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Crece la producción hortofrutícola pero merma su valor

Elio Sancho06/09/2024
El sector muestra su preocupación ante las cifras de la campaña 2023/2024, al arrojar unas cotizaciones en origen “absolutamente insuficientes” para asumir un crecimiento acumulado del 15% en los costes de producción en las dos últimas cosechas.
Coexphal presentó los resultados de la campaña 2023/2024 a sus asociados

Coexphal presentó los resultados de la campaña 2023/2024 a sus asociados.

El ansiado y viejo reto de conseguir un mayor valor añadido por la producción de frutas y hortalizas continúa vigente, a tenor de los datos correspondientes a la campaña 2023/2024. La Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de la provincia de Almería (Coexphal) destaca el avance que se ha registrado en volumen, con un 6% más que el año anterior. Sin embargo, el axioma de producir más para ganar más, hace tiempo que no funciona. Las cotizaciones en origen han caído un 17% de media, teniendo en cuenta la evolución del pimiento, el tomate, el pepino, la berenjena, el calabacín, la lechuga, el melón y la sandía, lo que se traduce en un descenso del 12% de los ingresos. A ello se une el incremento de los costes de producción, que acumula un 15% en las dos últimas cosechas, aunque, al menos, en esta última la situación se ha aliviado en parte, pues han descendido una media del 3,6%.

Estas dos últimas campañas han encendido las alarmas en el sector hortofrutícola, que venía de registrar buenos números en las dos cosechas precedentes, las correspondientes a 2020/201 y 2021/2022, tal y como recuerda el presidente de Coexphal, Juan Antonio González. “El sector ha vivido dos campañas previas con datos aceptables, pero parece que el ciclo 2023/2024 nos sitúa de nuevo en el punto de partida, con precios claramente insuficientes, más aún cuando se introducen los costes en el análisis”, afirma. “Desde septiembre de 2021, momento en el que empezó a sentirse el aumento del coste de los insumos, el crecimiento acumulado sigue siendo del 15%”, apostilla.

La organización agraria Asaja Almería realiza un balance similar de la campaña hortofrutícola 2023/2024. Según sus datos, el aumento del volumen de producción has sido del 14%, hasta alcanzar un total de 3,82 millones de toneladas, mientras que el valor en el mercado ha caído de forma “drástica”, registrando un descenso del 22%, hasta los 2.632 millones de euros.

En su informe ‘Balance hortícola. Campaña 2023/2024’, Asaja Almería recoge un ligero ascenso de la superficie de invernaderos, un 0,61% más, hasta alcanzar las 33.100 hectáreas, que con los cultivos de doble ciclo se registra un total de 49.316 hectáreas (+1%). El Ministerio de Agricultura cifra el área de cultivos bajo plástico en 34.308 hectáreas, mientras que el informe de Plataforma Tierra que analiza la cosecha hortofrutícola 2023/2024 recoge que la superficie de invernaderos existentes en el sureste español (Almería, Granada y Región de Murcia) se ha reducido un 1,1%, hasta las 42.190 hectáreas en el conjunto de los tres territorios, debido al descenso anotado en la Región de Murcia, que ha pasado de las 5.851 hectáreas en 2022/23 a las 5.185 hectáreas de 2023/2024. Por su parte, en Almería y Granada se mantiene la ligera tendencia ascendente de los últimos años, en este caso, un 0,5% en la provincia almeriense (33.634 hectáreas, según Plataforma Tierra) y un 0,8% en la granadina (3.371 hectáreas).

Evolución de la superficie invernada en el sureste de España. Fuente: Plataforma Tierra
Evolución de la superficie invernada en el sureste de España. Fuente: Plataforma Tierra.
Esta lenta evolución al alza registrada en los últimos años pone sobre la mesa una de las cuestiones que viene planteándose el sector: ¿se ha tocado techo en superficie de producción o aún queda margen para crecer? En los últimos 13 años, la superficie invernada del conjunto de estos tres territorios apenas ha aumentado en 7.000 hectáreas, según los datos de Plataforma Tierra.

Producir más no basta, se necesita producir mejor

Según los expertos del sector, la capacidad de crecimiento se encuentra ya limitada por factores medioambientales, principalmente, la disponibilidad de recursos hídricos y los precios de alternativas como el agua desalada, a lo que hay que añadir la necesidad de infraestructuras para su obtención. A todo ello se suma, en algunas zonas concretas del Poniente, la escasez de terrenos aptos para levantar nuevos invernaderos. Sin embargo, la cuestión no se debe centrar tanto en la superficie sino en la productividad y en la posibilidad de generar valor añadido en el producto final para destacar sobre los productores de otras zonas productoras como Países Bajos y Marruecos. En definitiva, para mejorar la rentabilidad del sector, no se trata de producir más cantidad sino de producir mejor en cuanto a diferenciación, calidad, sabor, propiedades organolépticas, seguridad e higiene alimentarias, durabilidad en poscosecha, comodidad de cara a los diferentes tipos de consumidores, así como packaging atractivos y sostenibles.
Cultivo de tomate en invernadero
Cultivo de tomate en invernadero.
Aquí es donde radican, en gran medida, las posibilidades de crecimiento del sector hortofrutícola bajo plástico, con la vista puesta en un modelo sostenible, capaz de obtener más volumen de producción con la misma superficie, gracias a los avances tecnológicos y digitales, así como a los nuevos desarrollos de las casas de semillas que, año tras año, continúan avanzando hacia variedades más productivas, a la par que resistentes al estrés hídrico, es decir, con un menor uso de agua para riego, y a los vaivenes de las temperaturas que deben soportar los cultivos provocados por el cambio climático.

