Crece la producción hortofrutícola pero merma su valor
Coexphal presentó los resultados de la campaña 2023/2024 a sus asociados.
El ansiado y viejo reto de conseguir un mayor valor añadido por la producción de frutas y hortalizas continúa vigente, a tenor de los datos correspondientes a la campaña 2023/2024. La Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de la provincia de Almería (Coexphal) destaca el avance que se ha registrado en volumen, con un 6% más que el año anterior. Sin embargo, el axioma de producir más para ganar más, hace tiempo que no funciona. Las cotizaciones en origen han caído un 17% de media, teniendo en cuenta la evolución del pimiento, el tomate, el pepino, la berenjena, el calabacín, la lechuga, el melón y la sandía, lo que se traduce en un descenso del 12% de los ingresos. A ello se une el incremento de los costes de producción, que acumula un 15% en las dos últimas cosechas, aunque, al menos, en esta última la situación se ha aliviado en parte, pues han descendido una media del 3,6%.
Estas dos últimas campañas han encendido las alarmas en el sector hortofrutícola, que venía de registrar buenos números en las dos cosechas precedentes, las correspondientes a 2020/201 y 2021/2022, tal y como recuerda el presidente de Coexphal, Juan Antonio González. “El sector ha vivido dos campañas previas con datos aceptables, pero parece que el ciclo 2023/2024 nos sitúa de nuevo en el punto de partida, con precios claramente insuficientes, más aún cuando se introducen los costes en el análisis”, afirma. “Desde septiembre de 2021, momento en el que empezó a sentirse el aumento del coste de los insumos, el crecimiento acumulado sigue siendo del 15%”, apostilla.
La organización agraria Asaja Almería realiza un balance similar de la campaña hortofrutícola 2023/2024. Según sus datos, el aumento del volumen de producción has sido del 14%, hasta alcanzar un total de 3,82 millones de toneladas, mientras que el valor en el mercado ha caído de forma “drástica”, registrando un descenso del 22%, hasta los 2.632 millones de euros.
En su informe ‘Balance hortícola. Campaña 2023/2024’, Asaja Almería recoge un ligero ascenso de la superficie de invernaderos, un 0,61% más, hasta alcanzar las 33.100 hectáreas, que con los cultivos de doble ciclo se registra un total de 49.316 hectáreas (+1%). El Ministerio de Agricultura cifra el área de cultivos bajo plástico en 34.308 hectáreas, mientras que el informe de Plataforma Tierra que analiza la cosecha hortofrutícola 2023/2024 recoge que la superficie de invernaderos existentes en el sureste español (Almería, Granada y Región de Murcia) se ha reducido un 1,1%, hasta las 42.190 hectáreas en el conjunto de los tres territorios, debido al descenso anotado en la Región de Murcia, que ha pasado de las 5.851 hectáreas en 2022/23 a las 5.185 hectáreas de 2023/2024. Por su parte, en Almería y Granada se mantiene la ligera tendencia ascendente de los últimos años, en este caso, un 0,5% en la provincia almeriense (33.634 hectáreas, según Plataforma Tierra) y un 0,8% en la granadina (3.371 hectáreas).
Producir más no basta, se necesita producir mejor
Mejor control de plagas
En este apartado, la patronal de los productores y exportadores de Almería destaca la continua apuesta del sector hortofrutícola por una producción sostenible, según muestra la evolución creciente del uso de técnicas para el control biológico de plagas en la provincia almeriense. La Delegación Provincial en Almería de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía estima que la superficie cultivada con estas técnicas más sostenibles y respetuosas con el medioambiente en la campaña 2023/2024 se ha incrementado un 1,65% en comparación con la anterior cosecha, hasta alcanzar un total de 28.322 hectáreas.
Además, Coexphal aboga por no bajar la guardia en el uso del control biológico. Es conveniente seguir trabajando en los protocolos de control biológico, así como en la investigación de nuevas soluciones biológicas para ir adaptándose a los nuevos retos que surgen en materia de gestión de plagas de los cultivos e ir introduciendo nuevos insectos auxiliares. Asimismo, se explica que también supone una medida positiva un buen control del clima en los invernaderos para que la instalación de enemigos naturales sea cada vez más favorable.
