las cebollas. La zona de producción tiene unos suelos con una presencia abundante de yeso y carbonato cálcico, sumado al clima característico de la zona, consigue sus bajos niveles de picor. La misma variedad plantada en otros territorios no conseguiría el mismo producto final.
La Asociación de Productores de Cebolla de Castilla-La Mancha, PROCECAM, ha firmado un convenio de colaboración con la empresa de software empresarial Isagri con el objetivo de poner a disposición de los productores de cebollas todas las herramientas necesarias para establecer una frontera de rentabilidad clara del cultivo, que les permita conocer en todo momento la evolución de los costes, y gracias a ello ser capaces de optimizar los recursos de los que disponen.