La manzana, una dulce tentación que alivia nuestros males
26 de mayo de 2011
La importancia alimenticia de la manzana es clara en la dieta de la humanidad y es que pocas frutas son tan icónicas y representativas de la benevolencia de la naturaleza para con el ser humano, como este multicolor fruto del árbol ‘Malus domestica’.
Consumida desde la Edad de Piedra y cultivada desde la Edad de Hierro, se cree proveniente de algún lugar inespecífico de China, del Mar Negro y de Oriente Medio. Sin embargo, la religión cristiana la sitúa en medio del Edén y simboliza como el fruto prohibido del cual ni Adán ni Eva podían comer jamás, so pena de convertirse (y convertirnos) en eternos pecadores.
En la mitología griega, la manzana que Paris entrego a la diosa Venus, provoca la enemistad entre Atenea y Hero, llamándola ‘la manzana de la discordia’.
Los romanos por su parte la llamaron ‘Malum Matianum’ en honor a Macio, escritor culinario amigo de César. Apicio por su parte, gastrónomo como era en tiempos de Tiberio, ofrecía diversas recetas de manzanas en su obra ‘De re Coquinaria’ y Anthimus, ya en el siglo VI afirmaba en ‘Epístola de Observatione Ciborum’, que las manzanas y peras sólo sentaban bien cuando maduraban al sol.
Españoles y portugueses la llevarían a América en el siglo XVI y una centuria después pasaría a América del Norte y luego al África Septentrional y a Australia.
Por todos es conocida también la historia del origen de la teoría de la gravedad, elucubrada por el científico Isaac Newton cuando una manzana le cayó desde el árbol directamente a su cabeza. En el arte, asimismo, ha sido reproducida por hábiles artistas que la han pintado cogida de la mano por la Virgen María. En épocas post-modernas, ha sido simbolizada y llevada al arte pop como por ejemplo, en el símbolo del sello discográfico de la célebre agrupación de Liverpool, The Beatles y por la segunda compañía informática más grande del mundo Apple Inc. que la convirtió tanto en su nombre como en su logo.
Reseña de una fruta que no puede ser reseñada
Actualmente, España es uno de los principales productores, con Cataluña a la cabeza (40% de la producción nacional), seguida de Aragón, La Rioja y Navarra. En total, España cuenta con cerca de 45.000 hectáreas plantadas de manzanos de las que se obtienen unas 780.000 toneladas de fruta. Otros grandes productores son China, Estados Unidos, Alemania, Italia, Polonia, Francia, Irán, Rusia, India, Brasil, Bélgica, Países Bajos y Austria.
El manzano, como siempre ajeno a toda esta fanfarria que el humano ha hecho de sus retoños, es un hermoso árbol perenne de hasta 15 metros de altura formado por tallos grises y ramas jóvenes pubescentes. Sus hojas son elíptico-ovales con el envés cubierto de borra, dentadas de hasta 15 cm. de longitud con flores blancas o rosadas de 5 cm. La manzana es un pomo de más de 5 cm. de color variopinto, siendo las más comunes la verde, roja y amarilla. La facilidad de adaptación de este árbol a muchos climas y suelos, así como la resistencia a las más bajas temperaturas permiten cultivarlo en todos los países fríos, existiendo más de mil variedades en el mundo, aunque sólo podamos conseguir una docena de ellas en el mercado.
Si la manzana es tan popular y recomendada es porque tiene ese mérito bien ganado a lo largo de los siglos, con sus altos componentes en pectina que actúan como una fibra soluble y ayudan en la disolución del colesterol y contra la diabetes, aminoácidos de la talla de la cisteína que elimina las toxinas del hígado, la glicina, responsable del sistema inmunitario, la arginina, necesaria para el crecimiento muscular, la histidina, que combate la anemia y la artritis, la isoleucina, para el equilibrio del nitrógeno, la lisina, productora de anticuerpos, la valina, que favorece el crecimiento infantil y la metionina, que combate al colesterol.
En cuanto a ácidos también está muy bien dotada con el glutamínico que es antiulceroso, el linoleico, alto en vitamina F, el málico, oleico, palmítico y cafeíco. Contiene igualmente otros componentes como azúcares, catequinas, quercetina, sorbitol, bueno para los problemas intestinales, fibras y más nutrientes como el calcio, hierro, magnesio, nitrógeno, fósforo y potasio.
Facetas camaleónicas de un mismo fruto
Por estas extensas propiedades se la ha considerado en diversos tratamientos médicos como coadyuvante en procesos antiinflamatorios del aparato digestivo, como antidiarreico y laxante (aunque parezca contradictorio), como diurética y depurativa, anticatarral, anticolesterol, hipotensora, sedante, febrífugo, anticancerígeno y contra la enfermedad de Ménière, así como en quemaduras solares, flacidez y para la piel del cutis.
Existe una docena de variedades de manzanas en el mercado español, entre las que destacan la Gala (cosechada en agosto) de color rojo-anaranjado, de pulpa jugosa, consistente, dulce y aromática, la Red Delicious (en septiembre), roja, alargada con cinco lóbulos aparentes, dulce y de mediana calidad, la Golden Delicious (septiembre), de color verde-amarillento, dulce de buena calidad y utilizada en repostería, la Granny Smith (septiembre), inconfundible por su verdor y acidez, muy buena consistencia, la Fuji (octubre), bicolor, pulpa jugosa, dulce y aromática, muy apreciada, la Pink Lady (octubre), de color rosa, forma de cubilete, pulpa consistente y sabor ligeramente ácido, la Verde Doncella (septiembre), variedad española de color verde claro y achatada y la Reineta (septiembre), achatada, con pulpa consistente de sabor ácido y muy apta para usos culinarios.
Actualmente se pueden encontrar en el mercado, aunque con mucho menor volumen unas variaciones genéticas, que buscan mejorar su color, calibre y forma como la Rubens, Modí, Kanzi, Scifresh o Pacific Queen.
Este afamado fruto además, si bien más del 60% de su producción mundial se destina a su consumo en fresco, es tan versátil que se utiliza frecuentemente en la elaboración de zumos, bebidas alcohólicas como la sidra, mermeladas y confituras, compotas, sirope, y en cualquier variopinto tipo de repostería. Incluso se la puede encontrar en recetas culinarias de cualquier índole como asados o ensaladas.
Para su buena conservación una vez adquiridas, es aconsejable mantenerlas en bolsas de plástico en el refrigerador para evitar su maduración, manteniéndolas así hasta seis semanas. A la hora de consumirse, se recomienda lavarlas bien y preparar los platos con manzana justo antes de servir para reducir al mínimo su oxidación, a la vez que es correcto sumergir el cuchillo con el que se cortará en zumo cítrico para protegerla del corte.
El consumo de manzana se ha de regularizar cada vez más. Esta pequeña fruta supone una verdadera farmacia ambulante, capaz de nutrir poderosamente nuestro organismo y de aliviar una gran cantidad de dolencias de la forma más natural y ecológica que existe. Y sin aditivos químicos.