Caída de las cotizaciones en origen
La superficie de tomate sigue cayendo
En la campaña 2023/2024, la superficie de tomate ha descendido alrededor de un 6%, aunque la producción ha crecido un 8% al registrarse menor volumen de mermas. El cultivo de pimiento ha adelantado en superficie y protagonismo al de tomate hace unos años y la situación no tiene visos de cambiar, pues a los desafíos de la competencia exterior se han venido a sumar otros en forma de virosis, como ha sido el caso del rugoso en tomate, que, aunque los desarrollos de resistencias por parte de las casas de semillas avanzan a pasos agigantados, ha empujado a buena parte de los agricultores a optar por otros cultivos de menor riesgo en materia de sanidad vegetal. La caída de las cotizaciones en un 20% en esta campaña tampoco ayudará a que la situación y las expectativas mejoren a corto plazo.
Cae el valor de las exportaciones
En el periodo que va de septiembre a marzo de la campaña 2023/2024, el valor total de las exportaciones hortofrutícolas ha alcanzado los 3.971,2 millones de euros, lo que representa una caída del 2,9% menos que en el mismo periodo de la campaña anterior. Por productos, todas las hortalizas han presentado un precio medio de exportación inferior al de la campaña pasada. Las exportaciones de berenjena son las que más han aumentado en volumen, pero también han sufrido un descenso de dos dígitos en valor, del -10,8% comparado con 2022/2023.
Evolución de las exportaciones realizadas por Almería, Granada y la Región de Murcia según sus principales productos. Fuente: Plataforma Tierra.
Junto a la berenjena, el pepino (-12,6%) y el calabacín (-6%) son las hortalizas que han tenido un comportamiento más desfavorable en los mercados internacionales en términos de valor. En el caso de pimiento y tomate, estos han presentado un menor descenso en el precio medio de exportación, del -3,5% y del -2,5% comparado con la campaña anterior, logrando así un mejor resultado de comercialización que el resto de los productos, aunque inferior a 2022/2023, -3,7% el pimiento y -1,6% el tomate. A pesar de estos datos negativos, Plataforma Tierra destaca que el valor conjunto de las exportaciones hortofrutícolas de Almería, Granada y la Región de Murcia ha sido superior a la media de las últimas cinco campañas en un 11,3%.
Almería recupera el pulso exportador en tomate
Después de siete campañas de aumento ininterrumpido, Marruecos ha frenado su ritmo de crecimiento exportador en tomate. En el último ciclo, sus envíos al exterior se han reducido un 6%. Este descenso tiene su origen en la primera parte de su campaña, ya que hubo problemas en los cultivos debido al virus del rugoso, que se agravaron por la existencia de temperaturas anormalmente altas.
A partir de enero, Marruecos volvió a recuperar el ritmo exportador. “Según el análisis realizado queda patente que el sector marroquí está empezando a sufrir fuertes desequilibrios internos favorecidos por la necesidad de mano de obra no cubierta, aumento de los costes productivos, falta de agua, estructuras no preparadas para la meteorología adversa, entre otros asuntos. Sin embargo, en este entorno, el tomate español reafirma su mayor confiabilidad y su compromiso tanto en calidad como en seguridad alimentaria, donde Almería está a la cabeza desde hace muchos años, como está quedando demostrado”, asegura Luis Miguel Fernández.
Asimismo, las importaciones españolas de tomate procedente de Marruecos caen por segundo año consecutivo, tanto por la mayor predisposición del consumidor nacional al tomate local como por la menor oferta marroquí. En este sentido, el gerente de Coexphal afirma que el consumidor europeo “debe buscar alimentos con garantías, algo que no ofrecen los productos marroquís o turcos, tal y como demuestran los cientos de notificaciones de alerta sanitaria que se registran todos los años”.
Para mejorar la rentabilidad del sector, no se trata de producir más cantidad sino de producir mejor en cuanto a diferenciación, calidad, sabor, propiedades organolépticas, seguridad e higiene alimentarias, durabilidad en poscosecha, packaging...
Junto a la berenjena, el pepino (-12,6%) y el calabacín (-6%) son las hortalizas que han tenido un comportamiento más desfavorable en los mercados internacionales en términos de valor