Mejor control de plagas

La mejora en el volumen de producción registrado este año se debe a un mejor control de virus y plagas, lo que ha reducido las mermas, arrojando así unos mejores rendimientos en todos los cultivos, a pesar de que las condiciones climatológicas han favorecido una mayor presencia de plagas y enfermedades transmitidas por insectos vectores, tal y como recuerdan desde Coexphal.

En este apartado, la patronal de los productores y exportadores de Almería destaca la continua apuesta del sector hortofrutícola por una producción sostenible, según muestra la evolución creciente del uso de técnicas para el control biológico de plagas en la provincia almeriense. La Delegación Provincial en Almería de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía estima que la superficie cultivada con estas técnicas más sostenibles y respetuosas con el medioambiente en la campaña 2023/2024 se ha incrementado un 1,65% en comparación con la anterior cosecha, hasta alcanzar un total de 28.322 hectáreas.

Además, Coexphal aboga por no bajar la guardia en el uso del control biológico. Es conveniente seguir trabajando en los protocolos de control biológico, así como en la investigación de nuevas soluciones biológicas para ir adaptándose a los nuevos retos que surgen en materia de gestión de plagas de los cultivos e ir introduciendo nuevos insectos auxiliares. Asimismo, se explica que también supone una medida positiva un buen control del clima en los invernaderos para que la instalación de enemigos naturales sea cada vez más favorable.

Caída de las cotizaciones en origen

El aumento de la producción ha motivado un descenso de las cotizaciones en origen en comparación con el año pasado, registrándose descensos en todos los productos, salvo el melón y la sandía, lo que ha lastrado el valor final de la producción, destacan desde Asaja. Por cultivos, desde la organización agraria destacan el mal comportamiento del pimiento, que ha experimentado una caída conjunta del 33% de su precio medio, pues al tratarse del cultivo estrella en Almería, con 12.550 hectáreas cultivadas este año (+0,7%), su caída en valor, de un 30%, afecta en mayor medida al sector. Asimismo, en valores relativos, la berenjena es el cultivo que más ha visto descender su cotización en origen (-48%), lo que ha significado una caída del 43% en el valor de la producción. También es llamativa la caída en precio por parte del pepino, un 22% menos que el año pasado, a la vez que ha crecido un 10% en superficie y un 13% en volumen de producción, según sus estimaciones.
Precios de las hortalizas cultivadas en invernadero. Fuente: Plataforma Tierra
Precios de las hortalizas cultivadas en invernadero. Fuente: Plataforma Tierra.

La superficie de tomate sigue cayendo

El comportamiento del tomate continúa siendo preocupante para el sector. En los últimos años acumula un importante descenso en la superficie, lo que se une al auge de la competencia en el mercado exterior, que tiene a Marruecos y Países Bajos como principales protagonistas de esta evolución descendente, pues año tras año, siguen exportando más volumen de tomate a la Unión Europea, destino principal del tomate español.

En la campaña 2023/2024, la superficie de tomate ha descendido alrededor de un 6%, aunque la producción ha crecido un 8% al registrarse menor volumen de mermas. El cultivo de pimiento ha adelantado en superficie y protagonismo al de tomate hace unos años y la situación no tiene visos de cambiar, pues a los desafíos de la competencia exterior se han venido a sumar otros en forma de virosis, como ha sido el caso del rugoso en tomate, que, aunque los desarrollos de resistencias por parte de las casas de semillas avanzan a pasos agigantados, ha empujado a buena parte de los agricultores a optar por otros cultivos de menor riesgo en materia de sanidad vegetal. La caída de las cotizaciones en un 20% en esta campaña tampoco ayudará a que la situación y las expectativas mejoren a corto plazo.

Evolución del cultivo de tomate por tipologías. Fuente: Coexphal
Evolución del cultivo de tomate por tipologías. Fuente: Coexphal.
En este sentido, el gerente de Coexphal, Luis Miguel Fernández, destaca que, la situación vuelve a ser comprometida para el sector del tomate una vez solventadas las caídas puntuales de la oferta internacional del año anterior, fundamentalmente la holandesa de invierno, y los vaivenes de las ventas marroquíes. Más aún, teniendo en cuenta que la campaña pasada el tomate tuvo un aumento de los ingresos del 10%.

