“Bruselas quiere instaurar un modelo de política agraria comunitaria alarmante para los intereses de los cítricos valencianos”
Entrevista a José Barres Gabarda, presidente de la Indicación Geográfica Protegida Cítricos Valencianos
Hace unas semanas, la Comisión Europea presentó un proyecto de reforma de la Política Agraria Común (PAC) para después del año 2013. Desde la I.G.P. Cítricos Valencianos han advertido que dicho proyecto frena la revitalización del sector citrícola valenciano. Tras su primer año al frente de esta entidad, José Barres Gabarda, presidente de la I.G.P., hace balance de su gestión y explica por qué se muestra tan crítico con la política agrícola comunitaria de Bruselas, que en su opinión ralentizaría la competitividad de la citricultura valenciana.
28 de octubre de 2011
Ya se ha cumplido un año desde que asumió la presidencia de la I.G.P. ‘Cítricos Valencianos’. ¿Qué balance hace, hasta la fecha, de este primer año al frente del Consejo Regulador? En su opinión, ¿en qué aspectos se debe trabajar más?
Desde que llegué a la presidencia de la I.G.P., nos hemos propuesto que Cítricos Valencianos logre un mayor reconocimiento, desde el punto de vista de certificación. Y en ello, hemos estado trabajando. Buena muestra de este esfuerzo es la aprobación del Reglamento para esta Indicación Geográfica Protegida y su Consejo Regulador. Con esta disposición legal se consigue adaptar el texto a las normativas que otorgan personalidad jurídica propia a los consejos reguladores e independientes de la Administración. Así, éstos disponen de plena capacidad para el desarrollo de sus fines, realizar toda clase de actos de gestión y administración; cuestiones imprescindibles para preparar la acreditación como entidades de certificación, proceso en el que, hoy en día, estamos inmersos.
Al mismo tiempo, también hemos intensificado nuestras acciones de marketing y de promoción de los cítricos valencianos. En concreto, hemos decidido apostar por las estrategias online, sobre todo, la presencia en redes sociales. Y es que, desde la I.G.P. Cítricos Valencianos intentamos que el consumidor no solo reconozca, sino que también valore las cualidades nutritivas, así como las propiedades organolépticas que tienen los cítricos que se cultivan en la Comunidad Valenciana.
Al hilo de la actualidad, se ha presentado el proyecto de reforma de la Política Agrícola Común (PAC) después del año 2013. Una propuesta que desde la I.G.P. no ha sentado nada bien, ya que implicaría un recorte de casi 100 millones de euros para el campo valenciano y, por ende, al cultivo citrícola…
Desde la I.G.P. consideramos que el modelo de Política Agraria Comunitaria que se quiere instaurar desde Bruselas se puede considerar como ‘alarmante’, ya que pretende aplicar un recorte de alrededor de 100 millones de euros para el campo valenciano, lo que supondría una grave amenaza para mantener un sector tan dinámico como es el de los cítricos valencianos.
La nueva PAC no favorece la competitividad de nuestra citricultura, puesto que pretende eliminar las ayudas directas basadas en la producción para pasar a un sistema de pago único por hectárea, con un nivel máximo de 300.000 euros. Todo ello atenta contra los intereses del sector citrícola valenciano. Especialmente, en plena crisis económica, cuando se necesita, más que nunca, contar con un sistema de Política Agraria Europea que favorezca el crecimiento y mire por el desarrollo empresarial de la citricultura valenciana, clave para el sector agroalimentario español.
Un total de 112.271 explotaciones agrarias se benefician del pago único en la Comunidad Valenciana. De éstas, la mayoría (108.804) pertenecen a citricultores. Sin embargo, la ayuda que perciben estos productores es de 353,43 euros, muy por debajo del millar de euros que reciben el resto de agricultores valencianos. ¿Cree que en Bruselas son conscientes del peso del sector citricultor en la Comunidad y en el resto del país?
Creemos que la Unión Europea no actúa de manera consciente, ya que no valora el peso que tiene la citricultura valenciana dentro del conjunto de la economía española. A nuestro juicio, resulta totalmente sorprendente que la ayuda que perciben sea de 353,43 euros, mientras que el importe medio que reciben los agricultores valencianos vinculados a otros cultivos esté en 1.034 euros, y la media de toda España se sitúe en los 4.798 euros.
En consecuencia, es muy importante que las autoridades europeas reflexionen y colaboren en el desarrollo de nuestra citricultura, un sector estratégico por su rentabilidad empresarial dentro del sector agroalimentario europeo.
Teniendo en cuenta la imagen de calidad diferenciada que difunden de los cítricos valencianos, ¿cómo hacen frente, desde el consejo regulador, a la globalización comercial y a la irrupción de cítricos de países emergentes a menor coste?
Nuestra mejor baza para hacer frente a esta situación es la calidad de nuestros cítricos, conocida en todos los mercados internacionales. Este reconocimiento es el resultado de la labor de promoción que desarrollamos, fuera de nuestras fronteras, desde hace décadas y que, sin duda, ha contribuido a potenciar la imagen de nuestra marca de calidad.
Entre los retos del sector figura aumentar la presencia de los cítricos valencianos no solo en los puntos de venta sino también en los centros escolares, difundiendo las virtudes nutricionales de estos frutos.
En general, ¿el consumidor extranjero valora, y está dispuesto a pagar, por el valor añadido que supone la compra de cítricos valencianos?
En términos generales, sí. Tanto el consumidor nacional como el extranjero conocen, a la perfección, la calidad de los cítricos de la Comunidad Valenciana. Ambos están dispuestos a pagar por el valor añadido de tener en su mesa un producto natural, saludable y con las bondades nutritivas que caracterizan a los cítricos valencianos.
Y por último, de tener que hacer los deberes, ¿cuáles son las principales asignaturas pendientes del sector citrícola valenciano?
El sector citrícola valenciano ha de hacer frente a una serie de retos muy importantes. En primer lugar, deberíamos lograr que el productor obtuviera una renta justa por la venta de sus productos, así como unos márgenes económicos que permitieran cubrir sus costes de producción. Por otro lado, también habría que apostar por la ordenación y la concentración de la oferta, así como la promoción internacional de nuestra citricultura. Para ello, habría que reforzar la presencia, no solo en los puntos de venta sino también en los colegios, educando a los niños sobre las virtudes de una alimentación saludable y el papel que juegan los cítricos en la misma. En este sentido, la I.G.P. Cítricos Valencianos colabora con Fuvama para poner en marcha este tipo de acciones. Bajo el lema ‘Desayunos Saludables’ tratamos de concienciar a los más pequeños de la importancia que tiene una dieta equilibrada.
Además, hay que tener en cuenta que dentro del contexto de crisis económica actual, es necesario que se genere un mayor valor añadido para nuestros productores y con ello se incremente la competitividad y la rentabilidad en las explotaciones citrícolas valencianas.