Cae el valor de las exportaciones

En el periodo que va de septiembre a marzo de la campaña 2023/2024, el valor total de las exportaciones hortofrutícolas ha alcanzado los 3.971,2 millones de euros, lo que representa una caída del 2,9% menos que en el mismo periodo de la campaña anterior. Por productos, todas las hortalizas han presentado un precio medio de exportación inferior al de la campaña pasada. Las exportaciones de berenjena son las que más han aumentado en volumen, pero también han sufrido un descenso de dos dígitos en valor, del -10,8% comparado con 2022/2023.

Evolución de las exportaciones realizadas por Almería, Granada y la Región de Murcia según sus principales productos. Fuente: Plataforma Tierra...

Evolución de las exportaciones realizadas por Almería, Granada y la Región de Murcia según sus principales productos. Fuente: Plataforma Tierra.

Junto a la berenjena, el pepino (-12,6%) y el calabacín (-6%) son las hortalizas que han tenido un comportamiento más desfavorable en los mercados internacionales en términos de valor. En el caso de pimiento y tomate, estos han presentado un menor descenso en el precio medio de exportación, del -3,5% y del -2,5% comparado con la campaña anterior, logrando así un mejor resultado de comercialización que el resto de los productos, aunque inferior a 2022/2023, -3,7% el pimiento y -1,6% el tomate. A pesar de estos datos negativos, Plataforma Tierra destaca que el valor conjunto de las exportaciones hortofrutícolas de Almería, Granada y la Región de Murcia ha sido superior a la media de las últimas cinco campañas en un 11,3%.

Almería recupera el pulso exportador en tomate

Desde Coexphal hacen hincapié en que el sector del tomate almeriense, aunque ha reducido su valor exportador, ha recuperado el tono. Además, recuerdan que Alemania continúa liderando el ranking como principal país comprador de las verduras almerienses, con el 36% del total del volumen de las exportaciones y un aumento de casi el 2%; le sigue Francia, que pierde un punto de cuota de mercado y sigue como segundo comprador y principal destino de las exportaciones de Marruecos, representando el 12% de las ventas almerienses. Las exportaciones almerienses a Reino Unido, donde Marruecos lleva creciendo progresivamente en las últimas campañas, caen otro punto porcentual y pasa a ser el 6% del total vendido.

Después de siete campañas de aumento ininterrumpido, Marruecos ha frenado su ritmo de crecimiento exportador en tomate. En el último ciclo, sus envíos al exterior se han reducido un 6%. Este descenso tiene su origen en la primera parte de su campaña, ya que hubo problemas en los cultivos debido al virus del rugoso, que se agravaron por la existencia de temperaturas anormalmente altas.

A partir de enero, Marruecos volvió a recuperar el ritmo exportador. “Según el análisis realizado queda patente que el sector marroquí está empezando a sufrir fuertes desequilibrios internos favorecidos por la necesidad de mano de obra no cubierta, aumento de los costes productivos, falta de agua, estructuras no preparadas para la meteorología adversa, entre otros asuntos. Sin embargo, en este entorno, el tomate español reafirma su mayor confiabilidad y su compromiso tanto en calidad como en seguridad alimentaria, donde Almería está a la cabeza desde hace muchos años, como está quedando demostrado”, asegura Luis Miguel Fernández.

Importaciones españolas de tomate marroquí. Fuente: Coexphal
Importaciones españolas de tomate marroquí. Fuente: Coexphal.
Del resto de competidores, Países Bajos vuelve a crecer, enlazando dos campañas en positivo y recuperando el nivel previo a la crisis que registró debido al aumento del coste de la energía para el cultivo de tomate en sus invernaderos, mediante el uso de gas natural. Coexphal destaca también que las exportaciones francesas caen arrastradas por el descenso de ventas de Marruecos, “confirmándose el comercio de reexportación de tomate marroquí desde Francia”.

Asimismo, las importaciones españolas de tomate procedente de Marruecos caen por segundo año consecutivo, tanto por la mayor predisposición del consumidor nacional al tomate local como por la menor oferta marroquí. En este sentido, el gerente de Coexphal afirma que el consumidor europeo “debe buscar alimentos con garantías, algo que no ofrecen los productos marroquís o turcos, tal y como demuestran los cientos de notificaciones de alerta sanitaria que se registran todos los años”.

Para mejorar la rentabilidad del sector, no se trata de producir más cantidad sino de producir mejor en cuanto a diferenciación, calidad, sabor, propiedades organolépticas, seguridad e higiene alimentarias, durabilidad en poscosecha, packaging...

Junto a la berenjena, el pepino (-12,6%) y el calabacín (-6%) son las hortalizas que han tenido un comportamiento más desfavorable en los mercados internacionales en términos de valor

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